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Condiciones del sistema de salud capitalista enferma a los trabajadores

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09 Agosto 2021 58 visitas

CHICAGO, 13 de julio — Hoy marca el final oficial de una huelga de 18 días de trabajadores del condado de Cook contra los jefes racistas y sexistas de la ciudad. Más de 2.500 trabajadores con diferentes profesiones se unieron en diferentes lugares de trabajo para luchar contra los recortes salariales para aumentar las ganancias de la junta del condado. La mayoría de estos trabajadores son mujeres negras y latinas, lo que muestra otro claro ejemplo de la perspectiva del Partido Laboral Progresista (PLP) de que las más explotadas y oprimidas bajo este despiadado sistema capitalista son las más dispuestas a organizarse para su destrucción.
Los trabajadores en huelga del sistema del condado de Cook han luchado fuertemente, afirmando su dignidad y su gran poder frente a un sistema que no está diseñado para satisfacer las necesidades de la clase trabajadora. Pero incluso los logros de la huelga más militante y prolongada pueden y serán embotados o incluso borrados, siempre que el sistema de ganancias, capitalista y racista permanezca intacto.
Los miembros del PLP se han enorgullecido de apoyar esta lucha, marchando en los piquetes, distribuyendo folletos y copias de DESAFÍO mientras conversan con los huelguistas. Los trabajadores están luchando por un mejor convenio con los jefes del condado de Cook y, sin duda, están aprendiendo de su experiencia. En el PLP alentamos a todos los trabajadores a unirse a la lucha por una sociedad comunista igualitaria para acabar con el racismo y el sexismo de una vez por todas.
Una tendencia racista con la que la clase trabajadora ha estado lidiando es una reducción significativa de los servicios para los hospitales que en el bajo el capitalismo son llamados de la “red de seguridad”. Estas instituciones financiadas con fondos públicos se ocupan principalmente de trabajadores sin seguro o con un seguro insuficiente, y quiénes la mayoría son negros, latinos e inmigrantes.
Estos recortes han demostrado ser devastadores para los resultados de salud de los trabajadores, con una esperanza de vida que varía hasta 30 años entre diferentes vecindarios (Chicago Tribune, 5/6/19).
En la mayoría de estos casos, especialmente en Chicago, son los grandes jefes liberales fascistas los que lideran el ataque a nuestra salud y bienestar. Esta gran ala fascista de la clase dominante estadounidense (ver el glosario en la página 6) utiliza políticas de identidad y un lenguaje que suena progresista como medios para engañar a los trabajadores y que apoyen políticas pro-capitalistas. La presidenta de la Junta del Condado de Cook, Toni Preckwinkle, y la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, ambas mujeres negras, han encabezado la demanda contra los trabajadores en huelga en el campo de la salud y la educación, así como contra los manifestantes antirracistas en los últimos años.
La verdad es que los jefes capitalistas de cualquier ala tienen poco o ningún interés en financiar los servicios públicos que sirven a los trabajadores. A medida que los patrones estadounidenses observan el ascenso de sus rivales en Rusia y China, se ven presionados a canalizar más billones de dólares en su máquina de guerra. Entienden que las contradicciones de su sistema sólo pueden resolverse en última instancia, en la arena de la guerra imperialista global, el asalto más mortal contra la clase trabajadora internacional.
Los trabajadores representados por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) Local 73 incluyen a muchos de los trabajadores peor pagados del sistema público del Condado de Cook. A pesar de las dificultades financieras que sin duda implican una huelga prolongada y que los organizadores sindicales no lograron involucrar a los pacientes y la comunidad, estos trabajadores se mantuvieron valientemente comprometidos con la causa.
A cambio de su compromiso, lo máximo que los líderes de SEIU pudieron reunir, fue un paupérrimo fondo de huelga de 50 dólares por trabajador. Compare esta escasa cantidad con el millón de dólares que SEIU donó a la campaña de la alcaldía de Preckwinkle en 2018 (Herald and Review, 10/12/18). ¡La dirección sindical contribuyó activamente al mismo enemigo de clase con el que luchamos hoy!
Pero tal colaboración no debería sorprendernos cuando consideramos el papel general de los sindicatos bajo el capitalismo. Su propósito es mantener la lucha de la clase trabajadora dentro de límites aceptables para los patrones, generar lealtad y dependencia hacia los políticos capitalistas y sus tribunales, y negociar los términos de explotación en nuestro trabajo. Por su naturaleza, nunca desafiarán al capitalismo y su desenfrenada desigualdad y desempleo; solo un PLP comunista de masas puede hacer eso.
Una sociedad comunista es una sociedad sana
Independientemente de las deficiencias, la huelga del condado de Cook ha tenido un impacto motivador en las vidas de innumerables trabajadores. Sin duda, ha estimulado a nuestro colectivo PLP local a luchar más allá de nuestros límites a fin de seguir con nuevos contactos y plantear la política comunista de manera más amplia.
No necesitamos un sistema que se encargue de las necesidades de los multimillonarios: el sistema capitalista. Necesitamos una sociedad comunista en la que compartamos por igual los frutos de nuestro trabajo. Es un sistema en el que los trabajadores somos valorados, un sistema donde el sexismo y el racismo sean erradicados, y la buena salud y cuidado médico sean compartidos por todos.