Este primero de mayo, poco más de una treintena de entusiastas amigos y miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) conmemoramos el día internacional de los trabajadores con dos marchas, una en la Ciudad de México y otra en Oaxaca. Distribuimos 4.500 volantes del Desafío y coreamos consignas y cantos comunistas. La presencia de nuestros modestos contingentes, representa una pequeña llama que, con dedicación y trabajo para organizar a nuestra clase, eventualmente se convertirá en un gran incendio que hará cenizas la desigualdad, el racismo, el sexismo, la explotación, el fascismo y el nacionalismo.
La clase trabajadora debe abrir los ojos a que el significado real de la Cuarta Transformación (4T) que el actual gobierno enarbola es solo un engaño del sistema capitalista que por siglos ha generado enormes ganancias a la clase patronal a costa de la explotación, la miseria y la muerte de los trabajadores por todo el mundo. La clase trabajadora no necesita más capitalismo, lo que necesita es cambiarlo por un sistema de igualdad social como el comunismo.
Detrás de la retórica de López Obrador, en los planes de la 4T se mantiene intacto el sistema de ganancias, el robo a la mayoría empobrecida por parte de la minoría súper millonaria. Para muestra basta revisar las principales políticas que impulsa.
La reforma a la ley del trabajo que se concretará en el senado en los próximos días, considera tres temas principales, por un lado, arremete contra la conformación sindical, que si bien no ha sido la más revolucionaria, sigue siendo una de las pocas trincheras para la defensa de los trabajadores, así, se pretende regular la elección de los líderes a través del voto directo, la capacidad de toma de decisiones así como generar mecanismos que transparenten los recursos de los mismos; con la intención de eliminar el poder de los dirigentes sindicales se deja endeble una importante trinchera de la clase trabajadora.
Otra de las propuestas es mejorar los mecanismos de flexibilización del trabajo, es decir, no revierte la precarización del trabajo con la subcontratación como su máxima expresión, incluso la enarbola como una ventaja para que mujeres y jóvenes se integren al mercado laboral, estos últimos, incluso con un “contrato de capacitación”. Situación similar se observa con la aprobación de la reforma educativa, que mantiene el carácter punitivo y represivo en contra de los maestros y abre las puertas a la privatización de la educación pública, tan anhelada por la burguesía.
La violencia criminal sigue en aumento, la alternativa asistencialista de los apoyos económicos para la población vulnerable solo servirá para fomentar el clientelismo político y electoral, peor aún, la aprobación de la llamada Guardia Nacional, aumentará la presencia policiaca y militar que principalmente permitirá garantizar la realización de los proyectos capitalistas nacionales y globales como el corredor interoceánico, el tren Maya, la refinería de Dos Bocas, la explotación minera, petrolera, hídrica y de la biodiversidad.
Dichos proyectos enfrentarán la resistencia de las comunidades, como actualmente ocurre en varios lugares del país, organizadas en contra de proyectos mineros, principalmente, o como ocurrió con el aeropuerto en Texcoco. Además de la cobertura mediática y política para lograr esos planes a través de consultas amañadas, la presidencia usará la descalificación a los opositores como minorías radicalizadas, como lo ha hecho con los maestros en Michoacán y Oaxaca, o con los opositores a la termoeléctrica en Puebla, que terminó en el asesinato de uno de sus dirigentes.
Después de la simulación “democrática” y la descalificación, estará justificado el uso de la violencia del estado a través de la Guardia Nacional y el ejército, para hacer valer el “estado de derecho”, la voluntad de las mayorías. Los proyectos de la 4T que no son otros que los de grandes capitalistas locales y globales.
A nivel mundial el capitalismo se encuentra en crisis, la amenaza de una guerra entre los principales imperialistas es cada vez mayor, millones de trabajadores tienen que migrar de sus lugares de origen para escapar de la violencia y la pobreza; la migración crece aceleradamente en México y Centroamérica, contrario a las promesas realizadas en campaña, el actual gobierno ha adoptado una política de control, represión y criminalización de los migrantes.
La clase trabajadora en México es una de las más oprimidas a nivel mundial en la última década, es la que percibe uno de los salarios más bajos, con cada vez menos derechos laborales, con las jornadas de trabajo más largas, desorganizada, despolitizada y con niveles de violencia similares a un país en guerra.
Para la clase patronal era fundamental que llegara al poder un politiquero como López Obrador, para dar una apariencia de cambio y democracia, el nuevo gobierno ha dado un respiro a la clase política y capitalista en México y en el Mundo, para concretar sus planes de explotación y avance del fascismo.
Frente a este panorama la clase trabajadora debe tener sus propios planes, reorganizarse, politizarse, resistir y luchar para cambiar el sistema capitalista desigual por un sistema comunista de igualdad social. Ese es el plan del Partido Laboral Progresista (PLP).
Este Primero de Mayo, enarbolamos las banderas de la unidad internacional de la clase trabajadora, reivindicamos la lucha de los trabajadores por la liberación del yugo del capital por medio de una revolución comunista, rechazamos la farsa electoral y hacemos un llamado a los trabajadores para organizarse en colectivos de estudio acción para entender la realidad capitalista y eventualmente cambiarla.
Los miembros y amigos del PLP creemos que cambiar el sistema capitalista tomará varias generaciones, pero tenemos confianza en que nuestra clase históricamente ha logrado los mayores avances sociales, culturales, políticos, tecnológicos y científicos como ocurrió durante la revolución rusa y china y durante todas las jornadas de lucha de clases alrededor del mundo.
¡Primero de Mayo, Comunista y Revolucionario!
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Haití, 27 de mayo—“Tenemos que destruir el capitalismo para hacer espacio para el comunismo”. Esta fue la oración más memorable en las actividades del Primero de Mayo del Partido Laboral Progresista. Para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores, el PLP participó en varias actividades militantes en varios lugares.
Discusiones rojas
Un evento fue organizado en una comunidad de trabajadores agrícolas y sus familias, adonde el PLP ha estado activo durante mucho tiempo. Una discusión se llevó a cabo bajo el árbol de Mapou en el 1 de mayo sobre la historia y la importancia del Primero de Mayo como una celebración mundial de luchas de los obreros en contra del capitalismo. “Hoy no es realmente una fiesta”, dijo uno de nuestros compañeros. “Es un momento de reflexión sobre cómo organizarnos, señalando la diferencia entre el Primero de Mayo como un día de conmemoración de la lucha y no solo la celebración de ‘agricultura y trabajo’ como la clase capitalista haitiana nos haría creer”.
Estas ideas fueron recibidas con sonrisas y aplausos. El compañero observó que los trabajadores y los estudiantes haitianos han contribuido a este movimiento mundial en su lucha en contra la corrupción, el desempleo y toda la miseria que el capitalismo trae a los obreros y sus familias.
Movilizaciones masivas
En la ciudad capital, Puerto Príncipe, varios participaron en movilizaciones masivas de miles de obreros y estudiantes. Ellos continúan construyendo confianza adentro de la clase obrera sobre la necesidad de luchar bajo el liderazgo comunista del PLP. El período actual es favorable a estas ideas porque existe una falta real de liderazgo entre quienes participan en movilizaciones espontáneas contra la burguesía haitiana e internacional. El contexto económico, social y político actual es una condición objetiva para la lucha de clase. El PLP aprovecha la oportunidad para crear conciencia y organizar masas para la lucha de clases.
Destruye este sistema podrido
En el 5 de mayo, en la ciudad provincial, organizamos un día completo de actividades. Un profesor militante anticapitalista y un compañero del PLP organizaron una charla sobre las estrategias mafiosas de la clase dominante. Trabajadores, empleados y desempleados, estudiantes de secundaria y universitarios tuvieron la oportunidad de luchar, con mucha animación, sobre las ideas sobre el comunismo revolucionario. Uno de ellos subrayó la conclusión: “¡Tenemos que construir el Partido para destruir este sistema podrido, el capitalismo!”
Un PLPelista habló sobre por qué el Primero de Mayo sigue para exigir una reflexión y una organización. “Gracias a las luchas de los obreros bajo el liderazgo comunista durante casi dos siglos, la clase obrera ha tenido muchas victorias. Sin embargo, muchas de esas victorias se han invertido, como las revoluciones bolchevique y china. A menos que sepultemos permanentemente a los capitalistas, siempre encontrarán un camino de regreso “.
El camarada utilizó el código laboral como ejemplo de una maniobra legal utilizada por el estado capitalista para garantizar su gobierno. “Las regulaciones laborales son diseñadas por los patrones y aprobadas por sus ayudantes de servicio, los políticos comprados y pagados. ¡Una parte del código laboral establece que las huelgas de los trabajadores deben anunciarse con anticipación y no pueden durar más de dos días! Ante esto, un trabajador exclamó: “Debemos poner fin a todo esto, los políticos no están a favor de las masas, ¡ya no debemos votar!”
Por su parte, el profesor criticó la explotación salvaje de los recursos naturales y la fuerza laboral de los imperialistas, especialmente aquí. Destacó las mentiras inventadas por los gobernantes y sus cómplices para hacer creer a los trabajadores que las inversiones hechas por la burguesía cambiarán sus vidas para que acepten pasivamente la esclavitud que se les impone.
Al final del día, compartimos algo de comida sabrosa preparada por el colectivo organizador, mientras que los participantes aprovecharon la oportunidad para expresar su satisfacción y confianza en nuestra línea. De hecho, nuestro partido se está fortaleciendo día a día.