La próxima historia ha sido reimpresa de La vida de Trabajo y Amor de Wally Linder.

En junio 1964, el Movimiento Laboral Progresista decidió editar un periódico semanal de ocho páginas; nació el DESAFIO. Nuestra búsqueda por una imprenta nos llevo a una organización en Trenton, Nueva Jersey. Después de encontrar una imprenta. Se imprimió la primera edición y nos dijeron que seria la ultima que imprimirían.
Llamamos a la fábrica de impresoras offset de Harris y pedimos una lista de impresoras de periódicos a quien le habían vendido impresoras offset. Así fue como fundamos Sun Publising Co., localizada en la comunidad china el la parte Este del Bajo Manhattan. Le mostramos nuestra primera edición al propietario el Sr. Chan y el estuvo de acuerdo de imprimir nuestro periódico. Su esposa e hijos nos ayudaron en varias tareas. Milt Rosen, secretario del MPL y yo empacamos periódicos para enviar.
Como sucedió, mas tarde ese mes se desato la rebelión de Harlem, durante la cual los rebeldes sostenían la primera pagina del DESAFIO y su bandera mientras marchaban. Esto impulso al Escuadrón Rojo del Departamento de Policía de Nueva York a visitar al Sr. Chan y le advirtieron que si continuaba imprimiendo ese periódico estaría en problemas. Chan les dijo que el tenia el derecho de imprimir cualquier periódico que le trajeran. “¿Y que de la libertad de prensa?” le respondió a la amenaza del policía. El no iba a abandonar su única cuenta.
Años después cuando el Sr. Chan se retiro, nuestra búsqueda por otra imprenta nos llevo a Brooklyn y Ballan Printing, una compañía que imprimía varios periódicos pequeños comunitarios y universitarios – un gran numero de unos pornográficos que aparecieron desde 1960. (La Mafia, en complicidad con los patrones, había obligado a los obreros de un sindicato local que controlaba). Pero ni los patrones ni la Mafia contaban con la rebeldía de los obreros.  
Los obreros leían nuestro periódico y vieron varias relaciones que escribimos sobre las malas condiciones de trabajo que los patrones hambrientos por ganancias les empujaban a los obreros por todo el país. Cuando fuimos a recoger el periódico, los obreros nos mostraron la horribles condiciones de lo que pasaba en su baño y nos pidieron que escribiéramos sobre esto. Nuestro editor Luis Castro escribió una relación para la próxima edición, la cual los obreros leyeron con aprobación entusiasta.
Cuando los patrones vieron el artículo, se enloquecieron. Nos dijeron que todo era mentiras y de solo un lado y nos desafiaron a imprimir su lado, “de la verdad”. Les dijimos que solo había una “verdad” la “verdad de los obreros”, lo cual los puso más locos. De ahí en adelante, analizaron cada edición.
Pronto después, los patrones renovaron el baño a una condición medio decente. Los obreros atribuyeron esa mejoría al artículo que habíamos escrito.
Cuando salió una edición de antes del Primero de Mayo, imprimimos las palabras del himno de los obreros, “La internacional”. Cuando fuimos a recoger la edición, el impresor de repente corrió los dos pisos de escaleras hasta la parte alta de la imprenta y en una voz clara y alta comenzó a cantar “La internacional”. Al compas de las últimas palabras, “la clase obrera internacional será la raza humana,” resonó por toda la Sala de la imprenta, los obreros espontáneamente explotaron en aplauso.
Nunca supimos de como este obrero sabia la melodía de la canción, pero noticias del espectáculo pronto llegaron hasta la lejanía de Brooklyn. Ahora llegamos al aniversario número 55 de publicar el DESAFIO, y nunca nos ha faltado una edición.