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¡Desde Atlanta hasta Oaxaca, acabemos con la política de identidad!

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11 Julio 2020 51 visitas

El siguiente editorial fue escrito por camaradas de México para advertir a la clase trabajadora internacional sobre los peligros de la política de identidad y el liberalismo.

Desde Atlanta a Oaxaca, México, los patrones capitalistas utilizan la política de identidad y a los lideres vendidos para tratar de pacificar a las enfurecidas masas. Pero, conforme millones se rebelan alrededor del mundo, mas se dan cuenta que el problema no es “unos cuantos policías malos”. La violencia racista es parte fundamental del sistema racista de ganancias de los capitalistas. Un aparato de estado que protege las ganancias que los patrones obtienen explotando, dividiendo, y aterrorizando a la clase trabajadora internacional.
Muchos manifestantes acogen las ideas comunistas en medio de una pandemia y una depresión económica, mientras que la horrenda avaricia y la debilidad de los patrones se hace aparente. Empiezan a ver que todos los políticos y policías son nuestros enemigos de clase, sin importar el color de la piel. Y que solo una organización multirracial masiva, dirigida por la política comunista y los trabajadores negros y latinos mas militantes puede acabar con el sistema capitalista, fuente de todo el racismo y la desigualdad. ¡La peor pesadilla de los patrones es nuestra inspiradora unidad y lucha!
Linchamiento en Atlanta
El 15 de junio la policía racista de Atlanta asesino a Rayshard Brooks, un hombre negro de 27 años. ¿Su crimen? Se quedo dormido esperando en la fila de servicio al auto de Wendy’s. Este nuevo linchamiento por la policía reavivo la ira de los trabajadores negros, latinos, asiáticos y blancos, quienes quemaron el restaurante.
Los grandes fascistas del capital financiero estadounidense tratan, desesperadamente, de apagar las revueltas encaminándolas hacia la política electorera y promocionando a políticos negros al servicio de los patrones y su sistema. En Atlanta los lideres vendidos mas prominentes son: la alcaldesa Keisha Lance Bottoms, el congresista John Lewis, y el anterior alcalde Andrew Young, quien recientemente invoco la consigna racista “todas las vidas importan” y se acordó de cuando intento una “reconciliación” con miembros del Ku Klux Klan (New York Times, 19/6).
Estas marionetas patronales, son igual que los políticos negros en Sudáfrica, quienes trabajan de la mano de la blanca y vieja clase dominante del apartheid, quienes siguen explotando y asesinando a trabajadores negros. Ellos siguen promocionando la mentira que la clase trabajadora puede luchar contra el racismo patronal eligiendo a políticos que “se parezcan a mi”.
Este oportunismo de los políticos no es nuevo. Poco después que se prendieran las ultimas rebeliones ocasionadas por el asesinato, el 25 de mayo, de George Floyd, un grupo masivo e integrado de jóvenes se tomo las calles de Atlanta. Quemaron patrullas, una estación de policía y atacaron las oficinas de CNN, cuyo fundador, Ted Turner, es un multimillonario que poya a Bottoms. En vez de culpar a la policía por atacar brutalmente a los manifestantes, la alcaldesa regaño a los jóvenes negros culpándolos por la violencia, como lo hiciera expresidente Barack Obama, quien ataco a los rebeldes de Baltimore, tachándolos de “matones” después que la policía ejecutara a Freddie Gray un joven negro de 25 años, en 2015.
Cuando los jóvenes rebeldes en Atlanta ignoraron a Bottoms y las manifestaciones seguían creciendo, ella se vio forzada a despedir a seis policías que habían sido filmados disparando con pistolas eléctricas y arrastrando a dos jóvenes negros de su auto. Después, un fiscal local negro presento cargos de asesinato contra el policía racista Garrett Rolfe, quien le disparo dos veces por la espalda a Brooks. En respuesta, docenas de “policías buenos” de Atlanta, protestaron quedándose en casa “por enfermedad”.
El año pasado, cuando aun no estaban los trabajadores en las calles, Bottoms demostró su verdadera lealtad cuando un oficial negro en su propio grupo de seguridad asesino a D’Ettrick Griffin, joven negro de 18 años, por sentarse en un vehículo desocupado en una estación de gasolina. Apoyado por la alcaldesa, el fiscal del distrito dejo libre al asesino Oliver Simmons. Aun cuando en Atlanta se prohíbe, específicamente, dispararle a la gente desarmada, aunque estén huyendo. (AJC, 8/2/19). Poco después, Bottoms le otorgo a la policía un aumento de sueldo para “permitirles vivir en la ciudad de Atlanta” (CBS News, 18/6). ¡Claro, estaremos mas a salvo con asesinos como vecinos!
Atlanta es una ciudad con una mayoría negra, y a tenido una ininterrumpida línea de alcaldes negros desde 1974. Todos ellos han abierto el paso a la gentrificación, sacando a trabajadores negros pobres (AJC, 9/5/2019). Aunque la ciudad es conocida por sus capitalistas negros, tiene el mas alto nivel de desigualdad racista de cualquier otra ciudad en EE.UU. En 2018 “el 20% mas bajo en Atlanta ganaba un promedio de $9.400, mientras que el 20% mas alto recibía mas de $256,000”. La mayor parte de la clase trabajadora negra local vive en la pobreza (Statista.com 27/11/2019).
AMLO golpea con su derecha
En México, los patrones han utilizado la política de identidad para minimizar la ira y rebeliones de los trabajadores contra la extrema pobreza y los ataques racistas a nuestra clase. En las ultimas semanas hemos visto como la policía asesina a Giovanni López en Jalisco, por no utilizar mascarilla, y a Alexander Martínez, un joven de 16 años de Oaxaca. En la ciudad de México, la policía antimotines golpeo a una joven de 16 años, dejándola sin sentido en un hospital. Esos ataques son parte de la guerra de clases entre, por un lado, el oprimido, excluido y lleno de deudas, y por el otro, aquellos que protegen a los patrones y escriben las leyes que garantizan que los patrones consigan el máximo de ganancias.
La lucha contra estos asesinos y sus cómplices en el gobierno ha sido mitigada por la popularidad del partido “izquierdista” Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Comercializando con su identidad como mestizo, persona con mezcla de ancestros indígenas y europeos, AMLO ha explotado la desesperación de la población mas pobre que vive día a día con la violencia de los carteles, los brutales patrones y compañías mineras. El presidente ha desplegado la Guardia Nacional (GN) con una falsa promesa de “seguridad publica” contra los políticos corruptos y la policía federal quienes están confabulados con los traficantes de drogas. La GN salió del Departamento de Defensa, la Armada, y la policía federal, es una fuerza de batallón de guerra que por décadas ha cometido abusos contra la población y ha sofocado las protestas sociales.
Al igual que su contraparte, el terrorista en jefe estadounidense Donald Trump, el mal manejo de la crisis del Covid-19 y las desigualdades racistas del capitalismo en México han empeorado. Con sus amagos de golpes de izquierda AMLO golpea a la clase trabajadora con su derecha. Su fachada de hombre “común”, basado en parte en su identidad de mestizo, ha engañado a un gran sector de la clase trabajadora, quienes apoyan sus grandes proyectos millonarios – como el Corredor Transístmico y su Tren Maya.
Una masacre en Oaxaca
En 2006, en Oaxaca, la clase trabajadora experimento en carne propia los peligros que representa confiar en políticos mestizos. Después que los maestros lideraron una masiva rebelión para mejorar las condiciones laborales en todo el Valle Central, al tomar control de la ciudad de Oaxaca, fueron violentamente reprimidos por una intervención militar disfrazada de policía. En realidad, la fatal debilidad del movimiento fue la influencia de traidores de clase como Santiago Chepi y Flavio Sosa, quienes asumieron el liderato dentro del movimiento de maestros y desviaron la rebelión hacia negociaciones con el gobierno (https://tinyurl.com/y9dnamro). Como la mayoría de los maestros en Oaxaca, Chepi y Sosa, son de familias mestizas de la clase trabajadora.
Después de traicionar al movimiento y devolverle el control a los patrones, Chepi y Sosa prometieron reformas al convertirse en representantes electos en el gobierno municipal de Oaxaca. Sin lograr nada, Chepi y Sosa seguían creando falsas esperanzas lo cual después crea una gran desconfianza durante la elección de vendidos liberales como Gabino Cue como gobernador del estado de Oaxaca. Cue aumenta los ataques patronales contra los maestros culminando en la masacre de 2016 en Nochixtlan. Después que maestros y padres de los estudiantes bloquearan las carreteras, la policía masacro por lo menos seis trabajadores e hirió a cientos mas (La Jornada, 19/12/16).
Unámonos en solidaridad comunista
Para el futuro de nuestra clase, los trabajadores en los actuales movimientos antirracistas tenemos que rechazar las políticas de identidad que nos llevan al pacifismo, al fascismo liberal, y la guerra inter-imperialista contra nuestras hermanas y hermanos de clase. Tenemos una alternativa mejor: Únete al Partido Laboral Progresista y utiliza toda tu ira y energía para construir un partido multirracial, multi-generacional de mujeres y hombres, negros, latinos, asiáticos y blancos. Para construir un partido comunista internacional que nos alíe contra un sistema que nos oprime y asesina por los intereses del capital.
Nosotras nos dedicamos a luchar por la clase trabajadora internacional. A través de nuestra prensa, DESAFIO, nuestros grupos de estudio, escuelas de cuadros, pero mas que nada por nuestro liderato político en la lucha de masas con trabajadores antirracistas, el PLP mantiene viva la flama de las ideas comunistas desde Oaxaca a Atlanta, de Bogotá a la ciudad de México y el mundo.
¡No votes, rebélate! ¡Únete al Partido laboral Progresista!