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Rivalidad saudita e iraní Imperio estadounidense en peligro

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28 Septiembre 2019 85 visitas

El 14 de septiembre, un dron ataco las refinerias de petróleo estatales Abqaiq y Khurais, no se confirmo el origen del ataque, el cual interrumpió el 5% de la producción petrolera global, acercando a la tercera guerra mundial a los imperialistas rivales. El ultimo conflicto en el Medio Oriente nos muestra una clase dominante estadounidense fracturada y el deterioro de su influencia. También nos recuerda como la lucha de los capitalistas en competencia por los recursos nos lleva al asesinato masivo y el desalojamiento de trabajadores.
Solo construyendo al Partido Laboral Progresista, partido revolucionario comunista, podremos, los trabajadores, transformar la próxima e inevitable guerra inter-imperialista, convirtiéndola en una guerra de clases contra todos los patrones. Después de la mano de obra de la clase trabajadora internacional, el petróleo probablemente es el producto mas lucrativo de los gobernantes. Bajo el sistema de ganancias, los súper poderes capitalistas en competencia se han enfrentado repetidamente por controlar las ganancias del petróleo en el Medio Oriente. Mientras tanto, los patrones capitalistas en Irán, bajo la bandera de las ideologías toxicas de religión y nacionalismo, luchan por recuperar el control de su producción petrolera.
Bajo el comunismo escribiremos una historia diferente. El liderato de la clase trabajadora internacional determinara el desarrollo de los recursos energéticos basándose en las necesidades y la protección del planeta.
Un orden mundial cambiante
Desde el 2015, el estado criminal esclavista de Arabia Saudita ha peleado en Yemen contra los rebeldes nacionalistas Houthi, apoyados por Irán. Un brutal conflicto que, con ataques aéreos y epidemias de hambruna y cólera, ha masacrado unas 100,000 personas, la mayoría civiles (theguardian.com, 20/6). Aunque los houthíes se atribuyeron los ataque con drones, los patrones estadounidenses y saudíes culparon a Irán. El incidente envalentona a los rivales de EE.UU. y crea la duda entre sus aliados. Refleja la perdida de influencia de los patrones estadounidenses en la región.
El viejo orden mundial, dominado por la clase gobernante estadounidense desde la segunda guerra mundial, esta sitiado. Los dos aliados mas cercanos a EE.UU. en Europa continental están protegiendo sus apuestas. La canciller alemana, Angela Merkel, citando las atrocidades en Yemen, rehúsa levantar el embargo de armamento contra Arabia Saudita (Bloomberg, 17/9). Emanuel Macron, presidente de Francia, ha propuesto una línea de crédito de $15 mil millones a Irán, desafiando las sanciones estadounidenses (New York Times, 5/9). Alemania y Francia han optado por quedarse en el acuerdo nuclear negociado por el ex presidente estadounidense Barack Obama –del cual, el actual presidente Donald Trump, salió el año pasado.
Mientras tanto el presidente ruso Vladimir Putin le vende un sistema de misiles a Irán y Turquía, y le ofrece un acuerdo similar a Arabia Saudita (Reuters, 16/9). En junio, Putin declara que esta listo para aprovecharse de la debilidad de EE.UU.
Imperio estadounidense en declive
La aparente confusión entre los patrones estadounidenses es el resultado de las facciones en competencia dentro de la clase dominante. Los capitalistas financieros, ala principal, representando a los grandes bancos y las petroleras multinacionales, están comprometidos a mantener el control estadounidense sobre el Medio Oriente – con tropas en tierra, si es necesario, y alianzas multilaterales con los aliados históricos de los gobernantes. Al mismo tiempo, el ala principal patronal se da cuenta que no esta preparada para una guerra con Rusia o China. Primero tienen que forzar la disciplina y unidad entre su propia clase; por eso el juicio político a Trump. Después ellos necesitan construir un movimiento patriota, multirracial fascista masivo dentro de la clase trabajadora.
El Gen. Joseph Dunford, designado por Obama y actual jefe del Comando Conjunto estadounidense, recientemente advirtió que sostener un conflicto en el Medio Oriente requería del desvío de mas fuerzas hacia la región del Pacifico, en donde espera contener una China creciente expansionista en el Mar del Sur de China y el Mar del Este de China. Los patrones del ala principal necesitan mantener su poder para un futuro conflicto con su principal rival por el dominio mundial.
Mientras tanto, los patrones petroleros mas pequeños, dirigidos por la familia Koch cuyo frente es la política Fortress America de Trump, quieren subcontratar la vigilancia militar del Medio Oriente a Arabia Saudita e Israel. Están en contra de la pesada carga de impuestos para una guerra futura – o mantener alianzas multilaterales como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Para proteger sus ganancias prefieren confiar en una amenaza nuclear estadounidense y las Fuerzas Aérea y Naval.
A pesar del fanfarroneo de estar “listo para actuar”, Trump tuvo cuidado de no minimizar la posibilidad de una guerra con Irán e indico que EE.UU. continuara intensificando las sanciones económicas. Cuatro días antes de los ataques de dron, Trump despidió a John Bolton, el “poderoso” consejero de seguridad nacional que promocionaba una intervención militar contra el régimen iraní. El 20 de septiembre, Trump anuncio el despliegue de unos cientos de soldados al Golfo Pérsico, adicionales a los 2,000 enviados en junio, y además del equipo de misiles de defensa aérea - a lo que el secretario de defensa, Mark Esper, califico de “defensivo”(npr.org, 20/9).
Guerra imperialista contra revolución comunista
La dictadura capitalista –lo que los patrones llaman “democracia liberal”- significa que, por una crisis u otra millones de trabajadores serán asesinados o se convertirán en refugiados. Mas de 70 millones de trabajadores están desplazados en la actualidad (UNHCR, 19/6). Solo en Yemen tres millones han sido forzados a abandonar de sus hogares. Esto es el “daño colateral” de la rivalidad inter-imperialista. Es una de las muchas razones por las que debemos aplastar el sistema de ganancias.
La guerra inter-imperialista representa el nivel mas alto de la competencia entre patrones. También es terror fascista para los trabajadores. Las ultimas dos guerras mundiales nos enseñaron que los capitalistas están dispuestos a asesinar a decenas de millones de trabajadores en sus despiadadas luchas por ganancias. Pero esas guerras también nos dieron dos monumentales revoluciones comunistas, en la Unión Soviética y después en China – en la historia, la primera y segunda vez que la clase trabajadora toma el poder.
Como comunistas en el PLP, nuestra tarea histórica es construir sobre la base de esas grandes guerras de clase. Nuestro papel es preparar a los trabajadores de todo el mundo a romper con el nacionalismo y la ideología toxica de los patrones. Nuestro trabajo es organizar un movimiento internacional masivo de millones y construir la revolución comunista. Únetenos!