Los grandes fascistas, el ala financiera internacional del capital dentro de la clase dominante estadounidense, esta en caos y la clase trabajador esta pagando por ello. Mas de 350,000 trabajadores han muerto por la pandemia, 100,000 de ellos en EE.UU., los patrones capitalistas ahora se preparan para una, también caótica, “re-apertura” de la economía, que causara la muerte de mas millones de personas. Mientras tanto, el capitalismo se sumerge en una crisis internacional económica mas severa que durante la Gran Depresión de la década de 1930. Mientras los gobernantes imperialistas luchan por sus ganancias encaminándose hacia el fascismo y la tercera guerra mundial, cientos de millones de trabajadores alrededor del mundo enfrentan el desempleo, hambre, y el acoso de enfermedades que se podrían evitar. La desigualdad racista asesina un sin numero de trabajadores negros y latinos, desde Detroit a Tanzania, a Ecuador.
En EE.UU., muchos pequeños fascistas domésticos están en bancarrota. Su testaferro, el títere-en-jefe Donald Trump, ha hecho un llamado a la inmediata re-apertura de lugares de trabajo, iglesias, escuelas, y otras áreas publicas, aun cuando la mayoría de los estados ni siquiera han cumplido los parámetros de salud publica. Trump ha censurado las recomendaciones de los Centros de Control de Enfermedades estadounidenses y ha ignorado las diluidas guías que esta agencia por fin decidió publicar.
Los gobernadores, demócratas y republicanos y grandes fascistas demócratas, son cómplices al enviar a sus trabajadores a la muerte. El gobernador Andrew Cuomo, cuando reabría la bolsa de valores de Nueva York, sede patronal de dinero ensangrentado, decía que había que “sobrecargar” la economía (New York Daily News, 26/5). También acepto que la tasa de resultados positivos en algunas comunidades neoyorquinas es casi del 40% mientras en la ciudad de Nueva York es de un 20% (cnbc.com, 26/5) – lo que significa que no se están haciendo suficientes pruebas para controlar el contagio del virus. (Los parámetros de la administración de Trump es 10%). Los casos aumentan en el sur y centro del país. Según Imperial College London, si se relajan las regulaciones de confinamiento podría causar, para fines de julio, la muerte de otras 100,000 personas por covid-19 en EE.UU. “Existe fuerte evidencia que la epidemia no esta bajo control” (imperial.ac.uk, 21/5).
¿Cómo enfrentarían esta pandemia los comunistas? Para empezar, convenceríamos a la población de tomar un enfoque científico a la salud y la economía. Como comunistas, creemos en la ciencia. Nosotros sabemos que un aspecto importante de la revolución es acabar con las ideas anti-científicas. Después de la revolución comunista china de 1949, los “doctores descalzos” acabaron con plagas como la sífilis, equistosomiasis, y hasta la adicción a las drogas (Away with All Pests, by Joshua Horn).
Covid-19 y el Racismo
El covid-19 ha asesinado, en gran desproporción, a trabajadores negros, latinos e inmigrantes, los mismos que son forzados, por el racismo y la pobreza capitalista, a vivir en hogares hacinados, en EE.UU. y alrededor del mundo. Trabajadores negros y latinos también están en mayor riesgo de infección porque sus empleos son en áreas de mas exposición al virus: limpieza, mercados, hospitales, asilos, mataderos, y plantas de procesamiento de alimentos.
Conforme Trump moviliza a sus bases racistas para que se tomen los capitolios estatales con armas automáticas, Mitch McConnell, líder de la mayoría en el senado, se asegura que las empresas no tengan que ser responsables por los trabajadores que van a masacrar. Y los grandes fascistas no presentan ningún plan coherente para que los trabajadores puedan quedarse en casa y proteger su salud sin perder sus empleos. Desde Joe Biden, el pendejo racista, que probablemente sea el próximo presidente, hasta Nancy Pelosi la vocera de la cámara, los demócratas hacen lo mismo que Barack Obama con su rescate a los bancos del 2009. Hoy, ellos presentan el mismo “alivio” corporativo y patéticamente inadecuado, a los trabajadores.
La vida de los trabajadores, debido a la incompetencia y división patronal, depende de los títeres como Cuomo o el gobernador de Florida Ron DeSantis, quienes no quisieron confinar a la gente hasta que ya era demasiado tarde.
Los verdaderos fascistas: El Caucus Progresista del Congreso
En abril, la congresista Pramila Jayapal junto a sus compatriotas social fascistas, el senador Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, presentaron un proyecto de ley de recuperación de sueldo, para que el gobierno federal se hiciera cargo de los salarios, como muchos patrones en países europeos lo están haciendo para que la reapertura sea mas eficaz (vox.com, 17/4). Claro, ellos saben lo importante que es una clase trabajadora leal y patriota para su próxima guerra mundial. Pero, Pelosi y el líder de la minoría en el senado, Chuck Schumer, son mas leales a sus donantes corporativos, no permitieron que esa parte fuera incluida en la ley Heroes Act (theintercept.com, 19/5). En su lugar están apoyando la extensión de beneficios de desempleo y otro “único” cheque de estimulo, dejando a los trabajadores desempleados y a merced de un sistema de desempleo roto.
Republicano o demócrata, liberal, derechista, o seudo “socialista”, todos los patrones necesitan engañar a los trabajadores y alejarlos del conocimiento comunista que el sistema nunca podrá llenar las necesidades de nuestra clase. O que luchar contra el racismo es una cuestión de clase, y que solo eliminando el capitalismo podremos realmente eliminar el racismo.
China avanza
Con ambos sectores de la clase dominante estadounidense en caos mientras debaten su respuesta a la pandemia y la crisis económica, la rivalidad inter imperialista entre China y EE.UU. se ha intensificado (Yahoo Finance, 14/5/20). Richard Haass, vocero de los grandes fascistas y presidente del Consejo en Relaciones Exteriores, dijo que China debería hacerse responsable por su papel como causante de la pandemia, mientras advertía que EE.UU. y China avanzaban hacia una nueva Guerra Fría (Wall Street Journal, 7/5).
Aunque los pequeños fascistas estarían felices con un ejercito blanco mas pequeño, los grandes fascistas saben que necesitan que mas trabajadores crean en un EE.UU. multirracial dispuesto a sacrificarse e ir a la guerra cuando sea necesario. Pero, mas que nada, necesitan engañar a los trabajadores, que piensen que ellos tienen algo que ganar dentro del capitalismo estadounidense, y que tienen que luchar para proteger las ganancias patronales. Pero, China esta ganando la guerra covid-19, con una clase dominante unida, un gobierno vertical, y un fascismo abierto para disciplinar a los patrones y trabajadores.
No importa cual grupo de patrones termine en la cima, los trabajadores siempre se enfermarán del virus del capitalismo, a menos que se levanten en una revolución y tomen el poder estatal. ¡Luchemos por el comunismo! ¡Únete al Partido Laboral Progresista!
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‘Reapertura’ revela desorden de los Grandes Fascistas
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- 07 Junio 2020 100 visitas