Hasta los primeros días de junio, en México las cifras oficiales de infectados por Covid-19 superan los 110 mil contagios y 11 mil muertes. Otras fuentes como Mexicanos Primero (MP), el New York Times, SkyNews del Reino Unido o el País de España, hablan de que existe un subregistro en el número de enfermos reportados, pero principalmente estiman que las muertes son muy superiores a las oficiales. MP es el grupo patronal que, aliado con Televisa, impulsó la reforma educativa que atacó los derechos laborales de miles de maestros en el país. Ninguna cifra es la correcta porque para la clase patronal los trabajadores somos desechables, un número para golpear a su contrincante en la pelea por el botín.
Lo que las cifras del gobierno y las de sus opositores ocultan, es que los contagios y las muertes son un reflejo de la desigualdad del sistema capitalista y las contradicciones entre la clase trabajadora y la clase capitalista. La mayor cantidad de enfermos y muertos son trabajadores de los barrios marginados de las grandes ciudades, obreros de las maquilas y trabajadores de la salud -Iztapalapa, Nezahualcóyotl, Mexicali y Tijuana-. Esa diferencia es un reflejo de que su sistema criminal no puede proteger la salud y la vida de la clase trabajadora.
Aunque México tuvo el tiempo suficiente para prepararse y adquirir los equipos de protección e insumos necesarios para atender la pandemia, hace apenas unas semanas comenzaron a llegar aviones desde China y EU con toneladas de insumos. Mientras tanto miles de trabajadores de la salud se enfermaron y cientos murieron. Pero las autoridades sanitarias y el gobierno no solo fueron irresponsables para comprarlos a tiempo, también para distribuirlos; durante toda la pandemia han sido constantes las protestas del personal en los hospitales en demanda de mascarillas, guantes, caretas y trajes de protección. México ha comprado más de 56 millones de dólares en respiradores, cubrebocas, batas, guantes, etc (aristeguinoticias.com, 4/3). Esto para acallar las protestas del personal médico que han tenido que trabajar por décadas dentro de los servicios de salud pública precarizados.
El sistema de salud en México está quebrado por que la clase patronal y su gobierno, en las últimas cuatro décadas, han privilegiado el crecimiento de los sistemas de salud privados a costa de los servicios públicos. Lo que en este momento se refleja en falta de médicos, enfermeras, clínicas y hospitales en las instituciones de salud públicas. Las condiciones laborales de los trabajadores de la salud también han estado bajo ataque. Los salarios bajos y la pérdida de derechos como las pensiones e incluso el derecho a servicios médicos gratuitos lo demuestran. Muchos médicos y enfermeras tienen que laborar en más de una institución de salud pública o privada para lograr un ingreso que les permita sobrevivir.
El gobierno actual dice que está transformando los servicios de salud y la situación de los trabajadores en ese sector. Pero la realidad es otra, entre la tercera y cuarta parte de los enfermos por Covid-19 son trabajadores de la salud. Cientos han fallecido por la negligencia criminal de las autoridades sanitarias que no les han brindado los equipos y medios de protección mínimos para atender a los pacientes de Covid-19. Además para atender la demanda creciente de los enfermos de Covid-19, tienen que laborar jornadas extenuantes por la falta de personal.
El gobierno ha optado por un manejo político de la pandemia, revestido con un lenguaje pseudo científico. Todas las noches el epidemiólogo responsable de la estrategia, da estadísticas sobre el número de enfermos y de muertos, sobre pronósticos de contagios y ocupación de los hospitales que cada vez resultan menos creíbles. Lo que ha acentuado la desconfianza de muchos trabajadores sobre la existencia real del virus y el peligro que representa. Esta desconfianza es natural hacia un gobierno que siempre ha mentido para beneficiar a la clase capitalista.
Miembros y amigos del partido hemos denunciado el genocidio racista que significa la incapacidad e ineptitud del gobierno en México y del sistema capitalista para enfrentar la pandemia, la clase gobernante ha privilegiado sus ganancias por sobre la salud y la vida de los trabajadores. Solo un sistema dirigido por la clase trabajadora es capaz de poner el interés de la humanidad por encima de los intereses mezquinos de una minoría. Por eso organizamos grupos de estudio con nuestra base para clarificar estas ideas, mantenernos cohesionados y prepararnos para apoyar a los trabajadores de la salud. Ya que están luchando por mejores condiciones de trabajo y para enfrentar la pandemia(aristeguinoticias.com, 6/2).