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Pandemia intensifica sexismo capitalista

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23 Julio 2020 45 visitas

Según el New York Times (21/7), mas de 600,000 trabajadores en el mundo han muerto por la pandemia del coronavirus; según el COVID Tracking Project, (Rastreo del C0VID), solo en EE.UU., mas de 133,000 trabajadores han muerto y mas de 58,000 están hospitalizados con coronavirus. En medio de este cerco mortal, mientras los capitalistas presionan por “reabrir” su economía y sacrificar a nuestra clase para su lucro, el peso de apoyar y salvaguardad la seguridad de los trabajadores recae principalmente en las mujeres – especialmente en mujeres negras, latinas, asiáticas, indígenas, e inmigrantes.
El sistema de ganancias crea una rígida división entre la mano de obra que se paga y la que no, entre “trabajo de hombres y trabajo de mujeres” como; la limpieza del hogar, crianza de los hijos. El covid-19 ha intensificado todos los aspectos tóxicos del capitalismo y las trabajadoras son las mas vulnerables, económica y socialmente, son quienes están expuestas físicamente a los persistentes efectos del covid-19.
El capitalismo no puede existir sin el sexismo; la súper explotación y opresión particular de las mujeres. Según un reporte de Women’s Policy Research de 2018, considerando la diferencia en sueldo y responsabilidad en el cuidado de los niños, y durante un periodo de 15 años, el salario de las mujeres era de $0.49 por cada dólar de salario de los hombres (Vox, 2/4/19). Cuando los capitalistas les pagan menos a las mujeres, utilizan la desigualdad sexista para bajar los salarios de los hombres. Mucho antes que apareciera la pandemia, el sexismo ya infectaba a nuestra clase por medio de la objeción de las mujeres y la discriminación de genero contra trabajadoras gay y transexuales. Pero, lo mas importante, el sexismo divide a hombres y mujeres y fractura nuestra lucha.
Solo bajo el comunismo, cuando habremos abolido el dinero y destruido la plusvalía extraída de la mano de obra, veremos la convivencia colectiva igualitaria. Es entonces que nos liberaremos de las cadenas sexistas y racistas.

El valor del trabajo sin pago

Aun cuando la tasa de mortalidad de trabajadores hombres por covid-19 es mas alta que de trabajadoras, las mujeres “son mas de la mitad de los trabajadores con bajos salarios en cada estado, poniéndolas en posiciones particularmente vulnerable conforme la economía desecha empleos de forma nunca antes visto. Casi el 90% de enfermeras son mujeres, también son la mayoría de quienes cuidan niños, trabajan en la limpieza, sirvientas, asistentes de enfermería, trabajadoras de la salud en el hogar, cuidado de ancianos y centros de rehabilitación (NBC News, 20/4).
Internacionalmente, las mujeres son golpeadas mas fuertemente por las desigualdades racistas, sexistas y de violencia, arma letal que los patrones utilizan contra nuestra clase. Miles de mujeres que trabajan en asilos y hospitales perecen por la negligencia capitalista y la falta de equipo protector. Millones mas están desempleadas porque las industries en donde trabajaban han sido destruidas por la pandemia o la necesidad de quedarse en casa con sus hijos de edad escolar. En EE.UU., el 55% de los 20.5 millones que han quedado desempleados son mujeres, con la tasa mas alta de desempleo entre las mujeres negras y latinas (NPR, 9/5). En India, las mujeres son mas propensas a perder su empleo, y presionadas a matrimonios arreglados, lo cual limita su autonomía futura (NYT, 15/7). En Gran Bretaña, las trabajadoras negras y asiáticas reportan tener mas problemas alimentando a sus familias (fawcettsociety.org). De EE.UU. a México, a Sudáfrica, los reportes de violencia domestica se han disparado.
Alrededor del mundo, a diario, las trabajadoras hacen 12.5 mil millones horas de trabajo, sin remuneración. Si se valorara su trabajo con un salario mínimo, su contribución representaría por los menos $10.9 billones al año, mas de tres veces el tamaño de la economía global de la industria tecnológica (OxFam International).

Atención medica sexista empeora la crisis

Bajo el capitalismo, la atención medica no solo es terrible sino también notablemente sexista y racista. Estudios muestran que las mujeres tienen mas probabilidad de ser inadecuadamente tratadas por dolor o demencia (Guardian, 20/11/17) y sufrir una tasa mas alta de muerte después de un ataque al corazón (MedCity News, 4/5/19). Dos de tres muertes maternas por embarazo podrían ser prevenidas con atención medica adecuada (NYT, 13/7).
Aun antes del covid-19, las mujeres negras en EE.UU. ya padecían la letalidad del sexismo y racismo en el sistema de salud. Tenían 243 veces mas posibilidades de morir de enfermedades relacionadas al embarazo que mujeres blancas, 22% mas de enfermedades del corazón, y 71% mas de cáncer cervical (npr.org, 7/12/17). Esta situación criminal se ha empeorado con la pandemia. En abril, a Deborah Gatewood, una enfermara negra que trabajo por 31 años en un hospital de Detroit, los doctores le negaron tratamiento, cuatro veces, y murió de covid-19. La negligencia asesina es predominante en un sistema que “rutinariamente trata el dolor y sufrimiento de la gente negra con menos seriedad que la de otros pacientes. Es el resultado irracional, anticientífico de presunción que [doctores] tienen sobre la gente negra, la cual sus escuelas de medicina y hospitales no los ha forzado a desechar” (Guardian,4/5).

Las mujeres negras son clave para la revolución

Mientras trabajadores negros y latinos se enfrentan a la violencia policial y son asesinados por la policía, muchas veces son las madres y hermanas, de estos trabajadores, quienes marchan al frente y lideran la lucha. ¡Ellas son las guerreras y lideres que necesitamos contra el sexismo y racismo!
Desde diciembre 2019, la familia de Alex Flores, quien fue asesinado por la policía de Los Ángeles, ha estado luchando. El liderato político y organización de sus marchas es principalmente liderado por las mujeres de la familia Flores. Muchos de sus esposos se quedan en casa al cuidado de los hijos, un gran ejemplo de lo que seria la vida familiar bajo el comunismo, donde todo el trabajo es colectivo.
En Brooklyn la familia de Shantel Davis, asesinada por la policía de Nueva York en 2012, continúa liderando la lucha antirracista en nombre de Shantel y muchos otros asesinados por el capitalismo. La semana pasada, recordamos y continuamos la lucha por Kyam Livingston, una madre de 37 años asesinada por la negligencia medica dentro de una estación de policía en 2013. Por siete años, la familia, con el liderato de la madre de Kyam, ha dirigido la lucha y demandado responsabilidad patronal.

El feminismo capitalista no es anti-sexista

Solo una revolución masiva de la clase trabajadora, dirigida por un partido comunista revolucionario podrá liberar a nuestra clase. Las trabajadoras debemos dudar de las mujeres politiqueras que han surgido para servir a la clase capitalista. A ellas se les ha dado “poder” para utilizarlo en contra nuestra.
La vergonzosa carrera de Hillary Clinton líder mentirosa, campeona de las encarcelaciones masivas y el empobrecimiento de quienes reciben welfare, nos han mostrado que el feminismo y la política liberal de identidad no le sirven a la clase trabajadora. El llamado a romper el “techo de cristal” en el mundo corporativo es apoyado por los gobernantes capitalistas, porque estas ideas retrogradas están diseñadas para confundir las lealtades de las trabajadoras y canalizar nuestra ira anti-sexista hacia el individualismo y el vacío de la reforma electoral.
¿Es esto anti-sexista? ¡No!
Michelle Obama, proclamada como la mas alta expresión de feminismo, de “excelencia negra”, animaba a trabajadoras a votar por Clinton, diciendo: “La candidata mejor calificada de esta ultima carrera era una mujer…aunque no era perfecta, pero era mucho mas perfecta que muchas de las alternativas” (Newsweek 5/4/18).
¿Es esto anti-sexista? ¡No!
En 2019, Lori Lightfoot, anterior asistente de Fiscal de EE.UU., se convirtió en la primera alcaldesa negra, que se identifica como lesbiana, de la ciudad de Chicago. Después ataco la huelga de maestros en toda la ciudad, se negó a aumentar el presupuesto y emplear mas personal mientras le daba mas de mil millones de dólares, de los impuestos de los trabajadores, a compañías privadas de desarrollo de bienes y raíces (ver DESAFIO, 20/2). Al atacar a trabajadores en su mayoría mujeres, Lightfoot también ataco a quienes serán los mas afectados, los estudiantes.
¿Es esto anti-sexista? ¡No!

La revolución comunista es anti-sexista

El Partido Laboral Progresista lucha contra el sexismo y el feminismo capitalista. Es importante atacar las practicas sexistas y comprender como, las crisis capitalistas, aumentan la súper explotación sexista de sectores de la clase trabajadora.
Como mujeres trabajadoras luchamos internacionalmente para mantenernos, y a nuestros hermanos y hermanas de clase, vivas. Debemos continuar la lucha por un mundo que siga su liderato. Mas que todo, debemos estar alerta en cuanto a lideres engañosos liberales que tratan de pacificar nuestro llamado a la revolución con migajas reformistas y promesas de sentarnos en la mesa de los patrones.
¡Trabajadores del mundo, unámonos para aplastar este maldito sistema de ganancias!