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Colombia: por Javier, ¡acabar con este sistema racista!

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04 Diciembre 2020 129 visitas

BOGOTÁ, COLOMBIA--La muerte brutal en el caso reciente de Javier Ordoñez, a manos de la policía, fue el hecho que reboso la copa. El video de su interacción inicial, que se compartió ampliamente en las redes sociales, muestra a Javier Ordóñez suplicando “por favor, no más” mientras los agentes lo electrocutaban repetidamente con una pistola paralizante. Murió más tarde de las heridas en la cabeza supuestamente infligidas mientras estaba bajo custodia policial. La juventud indignada arremete en contra de la policía y los CAI (Comando de Atención Inmediata), destruyen todo a su paso, en varios sectores de la ciudad, en donde algunos aprovechan para saquear, vandalizar, y destruir. La policía dispara indiscriminadamente matando a 11 civiles en la capital Bogotá y tres en Soacha y otras ciudades del país. Allí se extendió la misma situación de la capital.
En Colombia gobierna desde hace más de 60 años una clase política narco paramilitar corrupta, en donde se comete cualquier barbaridad por los gobernantes y la clase burguesa. Todo queda impune y cada día se acentúa. Todos los poderes han sido permeados y nos hemos acostumbrado a ello. La clase obrera desprovista de conciencia de clase, que es la llamada a dirigir los destinos del país por ser la clase antagónica a la que gobierna, han sido cómplice y no ejercen su papel histórico en Colombia ni en el mundo. El capitalismo está en crisis y no es capaz de solucionar las mínimas condiciones básicas de sobrevivencia de la clase obrera. Para mantenerse utiliza todas sus lacras, propias del sistema: sexismo, racismo, individualismo, persecución, encarcelamientos, asesinatos etc., Estas condiciones para nuestra clase en Colombia y en el mundo son muy semejantes.
EE. UU. es el campeón del racismo, individualismo, sexismo, persecución, torturas, encarcelamientos, asesinatos entre otros, en especial de negros, inmigrantes y latinos en toda su historia. Últimamente hemos visto los asesinatos frecuentes de muchos negros por la policía quedando impunes por el estado, la policía colombiana reproduciendo los mismos patrones de conducta de éstos, aplican sistemáticamente la fuerza bruta, la tortura, masacres, desapariciones, de toda clase de líderes y de jóvenes en muchas partes del país. Se ha recrudecido en el gobierno del presidente Iván Duque, fiel alumno del expresidente, exsenador Álvaro Uribe Vélez, pionero de todas las barbaries por todos conocidos durante muchas décadas, sus actos están en la impunidad.
La policía profesional en el arte de infiltrar las protestas utiliza a muchos de sus miembros para desatar el caos, para deslegitimar cualquier acción lícita, para el estado poder entrar a perseguir, judicializar. Es así como los altos mandos policiales con la fiscalía hablan de conexión de los jóvenes con grupos al margen de la ley como el ELN, las FARC entre otros, tendiendo una cortina de humo, para desatar la persecución y judicialización en contra de estos. La alcaldesa de Bogotá y la población en general indignados piden reformas a la policía, el ministro de la defensa y el congreso para apaciguar los ánimos aceptan la petición.
Los indígenas se movilizan en contra de las masacres, el martes las centrales obreras, profesores, estudiantes, grupos sociales, se movilizan en varias partes del país, por la posible reforma laboral, pensional entre otras.
Los acontecimientos del 9 de septiembre que se dieron a partir de la muerte de Javier Ordoñez, no fue un hecho preparado, organizado, discutido, sino que se dio por la indignación, el repudio, fue espontáneo. El espontaneísmo, fenómeno que no está sujeto a ninguna preparación, ni dirección es parte de la euforia, del calor del momento de las circunstancias, del momento, que no da tiempo de pensar, de discutir, es anti Marxista, antidialéctico. Que por ende está sujeto a cometer errores. El partido no le apuesta a este tipo de fenómenos que no tiene ningún acerbo político e ideológico, que no tiene futuro. Todo lo que no se prepare con antelación, que no esté sujeto al análisis, a la discusión, estará destinado al fracaso y esto fue lo que pasó. Por la preparación de todos los actos que involucren a la clase obrera, siempre adelante.