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Carta: De Alex Flores a George Floyd, ¡claro que sí! ¡Nos uniremos y lucharemos!

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11 Julio 2020 45 visitas

En estos ulitmos siete meses, hemos estado involucrados en la lucha para darle justicia a Alex Flores, asesinado por el Departamanento de Policía de Los Angeles (LAPD) el 19 de Noviembre, 2019. Por seis semanas hemos protestado todas las noches en frente de la comisaria de la policía conocida como “Shootin’ Newton,” o los que disparan. Después que Alex fue enterrado, hemos protestado todos los viernes por la noche y no hemos perdido ni un viernes.
La ira fue creciendo mientras que nos continuaron ignorando la policía, la fiscalía, y todos los que toman decisiones sobre el caso de Alex. Redondeamos patrullas que salían de la comisaria. Tomamos control de intersecciones. Por medio de nuestra presencia constante y proselitismo, la comunidad empezó a conocernos. Cuando los políticos querían que todos se quedaran en casa, nosotros peleamos para que protestar en contra del sistema fuera un “negocio esencial.”
Mataron a George Floyd un lunes y dentro de unos días, estallaron protestas en cada estado estadounidense. Ese jueves, nuestros amigos del PLP llamaron para preguntar si queríamos viajar con ellos a Minneapolis. Nuestra respuesta fue: “¡Claro que sí!”
Dos días después, montados en un avión nos dirigíamos hacia la batalla con la preparación que recibimos estos últimos siete meses por medio de nuestra lucha. Aun no sabíamos que sería “la mejor/peor experiencia” de nuestras vidas.
Al aterrizar, fuimos directamente a la comisaria, precinto 5, donde miles estaban reunidos. Al cruzar la calle de la comisaria el banco Wells Fargo se quemaba hasta los cimientos. Eso nos chocó porque nunca habíamos visto algo parecido. Estaba cubierto en grafiti que decía “No eres nuestro dueño” y “ A la mierda el capitalismo.” Claramente representaba el odio inmenso de los trabajadores hacia el sistema racista en esa ciudad. En ese momento, ya habían empezado a regarse globalmente los incensios que empezaron en Minneapolis. Fue una gran sensación ser parte de esa lucha global.
Mirando hacia la multitud vimos a todos los presentes que podían ser cualquier persona y todos a la vez. Nos sorprendió porque nunca habíamos visto algo semejante, pero a la vez tan inspirador. Aunque no es muy factible que todos los presente conocieran a George Floyd, todavía luchaban por justicia, no tan solo para George, si no para todos los trabajadores. Entre los presentes había hombres, mujeres, transgéneros y las personas de genero no conforme. Había trabajadores musulmanes, asiáticos, latinos, negros y blancos. Había jóvenes y viejos. Y todos tenían hambre, hambre de respuestas, hambre de luchar; hambre por un cambio. Cuando empezamos a movilizar con el uso del megáfono, cienes de personas se juntaron a escuchar que el racismo y los asesinatos a manos de la policía existirían siempre dentro del capitalismo y por eso necesitamos una revolución comunista. Los trabajadores agarraban El Desafío como si se murieran del hambre y el periódico fuese la única comida al alcance. Los trabajadores gritaban nuestras consignas con puños en el aire. Muchos nos preguntaron si había una sección del partido en Minneapolis.
El sol empezó a bajar y entramos en toque de queda. Cienes a nuestro alrededor gritaban “A la mierda con su toque de queda. No nos vamos.” Unos minutos después un grupo de aproximadamente 300 personas, mayormente jóvenes, marchaban rápidamente por la calle principal. Nos metimos en el medio de la marcha y empezamos a dirigir las consignas. Estábamos nerviosos de lo que podría ocurrir. ¿Nos golpearían los policías? ¿Nos arrestarían? Pero seguimos porque confiábamos que nos cuidarían la gente a nuestro alrededor y en los miembros del partido con quien llegamos. Había tanta solidaridad a nuestro alrededor. La gente se pasaba comida, agua, gel antibacterial, anteojos protectores el gas lacrimógeno. El partido tambien tiene experiencia en este tipo de movimiento, así que continuamos y dejamos nuestro miedo atrás.
La policía no decepciono. Pusieron en alto su historial de brutalidad en contra de los que se paran en contra del sistema y atacaron nuestra marcha con gas lacrimógeno. Luego escuchamos relatos que luego fueron verificados (NPR) que la policía ponchó las llantas de carros estacionados cerca de las ubicaciones de puntos de encuentra de los protestantes. No nos disuadieron. Ese enfrentamiento con la policía, a pesar de ser temeroso, nos recordó del sistema bajo el cual vivimos y porque desesperadamente tenemos que derrocarlo. En este viaje vi claramente que el capitalismo es la causa de nuestra lucha cotidiana con tantas cosas en nuestras vidas.
En esos dos cortos días de estar ahí, se desarrolló una afinidad. Con la unidad que presenciamos, sentimos que podemos seguir peleando y sin duda lograremos causar cambio al sistema. Le llevamos el relato de Alex Flores a Minneapolis y ellos lo recibieron como que si él hubiera sido miembro de su familia. ¡El lunes hasta apareció el relato de Alex en vivo en el noticiero de la mañana en Australia!
¡Unámonos trabajadores del mundo! Durante este viaje uno de nosotros tomo la decisión de unirse a PLP y de comprometerse a pelear para el comunismo. Otro de nosotros quiere seguir aprendiendo a través de mantenerse involucrado. Pero para ambos, una cosa quedo clara: si se presentara la oportunidad de tomar otro viaje como este, los dos contestaríamos, “¡Claro que sí!”