Bajo el sistema capitalista, la salud y en general la vida de los trabajadores no es importante, solo les importa cuánto pueden explotarlas, el sistema capitalista carece de un plan de salud para la clase trabajadora, su plan de contingencia para este momento es que cada persona asuma su enfermedad y la enfrente como pueda, de esta forma evita evidenciar la incapacidad del sistema de salud público y que provocará que los trabajadores que no han tenido nunca un servicio de salud eficaz muera en sus casas por complicaciones de enfermedades nunca diagnosticadas o por falta de alimentos por no tener ingresos.
La atención de los mexicanos en materia de salud está compuesta por instituciones de carácter federal, estatal, del sector social y del privado. El gobierno mexicano, después de la crisis económica de los 80´s, por la depreciación del peso originado por la nacionalización de la banca en 1982, para poder enfrentar la crisis económica debió contraer compromisos financieros con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Uno de estos compromisos consistió en buscar el desmantelamiento de los servicios estatales de salud y la implementación de un sistema que permitiera la participación más activa de servicios de salud privados (privatización de la salud), es decir que desde los 80´s hay un abandono de inversión del Estado al rubro de salud.
En el país existen 250 hospitales públicos que se encuentran en el abandono con construcciones inconclusas, en los últimos 36 años hubo un deterioro importante en la infraestructura clínica y hospitalaria y en la atención de la salud de los mexicanos, lo indican la presencia de altas tasas de enfermos con diabetes, enfermedades del corazón, cáncer, entre otras, lo cual se traduce en el fracaso de las políticas orientadas a la promoción de la salud y a la prevención de enfermedades.
Como en todo el mundo la llegada de covid-19 ha evidenciado el desmantelamiento y consecuente abandono de los sistemas de salud, en aras de privilegiar un sistema de salud eficiente solo para quienes pueden pagarlo. Hasta el día de hoy, las ciudades que registran el mayor número de contagios son Ciudad de México, Estado de México, Baja California, Sinaloa, Quintan Roo, Puebla y Jalisco; con 127 millones de habitantes en el país las autoridades de salud reportan 3, 181 casos registrados y solo 174 muertos, en las primeras semanas de abril sin embargo esto solo es una cifra representativa, por cada caso podrían existir 8 a 12 personas más contagiadas, lo que nos arroja una cifra de 26 mil casos de contagio. (El Universal, 4/8)
En muchos hospitales del país ya se están viviendo la emergencia, ciudades como Tijiuana y Mexicali en Baja California, las cifras de contagio y muertes han aumentado enormemente, los médicos informan que los hospitales están trabajando a toda su capacidad, que se estima que con el aumento de los contagios en las próximas semanas los hospitales se verán rebasados, recordemos que en esas dos ciudades se haya la mayor concentración de migrantes que esperan cruzar la frontera.
Por todo el país, las protestas de médicos y enfermeras por todo el país no paran, desde Baja California hasta Chiapas, piden mayor equipo de protección para dar tratamiento a los enfermos ”la Asociación Mexicana de Médicos Residentes publicada a principios de abril indica que ocho de cada 10 no tienen mascarillas N95, las recomendadas para personal médico; más de la mitad no tenía gafas protectoras y que alrededor del 30% no tenía máscaras de acrílico”(El Pais, 4/8), igualmente se denuncia la falta de personal capacitado para hacer frente al pico de contagio que se espera para las siguientes semanas de abril, lo que se pronostica es un saturamiento de hospitales e incrementos de muertos.
Con una economía completamente precarizada en donde el 54% de las personas que trabajan lo hacen en el sector informal, lo que implica que muy pocos de ellos no tengan acceso a seguridad social, tendrán que ser atendidos en la secretaría de salud, la cual tampoco cuenta con la infraestructura suficiente para encarar la pandemia.
(El Pais, 4/8), Antes de la declaración de emergencia nacional, hubo tan solo en la Ciudad de México una pérdida de empleos del 65 mil y entre el 13 de marzo y el 6 de abril, se han perdido 346,800 empleos, de los que la secretaría del trabajo tiene conocimiento, a ello podemos sumarle una enorme cantidad de trabajadores a los que les han pedido ceder parte de su salario a cambio de no ser despedidos. Las personas que se han quedado sin empleo formal se han incorporado rápidamente a los negocios que necesitan de personal en estos momentos, las grandes cadenas de supermercados y las entregas a domicilio. Ante esta escena donde la clase trabajadora es la principal afectada, el consejo coordinador de empresarios ha solicitado a AMLO el pago diferido de impuesto así como una inyección de dinero para que sus empresas no sufran, AMLO se ha negado señalando que la política de su gobierno prioriza las necesidades de los más pobres, y que un “rescate” de esa magnitud significa un endeudamiento mayor con el FMI, la realidad es que con la estrategia de AMLO, se busca beneficiar al grupo de empresarios locales que lo han respaldado durante el tiempo que ha gobernado: Carlos Slim, el magnate de Grupo Carso; Alberto Bailleres, de Grupo BAL ; y Germán Larrea, de Grupo México, quienes se han visto privilegiados por las concesiones de tierra y proyectos por todo el país (El Pais, 4/8)
El PLP en México, nos encontramos pendientes de la situación, pendientes de nuestra base, realizamos la lectura del Desafió de forma digital, lo compartimos con amigos y compañeros de trabajo, para realizar discusiones sobre el impacto en la economía y en la base trabajadora, pero principalmente se realizan reuniones virtuales con la base y llamadas individuales para saber cómo se encuentran, si se han visto afectados o si necesitan alguna ayuda.
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Jefes de México a los trabajadores: ‘estás solo’
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- 17 Abril 2020 110 visitas