Ciudad de Nueva York, Junio 30—Más de doscientos trabajadores jubilados enojados de la ciudad de Nueva York se manifestaron bajo un calor de más de 95 grados Fahrenheit contra la privatización de su seguro médico de Medicare (ver DESAFÍO, 6/23). Los miembros del Partido Progresista Laboral han estado contribuyendo activamente en esta lucha durante décadas. Fue alentador ver a los manifestantes cuya edad promedio estaba ciertamente por encima de los 70 años luchando en contra por esta causa. ¡Estaremos jubilados, pero no vencidos!
Bajo el sistema capitalista, no se garantiza la atención médica adecuada para todos los trabajadores. Los beneficios de salud por los que han luchado los trabajadores de hoy y de antes de esta ciudad se están erosionando y sus costos están siendo asumidos cada vez más por nosotros. Esto significa que hay copagos más altos para citas médicas y medicamentos recetados y opciones de atención médica más limitadas. Los recortes que enfrentamos hoy son parte de una pendiente resbaladiza de recortes que sufren los trabajadores a nivel mundial y que tiene mucho que ver con la creciente rivalidad entre las principales potencias capitalistas del mundo. Los imperialistas chinos y rusos están desafiando al imperio estadounidense en todo el mundo. Por ejemplo,
la estación espacial china y los ciberataques rusos; existe una creciente influencia rusa en el Medio Oriente y la expansión económica china en toda África y América Latina. A medida que los capitalistas estadounidenses se preparan para la guerra, los gobiernos que este país controla, tienen cada vez menos dinero para las necesidades de los trabajadores, como la atención médica.
La desigualdad del capitalismo y el racismo se han mostrado en muchas luchas en torno a los asesinatos policiales racistas y cómo Covid-19 ha afectado los resultados de salud. Los trabajadores de la ciudad de Nueva York con salarios más bajos, quienes son desproporcionadamente más negros y latinos, serán los más afectados por los cambios en la atención médica. Los copagos anuales máximos de $ 1,500.00 por persona, serán ciertamente más difíciles de pagar para un guardia de tránsito escolar retirado cuya pensión más el seguro social pueden ser menos de $ 10,000.00, que para un administrador municipal jubilado cuyos ingresos probablemente sean al menos diez veces mayores.
Comenzando en el distrito financiero de Nueva York, marchamos hacia varias sedes sindicales y a la oficina de relaciones laborales de la ciudad de camino a la municipalidad. Esta ruta subrayó la asociación de los falsos líderes sindicales y los jefes de la ciudad para orquestar este ataque a nuestra atención médica. Su asociación se basa en el apoyo de ambos al sistema capitalista. Los líderes sindicales, quiénes están comprados, usan su influencia para alejar la rabia de la clase trabajadora de luchas directas como huelgas y la llevan a los brazos de políticos que no son más que  títeres del estado capitalista. Los jefes capitalistas y sus títeres políticos tienen que acabar. Los trabajadores tienen que pasar de protestar a dirigir la sociedad. Esto significa el poder de la clase trabajadora, en otras palabras, comunismo.
La manifestación de hoy, las confrontaciones de los falsos líderes en las reuniones sindicales y una petición en línea que más de 23.000 trabajadores han firmado son muestra de la ira y la lucha que están vivas y coleando. Sin embargo, el capitalismo necesita la desigualdad y el racismo para existir, por esto nunca proporcionará una vida digna a todos los trabajadores. Es por eso que el Partido Progresista Laboral se está organizando para acabar con el capitalismo y crear una sociedad comunista que sirva a las necesidades de todos los trabajadores.