El camarada, Mark Shapiro, uno de los miembros originales del Movimiento Laboral Progresista (PLM) y el Partido Laboral Progresista (PLP), murió el 12 de enero de la edad de 78. Mark fue un comunista cuyo vida e influencia se esparramó a lo largo de toda la clase trabajadora e incluyó ambos labor mental y manual. Casado con Ana, camarada en el PLP, Mark fue un trabajador automotriz de GM, como un guardafrenos de ferrocarril, profesor de secundaria y de colegio, padre de Daniel y David, abuelo de cuatro nietos y padre de dos hijas adoptivas, un músico perteneciente a varias bandas y tocaba el clarinete – su anuario escolar de secundaria lo representó como el “Benny Goodman de la Secundaria Weaver”. Siendo un observador de aves, él y su esposa Ana, dirigieron la Sociedad Adobon de Hartford, Connecticut, mientras servía como líder político entre cientos de trabajadores y jóvenes. Verdaderamente, era un comunista “para todos los tiempos”.
Quizás la más significante contribución de Mark para la clase trabajadora fue su denuncia de una de las más viciosas trampas racistas de los 1960’s, el caso de George Whitmore. La Corte Suprema de los Estados Unidos citó este caso como “el más notorio ejemplo de coerción policial en el país” en su decisión de 1966 que se conoció como la decisión Miranda, para posiblemente proteger a los arrestados de ser forzados a dar confesiones falsas.
Después de sus trabajos en auto y ferrocarril, y haber obtenido su maestría en física en la Universidad Columbia, Mark comenzó enseñar ciencias en Nueva Jersey y después se trasladó a Connecticut donde él enseño la física en la Universidad Wesleyan, entre otros colegios en el área y los estudios sociales en el Colegio Trinidad y Tecnología Prince.
El nació en una familia comunista en Albany, Nueva York. Sus papas fueron puestos en la lista negra durante las persecuciones de McCarthy. Este antecedente familiar lo llevó a unirse al PLM en 1963 y después al PLP. Mark se ingresó como miembro del primer club sindicalista del PLM y como personal del DESAFIO. Usó su sentido del humor escribiendo la primera columna de humor para el periódico llamado “Puntería”. Años después, su hijo dijo que le gustaba alardear que la primera protesta grande en contra la Guerra Vietnamita en la Ciudad de Nueva York fue organizada en su sala de estar.
Mark Denuncia la Trampa Racista Sobre George Whitmore
El 28 de agosto, 1963, dos mujeres blancas profesionales fueron asesinadas en Manhattan que fue llamado los “Asesinos de Mujeres Profesionales” por la prensa. En ese momento, el joven negro, George Whitmore, estaba en Wildwood, Nueva Jersey, sentado con docenas de amigos viendo en la televisión a Martin Luther King dar su famoso discurso “I Have a Dream” en la Marcha a Washington. Whitmore había sido previamente absuelto de una trampa de un asesinato en Brownsville, Brooklyn por la policía racista. Pero la policía lo persiguió otra vez y lo arrestó por los asesinatos de estas dos mujeres. La policía escribió una “confesión” de 61 páginas y lo golpearon hasta que firmara. Un abogado de Manhattan se incluyó en la trampa y un juez mandó al joven a la Isla Rikers para una examinación “psiquiátrico”. La prensa patronal -diez periódicos en La Ciudad de Nueva York en ese tiempo – brincaron al caso vociferando con “cuentos” en las primeras páginas difamando a Whitmore como un “Asesino Negro”.
Al mismo tiempo, un defensor de libertades civiles llamado John Lawrence, quien trabajaba por un bufete de abogados, decidió de comprobar una ley caminando la calle Broadway en Manhattan cargando un rifle descargado en plena vista, esperando que lo arrestaran para crear un caso de prueba en corte. Sin duda la policía lo arrestó y un juez lo mandó a Rikers para una “examinación”. Fue puesto en la misma área de donde estaba Whitmore. Lawrence había oído de Whitmore y los dos comenzaron hablar.
Whitmore le comentó a Lawrence acerca de donde estaba en Wildwood, N.J. viendo en la televisión el discurso de King cuando los asesinatos fueron cometidos. Cuando Lawrence fue libre, él fue a toda la prensa en la ciudad con su “exclusividad” y cada periódico rehusó de publicarlo, dado que esto expuso la basura racista que habían imprimido.
Entonces Lawrence consultó los periódicos locales en las páginas amarillas telefónicas y encontró el “DESAFIO”. Vino a la oficina para averiguar si se podía imprimir la historia. Mark se encontró con él, escuchó lo que vino a decir y comenzó escribiendo una serie para el DESAFIO, volviendo a contar sus entrevistas con Lawrence denunciando la trampa racista. Ninguno de la prensa de la ciudad siguió la historia pero unos periódicos afuera de la ciudad sí lo tomaron, nunca mencionando el reportaje de Mark, por supuesto. Se hizo la historia del año, similar a las más recientes trampas como “Central Park Five”. Siete años después, Telly Savalas hizo una película para la Televisión dramatizando el caso titulado “The Marcus-Nelson Murders”, solo la segunda producción de Kojak.
Mark y Ana crearon a la familia en Bloomfield, Connecticut donde él vivió por el resto de su vida. Él fue parte de cada marcha del Primero de Mayo hasta el año pasado. El trajo muchos de su estudiantes de la secundaria a la marcha en contra el KKK en Scotland, Connecticut y permaneció apasionadamente dedicado a sus principios y actividades comunistas.
Él y Ana eran ávidos viajeros, recorriendo el mundo como China, Alaska y Brasil, tomando vacaciones campando regularmente a Maine y parques nacionales donde encontraron un interés permanente en la observación de aves, dirigiéndolos a la Sociedad Adobón. En recientes años, se unió a la lucha para proteger el agua de Bloomfield de los intereses corporativos explotadoras y se hizo activo en apoyando los huelguistas de hospital en su área, vendiéndoles el DESAFIO, conteniendo la historia que había escrito de sus luchas. En sus últimos años, el sufrió del mal de Parkinson pero nunca perdió su interés del clarinete. Se escuchó cuando lo estaba tocando el día antes que muriera.
El camarada Mark Shapiro fue uno de muchos que han dedicado sus vidas para construir el movimiento comunista. Aunque no esté en cuerpo, los frutos de su labor seguirá viviendo en el constante esfuerzo de los comunistas revolucionarios alrededor del mundo para crear una sociedad que liberará a la clase trabajadora de la esclavitud capitalista. ¡Un brindis al Camarada Mark. Lo recordaremos siempre!