La consistente amenaza de guerra entre los patrones estadounidenses y los patrones chinos, hace que la clase dominante estadounidense se mueva rápidamente hacia el fascismo dentro del país. El uso de la policía federal para atacar a manifestantes en Portland ha puesto de manifiesto ese fascismo. Mucha gente tiene la esperanza de que eligiendo a Biden y poniendo a los políticos liberales, lideres del partido demócrata, nuevamente en control de la Casa Blanca pueden evitar el fascismo. Pero los patrones liberales que apoyan a los demócratas es el sector mas grande y desesperado de la dividida clase dominante estadounidense, y ellos arremeterán con el fascismo cuando se vean mas desesperados frente a una situación mundial cada vez mas volátil. Elegir a Biden o los demócratas no evitara que la clase trabajadora sufra. Conforme el capitalismo se hunde mas en la crisis, nuestro único camino es la lucha por la revolución comunista.
El Futuro del Capitalismo Estadounidense es el Fascismo
El fascismo surge cuando la crisis entre los imperialistas lleva al capitalismo a prepararse para la guerra con una forzada disciplina de sus propias filas y de la clase trabajadora. Los grandes fascistas estadounidenses ya no son el poder dominante que han sido y no pueden gobernar como antes. Los grandes fascistas son el ala principal de la clase dominante, centrada dentro del capital financiero. Entre ellos están entes como el JPMorgan Chase e importantes industrias como Exxon Mobil, los cuales tienen intereses internacionales masivos, ellos están siendo desafiados alrededor del mundo, y están perdiendo.
Para mantener su posición; los patrones utilizan el fascismo para tratar de controlar la lucha interna entre facciones de la clase dominante, para disciplinar a su propia clase y forzar a la clase trabajadora a aceptar y unirse a los patrones en sus preparaciones económicas y políticas para la guerra. Bajo esta presión, la clase capitalista recurre a las herramientas del fascismo, específicamente aplastando la disidencia dentro de sus filas y dentro de la clase trabajadora, lograr sus objetivos y asegurar, hasta cierto punto, el apoyo popular de los trabajadores para morir y pelear en su masiva guerra imperialista.
Los grandes fascistas probablemente aplasten a los pequeños fascistas
Los pequeños fascistas, representados por Koch, De Vos y la familia Mercer, entre otros, adquirieron su fortuna a través de industrias nacionales, incluyendo energía e inversiones en petróleo y gas natural domestico. Su tipo de fascismo depende de una base racista y predominantemente blanca, no le importa la ira y divisiones que genera entre las masas de trabajadores. Su enfoque es depender de un ejercito mas blanco y pequeño mientras defiende un imperio disminuido. Usan el racismo a la vieja usanza del KKK, para construir un movimiento que derroque a los grandes fascistas. Si se quedan en la Casa Blanca, Trump y su sequito de pequeños fascistas atacarán brutalmente, como lo hacen ahora, a la clase trabajadora, aunque, probablemente perderán frente a los grandes fascistas, quienes preparan su propio estilo de fascismo.
Los grandes fascistas tratan de crear las condiciones que les permitan construir un ejercito multirracial que combata y muera en la guerra contra China y/o cualquier otro imperialista. Los grandes fascistas liberales también están dispuestos a aplastar la disidencia entre la clase trabajadora. Desde el asesinato de George Floyd en mayo, la policía, bajo el mando de los alcaldes liberales de Minneapolis, Atlanta, Chicago, Nueva York y Portland han enfrentado las rebeliones y protestas multirraciales con extrema violencia. Estos liberales dicen querer reformar a la policía, pero los apoyan cuando estos atacan violentamente a los manifestantes. Ah, pero ellos se dan cuenta que necesitan que los trabajadores negros y latinos acepten la conscripción obligatoria y que acepten un gran numero de bajas sin protestar.
Los grandes fascistas no han podido disciplinar a sus miembros dentro de su propia ala de capitalistas. Muchos de los capitalistas están tan absortos acumulando fortunas personales que no les preocupan las necesidades de la clase dominante. En preparación para la guerra los grandes fascistas necesitan hacer grandes cambios sociales. Tienen que lograr que la industria de la salud rescinda de mucho de sus ganancias para mejorar mínimamente la salud de la clase trabajadora. Los patrones de bienes raíces deberán de limitar su codicia y deshacer un poco de la segregación racista en los barrios y escuelas que aumentan el valor de la propiedad.
Así mismo, la industria tecnológica deberá acceder a las necesidades de guerra de los grandes fascistas por controlar el internet y dejar de aceptar dinero de los pequeños fascistas y los patrones chinos y rusos. Cuando los demócratas se tomaron la Cámara de Representantes después de las elecciones del 2018, lanzaron su ofensiva para gobernar a estos indisciplinados capitalistas. Los cuatro gigantes de la industria, Jeff Bezos de Amazon, el hombre mas rico del mundo, con $181 mil millones, Tim Cook de Apple, con $625 millones, Mark Zuckerberg de Facebook con $86 mil millones, y Sundar Pichai de Google con $1.2 mil millones estuvieron en una audiencia en la Cámara (NYT 31/7). Eran investigados bajo las leyes anti monopolios, podrían ser divididas en varias compañías mas pequeñas, pero, la meta, es que ellos estén bajo el control de los grandes fascistas.
Los grandes fascistas son mas peligrosos
Los grandes fascistas saben que tienen que ganar la base mas grande de apoyo entre la clase trabajadora. La creación de un enorme ejercito requiere de la participación no solo de hombres y mujeres blancas sino de negros latinos e inmigrantes. Actualmente el 60% del ejercito es blanco y en los rangos mas altos llega hasta el 80% (CFR, 31/7). Integrar extensamente el ejercito es una necesidad estratégica para que los grandes fascistas obtengan apoyo popular para la guerra.
Por eso recientemente el Departamento de Defensa, se mostró en oposición directa con Donald Trump y los pequeños fascistas prohibiendo la bandera confederada en todas las bases militares; la decisión de cambiar el nombre a las bases militares que actualmente tienen nombres de generales confederados; y una disculpa de parte del general Mark Milley Comandante en Jefe del Estado Mayor Conjunto y Mark Esper del departamento de defensa por su participación al llamar a las fuerzas armadas a Washington DC en junio (WP 11/6). Su mensaje es claro – el ejercito estadounidense no será utilizado para avanzar la causa de los pequeños fascistas, la sangre y esfuerzo de nuestra clase esta reservada para sus necesidades.
Los patrones construyen la guerra, nosotros debemos construir la revolución comunista
El capitalismo en crisis trata de asustar y obligar a nuestra clase a pelear por un lado o el otro. De la única forma como podemos luchar por nuestros intereses como clase trabajadora es construyendo un movimiento revolucionario comunista para derrocar el capitalismo y crear una sociedad que llene las necesidades de los trabajadores del mundo. El PLP esta construyendo ese movimiento.