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Crisis Covid-19 Patrones terrorizan, obreros organizan

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04 Abril 2020 45 visitas

Es un suicidio que la clase obrera se dependa de que el estado capitalista nos cuide. Tenemos que hacerlo de sí mismos. Mientras la pandemia del coronavirus se propaga por todos los continentes, el estado de los patrones esta designado solo para proteger los propios intereses capitalistas. Es más claro que nunca que la “unidad nacional”, la idea de que los capitalistas del mundo y obreros comparten los mismos intereses, es un mito peligroso. No hay un “nosotros” aquí- solo es un nosotros y ellos, nuestra clase versus la de los patrones, la gente que produce valor en contra de la gente que posee el valor. Los patrones están desatando su aparato estatal, de policías locales al Centro de Control de Enfermedades federal, a que venga a ayudar a su clase. Fascistas pequeños y grandes por todo el globo están soltando recursos ilimitados para levantar sus economías que fallan. Tal vez tengan éxito. Pero una cosa es clara: el estado de los patrones nunca le puede servir a las necesidades de los obreros.
El PLP está llamando a todos los obreros a que tomen responsabilidad por la clase obrera internacional durante este periodo urgente. Al mismo tiempo, tenemos que respetar los límites del momento. Nuestro desafío es de luchar por las necesidades de nuestra clase y una sociedad comunista mientras toma las precauciones necesarias para cuidar la salud de nuestros miembros, amigos, familias y clase.
El estado que les sirve a los patrones mismos
El costo de mantener el capitalismo a flote drena los recursos de gran importancia de la sociedad. En cuidar a los obreros más vulnerables, el estado no se ve. La responsabilidad le queda a las caridades, los sin fines de lucro, y miembros de nuestra propia clase.
Mientras entramos en el ojo de la pandemia, en vez de asegurar de que la gente reciba un cuidado de salud decente, suficiente comida, y un lugar seguro para vivir, los patrones están enfocados en préstamos de negocios, exención tributaria, y ganancias. A la clase obrera se le pasan migajas mientras que el sistema de salud roto de los patrones construye morgues.
¿Tienen suficientes respiradores o incluso suficientes mascarillas respiradoras de un dólar? No. El Presidente Donald Trump y el Gobernador de Nueva York Andrew Cuomo están ocupados culpándose el uno al otro por los recortes que están matando los obreros de la salud y forzando formularios de “No Resucite”(DNRs) involuntariamente. Pero el hecho es que cada presidente y cada gobernador por los últimos 20 años ha advertido sobre estas faltas. En vez de invertir en arsenal adecuado para la pandemia que sabían que venía, decidieron dejar más bien que la gente muriera (Intercept, 3/24).
¿Tienen suficientes camillas en las Unidades de Cuidado Intensivo en el hospital? No. Para preservar las ganancias capitalistas, gobernadores liberales como Cuomo cortan camillas sin venganza. En la Ciudad de Nueva York, ahora el epicentro mundial del coronavirus, se han cerrado 20 hospitales desde el 2003.
Esencialmente, los patrones le están dando a los patrones dos opciones: quédense en casa y pierdan su trabajo y posiblemente mueran solo, o ignoren la pandemia y arriesguen su vida para seguir trabajando.
Respuesta a la crisis de los patrones: genocidio fascista
Mientras que tratan de salvar su sistema, los patrones están buscando abandonar o matar los segmentos de la clase obrera que no producen ganancias: niños, incapacitados, los ancianos. El amigo de Trump, Vice Gobernador de Texas Gobernador Dan Patrick, propuso que la gente en sus 70s y más deberían “tomarse un chance con su sobrevivencia a cambio de mantener el Estados Unidos que todo el Estados Unidos ama…” (vanityfair.com, 3/24). En otras palabras, la gente de mayor edad puede y se deberían sacrificar para restaurar la máquina de ganancia de los capitalistas y seguir todo como siempre.
Esta es la esencia del fascismo, la fórmula del Tercer Reich nazista: acoger solidaridad con los patrones a matar esos grupos de personas que los patrones ya no necesitan. Así fue como los obreros en Alemania voltearon la cara a los campos de concentración que se construyeron y se convirtieron en mataderos. Hoy, la tiendas de campañas de Franklin Graham se están instalando en el Parque Central de Nueva York para almacenar los enfermos y moribundos. Mañana, no es muy lejos imaginarlas como un prototipo de campos de muerte de EE.UU. La Solución Final de los fascistas alemanes no fue el producto de la locura de Hitler. Reflejo las necesidades frías y calculadoras de los capitalistas alemanes a preservar su sistema en una crisis económica existencial.
Si continuamos a seguir esta agenda genocida, eventualmente toda la clase obrera será consumida.
Los obreros se encuentran con confusión y violencia
Mientras el coronavirus se propaga, se están forzado los obreros a situaciones confusas y contradictorias. Aun se espera que muchos viajen al trabajo, paguen sus cuentas, y cuiden a sus familias, a pesar de la alta tasa de infección y mandados del gobierno de quedarse en casa o mantenerse socialmente distante.
En vez de tomarse la responsabilidad de las fallas de su sistema, los patrones desencadenan violencia en contra de nuestra clase. En la Ciudad de Nueva York, los subterráneos están llenos en barrios de clase obrera porque muchos no les pagan días de enfermedad y no pueden alimentar sus familias si se quedan en casa (New York Times, 3/30). En India, los policías armados con bastones están golpeando los obreros en la calle quienes violen el encierro del Primer Ministro Narendra Modi de 21 días (3/25, NY Post). Alrededor del globo, se les amenazan a los obreros con altas multas o tiempo en la cárcel para quienes no cumplan.
La clase obrera está luchando
Las noticias positivas es que la clase obrera se está rebelando en contra de que los patrones nos lancen a las llamas. Los obreros en Trader Joe’s se están uniendo después que les negaron guantes en el trabajo (Buzzfeed, 3/18). Los obreros de Instacart, Amazon, y Whole Foods están en huelga por las protecciones del coronavirus y pago de riesgo (USA Today, 3/30). Los obreros negros de saneamiento de Pittsburg se están reusando a seguir recogiendo sin mejor protección de seguridad (Vibe 3/25). Muchos de nosotros no tenemos opción pero que trabajar durante estos tiempos peligrosos, sea para pagar nuestras cuentas o servirle a otros obreros. Pero eso no significa que no podemos luchar por protección de seguridad o protestar en parte de nuestra clase.
Los capitalistas escogieron no prepararse para esta crisis que sabían que venía. Ahora nos están dando consejo – u órdenes en forzadas por la policía- que presumen que todos viven bajo una familia pequeña nuclear en una casa con espacio con una red amplia de seguridad financiera. “El quedarse en casa” es una sentencia de muerte para aquellos a quienes el sistema de ganancia ya les ha fallado: los sin techo, familias múltiples repletas en un apartamento pequeño, ancianos pobres viviendo solos o en ancianitos antihigiénicos, obreros de bajo salario que rentan cuartos dentro una casa, inmigrantes quienes temen deportación si buscan cuidado médico, obreros encarcelados enjaulados por un sistema criminal racista injusto. Los millones de refugiados y obreros migrantes alrededor del mundo quienes no tienen casa para nada están completamente abandonados. Para la clase obrera, el capitalismo realmente no tiene esperanza.
Como los comunistas manejarían una crisis de salud
Una sociedad comunista le sirve a las necesidades de la gente. Desarrolla su recurso más grande: poder y sabiduría de la clase obrera internacional. A penas se aplaste el sistema de ganancias, todos los recursos irán hacia las necesidades de los obreros.
En una sociedad comunista, el estado protegería los más vulnerables. En circunstancias extremas, la gente más saludable se enlistaría para cuidar a los enfermos. Cuidado infantil sería una tarea colectiva, junto con el distribuir comida y necesidades – sin costo.
Podemos hacer algunas de estas cosas ahora. Organizar amigos y vecinos a cuidar a los que lo necesitan. Organizar protestas en contra de las condiciones inseguras y ataques a la clase obrera. Pero mantengan la seguridad en mente todo el tiempo. Haga todo posiblemente remotamente. Si tiene que ir al trabajo o a servirle a nuestra clase, mantenga una distancia segura. Si no quédese dentro. Covid-19 es peligroso, y no se puede confiar en el sistema de salud de los patrones.
La clase obrera puede tomarse esta oportunidad de progreso hacia la revolución comunista y el estado de los obreros. Pero requerirá que pongamos más confianza en nuestra clase y nuestro Partido, y de romper con el estado de los patrones de una vez por todas. Nuestra opción es clara: o encarar muerte masiva bajo el capitalismo, o luchar por el comunismo.