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El racismo tóxico del DoE ¡Proteger a los estudiantes, luchemos!

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15 Marzo 2019 47 visitas

CIUDAD DE NUEVA YORK, 12 de febrero—Estudiantes, padres y maestros se unieron en una escuela secundaria de Brooklyn para denunciar al Departamento de Educación (DOE) racista, después de que trataron de encubrir una respuesta peligrosamente lenta a una fuga de gas. Durante más de una hora, el gas se filtró de una tubería en una escalera antes de que los funcionarios del DOE evacuaran la escuela que es principalmente compuesta de estudiantes negros. ¡Muchos podrían haber muerto, y este hecho peligroso mostró a la comunidad escolar que los jefes de la educación, racistas y capitalistas, realmente no se preocupan por nuestras vidas!
Los administradores de la escuela escucharon el consejo de uno de los superiores del DOE en contra de evacuar, creyendo que podrían ser los custodios repostando combustible en las quitanieves. A pesar del sentido común y el protocolo conocido que indica evacuar y luego investigar cuando hay un fuerte olor a gas, el personal y los estudiantes fueron retenidos dentro de las aulas y se les dijo que abrieran las ventanas cuando el personal y los estudiantes reportaron sentirse enfermos.
Los instintos de los trabajadores versus dependencia en los patrones
Nuestra comunidad escolar cumplió las órdenes, confiando erróneamente en los jefes racistas de la escuela en lugar de seguir nuestro instinto de protegernos mutuamente y evacuar de inmediato. Muchos están de acuerdo que la lección que se debe extraer es no confiar en los jefes y no seguir ciegamente las órdenes. El personal prometió que la próxima vez, evacuarían a sus estudiantes sin importar lo que digan los jefes. Este ataque racista, como fue correctamente notado por muchos estudiantes y padre, no habría ocurrido si los estudiantes fueran blancos y ricos.
Para añadir insulto a la injuria, cuando finalmente fuimos evacuados, la seguridad escolar (administrada por el Departamento de Policía de Nueva York) nos puso nuevamente en peligro al decirnos que no cruzáramos la calle ni evacuáramos a una escuela cercana. Afortunadamente, esta vez, el personal se volvió más astuto y decidió tomar el asunto en sus propias manos. Muchos empleados empezaron a bloquear el tráfico para que nuestra población de aproximadamente 1,500 estudiantes pudiera cruzar a un área más segura. Un miembro del personal fue golpeado por un automóvil mientras intentaba detener el tráfico. Quedó muy claro que el instinto de los trabajadores de proteger a nuestros hijos y no confiar en la experticia de los jefes, era lo que iba a mantener a los estudiantes seguros.
A pesar de esta situación extremadamente peligrosa, no había señales de la policía de Nueva York en la escena de la evacuación. Mas tarde, un padre señaló que oficiales policiales no estaba a la vista cuando necesitábamos que protegieran a nuestros estudiantes, pero hace unos meses, once coches de policía y furgonetas se apresuraron a ir a la escuela para intimidar a un grupo de unos 100 padres y estudiantes que protestaban pacíficamente la remoción de tres respetados y amados entrenadores de fútbol americano.  Esta fue otra lección para la comunidad escolar. La función principal de la policía es proteger este sistema racista y desigual, no proteger a la clase trabajadora.
Cuando el departamento de bomberos finalmente consideró que el edificio era seguro, los títeres del DOE una vez más lograron que el reingreso a la escuela se convirtiera en otra situación peligrosa. En lugar de seguir el protocolo habitual para volver a entrar en el edificio utilizando tres entradas separadas para acelerar el proceso, solo se utilizó una entrada, manteniendo a estos jóvenes, algunos sin abrigos, afuera en la nieve durante casi una hora más. De acuerdo con una larga cultura racista y dañina de vigilancia excesiva y escaneo de jóvenes negros, cientos de estudiantes esperaron en los escalones resbalosos para ser escaneados mientras caía nieve y granizo. Dos estudiantes fueron tomados por Servicios de Emergencia Médica debido a asma / ataques de pánico a medida que se desarrollaba la situación.
Unidad padre-alumno-trabajador
Estudiantes, personal y padres indignados por el manejo de esta situación, se organizaron para exigir respuestas. Las tres secciones del sindicato del personal se reunieron para discutir los próximos pasos, incluyendo cómo actuar en una situación futura y como organizar una respuesta política. Se redactó, aprobó y envió una carta al alcalde y al canciller de la escuela denunciando el racismo y la falta de atención hacia los estudiantes y el personal.
Esta fue la primera vez en casi una década que las tres secciones sindicales se reunieron, lo que fue un paso hacia la lucha contra la alienación que se ha creado entre el personal con el movimiento de escuelas pequeñas. Hubo cierta lucha contra las ideas antipadre y antiestudiante entre el personal del campus. Algunos maestros sintieron que los padres y los estudiantes no estarían dispuestos o incluso capaces de organizar una respuesta. Sin embargo, se demostró que estos maestros estaban equivocados cuando varios padres escribieron cartas mordaces y fueron a la escuela preguntando por qué las vidas de sus hijos no se tomaron en serio y se expresaron audazmente en una reunión de “seguridad” organizada por la administración escolar.
Cuando los representantes del DOE intentaron echarle la culpa por lo sucedido a la falta de entrenamiento del personal en situaciones de emergencia, los padres y los maestros criticaron abiertamente al DOE por tratar de encubrir su indiferencia racista por la seguridad de los estudiantes. Una alianza entre padres, estudiantes y personal escolar es esencial para derrotar a los jefes racistas. Los jefes intencionalmente intentan dividirnos y cuando nos unimos, atemorizamos a los jefes.
La lección del día fue que los estudiantes, el personal y los padres deben confiar el uno en el otro y no en los jefes para asegurar nuestra supervivencia. No necesitamos a los jefes, y confiar en ellos podría resultar mortal.