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Solidaridad en la frontera, para aplastar todas las fronteras

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15 Marzo 2019 89 visitas

Desde que los miembros del Partido Laboral Progresista que participaron como voluntarios en el Proyecto de la Caravana del Nuevo Santuario en la frontera entre México y EEUU regresaron en enero, hemos redoblado esfuerzos para forjar una campaña de inmigración internacional. Nuestro objetivo es reclutar más personas que vayan a la frontera a ofrecer ayuda directa y convencer a los voluntarios y a los refugiados que es posible construir un mundo sin fronteras.  
Los refugiados y los voluntarios establecimos lazos muy estrechos. Estos lazos se formaron con el entendimiento que los trabajadores de todo el mundo estamos en lo mismo, que todos tenemos el mismo enemigo y debemos unirnos para luchar contra el racismo donde sea que este aparezca. Las amistades y compromisos que entablamos fueron más allá que nuestra corta estadía en la frontera. Los voluntarios auspiciaron a personas que no tenían familia o amistades en los EEUU (un ciudadano de EEUU que los auspicie es un beneficio para los que solicitan asilo). Los abogados de inmigración asesoraron gratuitamente a los inmigrantes. La clase trabajadora de Tijuana también se comportó a la altura de la situación, compartiendo comida, ropa, y a veces un lugar donde dormir o bañarse.
Mientras tanto, el Presidente fascista de EEUU, Trump, y el Presidente “socialista” de México, Obrador, trabajan juntos para detener la marcha de los refugiados. Los oficiales de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU les han impedido el paso a periodistas, organizadores y voluntarios, interrogándolos y deteniéndolos por horas. A dos abogados estadounidense que trabajaban para la organización Al Otro Lado, con base en Tijuana, les negaron el paso a México (San Diego Tribune, 11/2). Y a nueve miembros de la organización religiosa de la frontera, No Más Muertes, los arrestaron por el “crimen” de dejar botellones de agua y latas de frijoles para los inmigrantes que cruzan a través del Refugio Forestal Nacional Cabeza Prieta en Arizona, donde más de 3,000 personas han muerto desde el año 2,000 tratando de llegar al norte a pie (The Intercept, 17/1).
Los voluntarios del Proyecto de la Caravana aprendimos lecciones muy importantes. Sin un personal pagado, sin oficinas y con recursos mínimos - somos parte de una campaña de 40 días que atrajo a cientos de voluntarios, incluyendo a organizaciones locales pro derecho de los inmigrantes e iglesias, que les dieron extensa ayuda a miles de refugiados, con la preparación de las solicitudes de asilo, cocinar y servir alimentos, transportación, cuidado infantil, clínicas de salud, y todos los servicios que necesita una comunidad.
Los voluntarios de la Caravana, que reportaron sus experiencias durante el foro del Sindicato Nacional de Escritores, van a presentar un reporte en una iglesia local en marzo, y tienen planificado hablar en las universidades y a organizaciones comunitarias.
Nuestro club del PLP está organizando un grupo de estudio sobre inmigración y una recaudación de fondos para ayudar a los refugiados, tanto en la frontera y cuando establezcan sus nuevos hogares. El propósito del grupo de estudios es entender como los países imperialistas han creado “fronteras” históricamente para justificar su apropiación de recursos, controlar salarios y el movimiento laboral, y dividir a los trabajadores a través de las fronteras promulgando el “nacionalismo” y el “racismo”.
También estamos planificando una cena para promocionar la marcha del Primero de mayo del PLP el 4 de mayo. Estas actividades son elementos importantes que contribuyen a establecer lazos y profundizar nuestro entendimiento de cómo crear una sociedad comunista que arrase con todas las fronteras.
En breve, el trabajo en la frontera es una pequeña escuela de comunismo. Para los cínicos que alegan que una sociedad no puede funcionar sin dinero, la comunidad internacional de Tijuana contradice esa idea. Las miles de personas que huyen de Centro América y los cientos de voluntarios que han ido a darles la bienvenida tienen la experiencia directa de lo que significa tomar decisiones y asignar recursos y energía humana basados en lo que la clase trabajadora necesita. La solidaridad internacional y la amistad internacional que se está forjando demuestran el potencial para crear una sociedad comunista igualitaria que responda a las necesidades de todos los trabajadores. Mientras que los patrones estadounidenses y mejicanos están unidos en su ataque contra los refugiados y los trabajadores inmigrantes, nosotros proponemos un Proyecto de Verano, para los miembros y amigos del PLP que unan a nuestra clase, los trabajadores de ambos lados de la frontera entre EEUU y México. ¡Un mundo, una clase trabajadora, un partido! Únasenos.