Miles de trabajadores en Myanmar (antes conocida como Birmania) se han tomado las calles desafiando al Tatmadaw, el ejercito matón que ha gobernado el país en los últimos 60 años. En un golpe de estado, el 1º de febrero, los Tatmadaw arrestaron a Aung San Suu Kyi, la pseudo-líder civil racista y su partido Liga Nacional por la Democracia (LND). Los manifestantes demandan su libertad y el regreso a la democracia. Pero no nos equivoquemos, la democracia nunca liberara a la clase trabajadora de los horrores del capitalismo.
Bajo una sociedad de clases, la clase gobernante dicta sobre todos los demás. Bajo el capitalismo, una dictadura capitalista gobierna por el máximo de ganancias y da el poder a unos cuantos explotando a la clase trabajadora internacional. Las elecciones “demócratas” son una charada de los patrones liberales que se usa para esconder la violencia de su gobierno. Debemos luchar por la dictadura de los trabajadores – el comunismo. Solo entonces, los trabajadores podrán tener control sobre su sociedad y sus vidas.
El actual conflicto en Myanmar, uno de los países mas pobres de Asia, es entre dos enemigos de la clase trabajadora. Es una lucha por ver cual grupo de patrones gobernara el país y se llenara los bolsillos de ganancias robadas a los trabajadores. También es una lucha para ver a cuál poder imperialista se aliará Myanmar, ¿China o EE.UU.? Lo que ocurre en este pequeño y pobre país es parte de la tendencia hacia el fascismo y la guerra mundial en todo el mundo.
Los trabajadores no deberíamos tomar parte en este pleito. Apoyar a un lado u otro lleva a nuestra clase a los brazos asesinos de la clase gobernante capitalista. Nosotros tenemos una mejor alternativa, canalicemos la militancia masiva que han demostrado los trabajadores en las calles, desafiando los toques de queda y esquivando las balas y los tanques de agua, para organizar un movimiento comunista internacional para aplastar el sistema racista de ganancias ¡de una vez por todas!
Rivalidad inter-imperialista y la creciente inestabilidad
Myanmar es una importante pieza del rompecabezas de la rivalidad entre China y EE.UU. La toma del gobierno por el ejercito, “enfrenta las estrategias políticas de los dos poderes. Y empuja a Myanmar al frente de una competencia geopolítica, por el liderato global, cada ves mas tensa (Wall Street Journal 2/2).
Para China, Myanmar es una pieza importante en su iniciativa Franja y Ruta, una estrategia para extender la influencia china en Asia, África, Europa y Oceanía, continente dominado por Australia. El corredor Bangladesh-China-Myanmar le da a China una alternativa para el transporte de su petróleo y gas a través del vulnerable Estrecho de Malaca. También muestra la caída del poder estadounidense en el sudeste de Asia. “el gobierno chino…ve el golpe como ‘un momento de oportunidad’ para socavar los logros de EE.UU. y otras naciones asiáticas durante la vacilante apertura democrática de Myanmar” (New York Times, 5/2).
Con el desastre de Donald Trump, el desempleo masivo, y una respuesta fallida a la pandemia del covid-19 por ambos, republicanos y demócratas, EE.UU. se encuentra en caos. Hace mucho que perdió su superioridad “moral”. La nueva administración Biden podría aumentar las sanciones contra los generales de Myanmar para tratar de que regrese Suu Kyi, quien ha sido un poco amigable con EE.UU. mientras mantiene sus opciones con China. Pero según el Wall Street Journal (2/2), “mas sanciones estadounidenses tendrían solo un impacto marginal sobre el ejercito birmano…” Con China y otros socios comerciales asiáticos a la mano, el Tatmadaw tiene poco que temer de las amenazas estadounidenses.
Es decir, la democracia liberal estadounidense esta perdiendo terreno. EL ataque al Capitolio del 6 de enero mostro el problema inmediato mas grande de los patrones, la división dentro de su propia clase. Antes de enfrentarse a China, donde los patrones tienen la ventaja del fascismo abierto, los patrones estadounidenses tienen que poner orden en su casa; lo que significa, mas fascismo en EE.UU.
La desunión de la clase gobernante lleva al golpe
Los trabajadores en Myanmar tienen un largo historial de gobiernos militares brutales. El imperialismo británico “…reacomodo las jerarquías étnicas y raciales de la nación para poder extraer mas ganancias…” (Foreign Affairs, mayo/junio 2020). Después de obtener su independencia en 1948, el ejercito de Myanmar estuvo en el poder sin oposición hasta 2011, cuando entraron en negociaciones con el partido civil de Suu Kyis. Imitando la brutalidad racista de sus colonizadores, ellos planearon el genocidio contra los musulmanes roiga.
Las atrocidades contra los roiga incluían asesinatos en masa, “asesinatos de bebes, violaciones masivas, y aldeas enteras calcinadas…miles de roiga han sido asesinados y tres cuartos de millón han sido desplazados a barrios miserables de Bangladesh” (NYT, 11/12/19). Para mantenerse en el poder, Suu Kyi negó las atrocidades racistas militares y los defendió diciendo que era una campaña contra insurgentes o terroristas” (NYT, 11/12/19). Pero ambos lados se pelearon cuando el LND gana, con un alto margen, las recientes elecciones y el ejercito siente que su control podría estar en peligro.
Suu Kyi, Pseudo líder, liberal racista
La brutalidad del ejercito de Myanmar es obvia. Pero los gobernantes liberales, como Suu Kyi, apologista genocida, son aun mas peligrosos para la clase trabajadora. Son alabados por los patrones liberales del mundo por su compromiso a la “democracia”, Suu Kyi hasta gano el permio Nobel de La Paz en 1991.
Tal como Alexei Navalny de Rusia, o Juan Guaido de Venezuela, y hasta Biden mismo. Suu Kyi es parte de un grupo de pésimos lideres. Confiar en cualquiera de estos patrones liberales solo nos lleva a apoyar a los gobernantes estadounidenses y su lucha inter-imperialista contra China por el dominio sobre los recursos y mano de obra mundial.
Los trabajadores no tenemos vela en este entierro
La lección de Myanmar es que no existe patrón bueno. “Grupos étnicos y religiosos minoritarios que han sufrido de la violencia en manos de Tatmadaw por décadas…no vieron gran cambio bajo el liderato del LND de Aung San Suu Kyi (Foreign Policy, 10/2).
Pero, ¡la clase trabajadora tiene otra opción! Trabajadores en Asia, desde China a Vietnam a Myanmar, tienen una gran tradición de lucha contra el imperialismo, con liderato comunista. Los trabajadores cometieron un error al acoger el nacionalismo, sus sacrificios fueron desperdiciados por un grupo de patrones locales. Ya es hora de luchar por la verdadera alternativa, un partido comunista internacional. El Partido Laboral Progresista (PLP) esta organizando para convertir las guerras imperialistas en revolución para liberar a la clase trabajadora. Únetenos!
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Guerra Patronal en Myanmar: Racista contra Racista
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- 18 Febrero 2021 125 visitas