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Las Cartas

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31 Diciembre 2020 64 visitas

¡Conozco ese periódico!
¡“Conozco ese periódico! ¿Eres del Partido Laboral Progresista? Antes vendía ese periódico en Boston”, comentó una pareja joven negra. Aunque fui la única vendiendo el periódico esa noche en particular acerca la lucha de Alex Flores en Los Ángeles, y cambié mi ubicación varias veces esa noche, estuve en el lugar correcto en el momento correcto para encontrarme con unos antiguos amigos íntimos (y ojala futuros miembros) del Partido.
Intercambiamos nuestros números de teléfono y quieren participar en nuestra próxima reunión. Después de que hablamos, circularon por la protesta. La joven sacudió un puño en el aire, elevando el DESAFIO muy alto con la otra mano mientras el joven manejando tocaba la bocina dándonos mucho apoyo.
Hay muchas cosas que tuvieron que alinearse perfectamente para encontrarnos. Unos dirían que nuestro encuentro era “destinado” o simplemente serendípia. Si bien la casualidad definitivamente desempeñó el papel, estoy escribiendo esta carta para señalar la necesidad de estar activa en el movimiento y haciendo el trabajo diario para que estas reuniones casuales ocurran. O como el materialismo dialectico lo llama: la casualidad y la necesidad.
Los camaradas de Boston están activos organizando cada día entre la clase trabajadora. Y es por eso que estos jóvenes negros saben de nosotros en primer lugar. Los camaradas en Los Ángeles también están organizando día tras día entre la clase trabajadora. Este es la razón de porque estos jóvenes trabajadores negros lucharan al lado de nosotros otra vez. ¡Estamos hablando de un movimiento internacional aquí! Más que estemos involucrados en sembrar nuestra visión por un mundo comunista, habrá más encuentros como esta noche. ¡Lo que nosotros hacemos es necesario y si cuenta! ¡Luchemos cada día para hacerlo más frecuente y hacerlo mejor!
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LA: necesitamos lucha colectiva de inquilinos
Desde hace algunos días, he estado acampado en la casa de Ynes Torres. Durante ese tiempo, me he reunido con inquilinos, voluntarios, trabajadores sin hogar, y organizadores de Hawthorne, Santa Clarita, Long Beach y hasta el Condado Orange. Hemos discutido estrategias de cómo luchar contra el aburguesamiento y desalojos.
Un inquilino negro habló del anti-negritud en Hawthorne y la desesperación en tratando de organizar un sindicato de inquilinos en una unidad así como luchando contra el hostigamiento racista de los supremacistas blancos encontrados sobre todas las Ciudades Costeras en el Condado LA. Otro inquilino habló de desalojos masivos ocurriendo el mes pasado en El Sereno, LA del Este. Docenas de familias fueron echados de las casas que estaban en mal estado debido a la negligencia del Departamento de Transportación de California. La Patrulla de Autopistas de California (CHP) persiguió a los organizadores de derechos de vivienda y los sacaron uno por uno.
Escuchando estas historias me recordó del tiempo que pasé en el Campamento de Unidad Negra dentro la municipalidad de Los Ángeles del centro. La Unidad Negra era una zona autónoma dirigida por trabajadores negros modelado según el espíritu de la Zona Autónoma de Seattle Capital Hill. El campamento resistió a la policía por cinco meses antes de sucumbir en un ataque nocturno en la media noche. Para añadir el insulto a la herida, la policía cerró todo para prevenir cualquier reclamación del campamento. Resulta desalentador porque el grupo trabajó arduamente tratando de construir una nueva comunidad y ofreció un espacio para discutir temas como descolonización y creando nuevas sociedades. La Unidad Negra estaba aislada en el Centro de LA, pues esto los hizo blanco fácil para que el estado los atacara.
¡Pero no todo está perdido! Quizás el estado haiga derrotado la Unidad Negra, pero en viendo muchas comunidades saliendo para apoyar a una mama con seis niños, demuestra que no estamos solos. ¡Ambas luchas son inspiradoras y cuando ponemos en primer plano la línea del Partido Laboral Progresista, también pueden ser poderosas! Necesitamos mantenernos unidos…vecino a vecino, vecindad a vecindad…y mostrar que solamente el comunismo puede crear la vivienda gratis y segura para las masas sin la necesidad de cambio de moneda.
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Cada lucha cuenta
He vivido en el Pueblo Stephen Crane en Newark, NJ por 25 años. Este es un complejo de vivienda pública de bajo ingresos compuesto por residentes la mayoría negra y latina con muchos inquilinos mayores de edad y discapacitados. Por muchos años, hemos sido objetos a condiciones inhumanas debido a la negligencia de la administración – de frecuentes infestaciones de ratas, cucarachas y chinches a moho y agua que apesta de cloro y aguas residuales que tenemos que usar para bañarnos, cocinar y limpiar. La salud de mi mama está grave, pues pedimos un cambio al primer nivel para que recupere. En este momento se encuentra hospitalizada, sin embargo la administración sigue en detener la movida.
Trabajando con mis camaradas, hice demandas para reparaciones que se hicieron – pequeñas reparaciones pero importantes victorias. Leyendo el artículo en el DESAFIO sobre la lucha de viviendas en Oakland me inspiró para organizar a mis compañeros inquilinos para luchar por nuestros derechos de vivienda y para que la vivienda pública siguiera siendo pública.
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La devastación del Huracán Iota
El paso del huracán Iota ha dejado muerte, inundaciones y desolación a su paso. En Centroamérica y Colombia, en la isla de San Andrés y Providencia y Santa Catalina, hubo una destrucción casi total. En el resto del país, las lluvias han aumentado en un 80%, provocando deslizamientos de tierra, inundaciones, pérdida de cultivos, muerte de trabajadores y animales. No se prevé que la destrucción disminuya hasta finales de noviembre.
Puede parecer que los trabajadores no tienen salida. Si no nos mata alguna plaga o pobreza, enfrentamos catástrofes naturales como esta o la temporada de lluvias o el fenómeno de El Niño. Los capitalistas no tienen ningún plan para proteger a los trabajadores de ninguno de estos, ya que tratan de hacernos creer que la naturaleza es inevitablemente cruel contra nosotros.
Pero lo cierto es que el culpable es el sistema capitalista racista, porque todos los recursos naturales se convierten en mercancía. No les importa envenenar el agua, siempre que conviertan los campos de una manera que satisfaga la codicia del mercado. Incluso cuando ponen en peligro a los trabajadores, los patrones capitalistas niegan el calentamiento global producido por la quema de combustibles fósiles. No se comprometen y se ríen de los más vulnerables.
En ausencia de conciencia de clase y una comprensión del materialismo dialéctico, la herramienta clave de la clase trabajadora internacional para el análisis profundo de cualquier situación, todo puede parecer inmutable y sin culpables. El Partido Laborista Progresista debe redoblar sus esfuerzos para lograr la claridad con nuestras hermanas y hermanos de la clase trabajadora de raíz de esta destrucción. Mediante el crecimiento masivo del Partido haremos una revolución para la construcción de un mundo comunista igualitario que pondrá fin a la vergüenza y muerte del capitalismo.
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