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Bolivia expuso fracaso de reformas capitalistas

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07 Diciembre 2019 87 visitas

El historial de la Marea Rosa en Sudamérica demuestra lo falso que es para la clase trabajadora internacional el tratar de reformar al capitalismo. La prueba esta en la trayectoria del depuesto presidente de Bolivia; Evo Morales. Los trabajadores bolivianos nunca han dirigido la sociedad; no controlan nada. Antes, durante, y después de Morales, los patrones capitalistas aun mantienen control sobre la economía boliviana, sus cortes, su legislatura, policía y ejercito. Bajo el letal sistema de ganancias, el estado primero le sirve a la clase dominante y después también.
Solo la revolución comunista puede crear verdadero poder para que los trabajadores dirijan todos los aspectos de la sociedad, para crear un mundo basado en el antirracismo, anti-sexismo, y llenar todas las necesidades de la clase trabajadora internacional.
Aun cuando los trabajadores en Bolivia se toman las calles en militantes protestas masivas, su militancia es desperdiciada en dos opciones anti-obreras. Una; el campo de Morales, apoyado por los imperialistas chinos y rusos. El otro; es Jeanine Añez, una evangélica cristiana derechista cuya presidencia interina acaba de nombrar al primer embajador boliviano a EE.UU., desde 2008. Ambos lados están podridos y son letales.
Hacemos un llamado a todos los trabajadores a rechazar la política nacionalista de identidad indígena, la cual mantuvo a Morales en el poder por 13 años. La política de identidad quebranta y desarma a nuestra clase, impide la solidaridad con consciencia de clase. Cuando nos vemos como intrínsecamente diferente u opuestos a otros grupos de trabajadores, le hacemos el trabajo a los patrones.  Un movimiento comunista revolucionario une a los trabajadores contra la causa primordial del racismo: el impulso patronal por el máximo de ganancias.
La Marea Rosa no significa poder a los trabajadores
Antes de Morales, Bolivia tenia una sociedad estilo apartheid, la cual explotaba, empobrecía y marginalizaba a los trabajadores indígenas. Como primer presidente indígena, Morales uso su movimiento Movimiento al Socialismo (MAS) para explotar a estos trabajadores como su base de poder. Les dio una cuantas migajas; empleos gubernamentales de nivel bajo, una bandera indígena, y redujo la pobreza “extrema”. Pero, mientras Morales huye a México para exiliarse, Bolivia sigue teniendo uno de los niveles mas altos de pobreza en Sudamérica; 39% (Borgen Porject).
Morales nacionalizo las industrias petroquímicas haciendo pactos con patrones foráneos. Canalizo dinero para favorecer a capitalistas locales y utilizo las ganancias de exportaciones para comprar votos. Permitió que la industria minera invada tierras indígenas. Para consolidar su base del poder, Morales gasto miles de millones en infraestructura y reformas a la salud y educación.
Pero, las reformas capitalistas siempre son temporales. Igual que en Venezuela, el decadente precio global del petróleo recorto las ganancias en Bolivia. Morales, al verse en apuros monetarios, traiciona sus promesas de proteger tierras indígenas y a sus habitantes. En 2017, aprueba la construcción de una carretera a través del parque nacional en la amazonia:
Según Morales, la carretera era necesaria para llevar servicios básicos a tribus remotas. Pero los grupos nativos y ambientalistas estaban enfurecidos. La carretera…facilitaría el trafico de drogas, la explotación forestal y otras actividades no deseadas. Los manifestantes marcharon durante mas de un mes, enfrentándose a la policía entre nubes de gas lacrimógeno y balas de hule (Reuters, 24/8/18).
Ni la política de identidad ni el falso “socialismo” democrático liberara a nuestra clase. Nosotros comprendemos que la lucha por un mundo justo esta entrelazado a la lucha para destruir el capitalismo.
En realidad es el Imperialismo
Por años ya, conforme decae el imperialismo estadounidense, los imperialistas chinos y rusos han entrado a Bolivia para llenar ese vacío. Esta competencia es una propuesta devastadora para la clase trabajadora boliviana. No importa cual súper-poder este a cargo, los trabajadores siempre estarán a merced de los patrones del sistema capitalista.
El presidente anterior a Morales, Gonzalo Sánchez de Lozada, fue demasiado lejos al “restructurar” la economía boliviana adaptándose a los intereses del, dominado por EE.UU., Fondo Monetario Internacional. Aumento los impuestos y otras medidas de austeridad que desencadenaron disturbios masivos y, finalmente, su renuncia. Morales, antiguo cultivador de coca, líder sindical, y uno de los principales miembros de la oposición a Lozada, usa la rabia anti EE.UU. y consigue ser elegido presidente.
Después de tomar el poder, las compañías rusas comienzan a invertir en Bolivia. Rosatom, monopolio nuclear del estado ruso, consigue un contrato para construir un centro nuclear de $300 millones cerca de La Paz, la capital boliviana, y comienza a negociar concesiones para desarrollar las grandes reservas bolivianas de litio. Gazprom PJSC, compañía estatal rusa de gas natural, ha estado en Bolivia desde 2010 (Bloomberg Opinion, 11/11).  También llegaron los imperialistas chinos; “Entre 2000 y 2014, aumento el comercio bilateral entre Bolivia y China en casi 3,000%, de $75.3 millones a $2.25 mil millones…”(COHA, 31/8).
El capital financiero, ala principal de la clase dominante estadounidense (también conocidos como los grandes fascistas), consideran la destitución de Morales como una oportunidad de recuperar algo de su influencia capitalista en Latinoamérica. Busca apoyar un presidente pro-EE.UU. que pueda contener la creciente presencia de los patrones rusos y chinos en la región. Añez esta en audición para el empleo.  
A los gobernantes estadounidenses también les preocupan las recientes protestas masivas en todo Latinoamérica. El ala principal liberal patronal quieren una clase dominante disciplinada – un distintivo del fascismo – y un capitalismo mas regulado, menos abiertamente codicioso. Las evidentes desigualdades en países como Bolivia no son sustentables. Mientras tanto en Chile, la clase trabajadora exploto por un aumento de cuatro centavos al transporte publico. El ala principal de los patrones estadounidense comprenden que ellos y sus aliados sudamericanos no pueden continuar gobernando a la vieja usanza.
El sistema de guanacias capitalista existe solamente para el enriquecimiento de unos cuantos a costa de las masas. Cualquier reforma obtenida por la lucha de la clase trabajadora siempre será arrebatada. Los trabajadores no podemos confiar en la política de identidad o en las elecciones patronales para componer este sistema intrínsecamente racista, sexista y desigual. La retorica seudo izquierdista por marionetas como Morales no puede cambiar el conflicto básico entre patrones y trabajadores. Solo una sociedad dirigida por trabajadores y para trabajadores puede dar a nuestra clase la igualdad antirracista y anti-sexista que merecemos. ¡Únete al Partido Laboral Progresista!