HAITÍ, septiembre 19—Casi un mes después de que un terremoto devastador golpeara a Haití, los trabajadores en la región del suroeste continúan luchando para reconstruir sus vidas bajo condiciones de suprema explotación y vulnerabilidad. Mientras que la clase dirigente ha abandonado estos esfuerzos, camaradas del Partido Laboral Progresista (PLP) continúan luchando y solidarizándose con los hermano de la clase trabajadora internacional. Con un entendimiento comunista de que las necesidades humanas básicas como refugio, comida y agua deben estar disponibles para todos sin costo alguno, nuestros camaradas están trabajando mancomunadamente para salvar una infraestructura que ya estaba en ruinas antes del terremoto. Sin embargo, solamente a través de años de compromiso y por medio de una revolución comunista, los trabajadores del mundo vivirán en condiciones equitativas.
Los desastres antinaturales destruyen
Casi todas las mañanas y noches, los camaradas, amiguos y familiares de les miembros del PLP se reúnen con compañeros de trabajo en Haití para estudiar el desastre y colaborar no solo en soluciones inmediatas sino también para discutir cómo el sistema de ganancias capitalista es responsable de estas condiciones miserables y ofensivas.
Lo que los gobernantes y sus lacayos en la prensa burguesa llaman “desastres naturales”, como terremotos, inundaciones y tormentas, son en realidad el producto de la destrucción del planeta por parte del capitalismo y, además, de la distribución desigual de la riqueza, los bienes y las necesidades básicas, a expensas de nuestra clase.
Los escombros que dejan estos “desastres antinaturales” son un reflejo de cuán desechable la clase dominante trata la vida de la clase trabajadora. Un terremoto de magnitud similar (7.2) en un país capitalista más “desarrollado” o en una zona menos obrera produciría potencialmente menos daños y dejaría menos muertos. Bajo el capitalismo, no podemos separar raza y clase y, por lo tanto, en áreas “subdesarrolladas”, es el racismo y el afán de lucro lo que conduce a tasas más altas de muerte y destrucción. Bajo el comunismo, un sistema igualitario donde las necesidades de los trabajadores son primordiales, de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad, garantizaríamos que hasta que podamos corregir los errores ambientales que ha causado el capitalismo, como mínimo se cuidará de todos los trabajadores.
Apoyo internacional en acción
Cuando sus casas fueron destruidas por el terremoto, los trabajadores aquí se vieron obligados a buscar refugio debajo de pequeñas estructuras hechas de cartón, hojalata usada, paja y, a veces, incluso trapos. Mientras les trabajadores esperan la llegada de la ayuda del gobierno que es lenta, si es que llega, les miembros del Partido continuamos apoyando lo mejor que podemos bajo las tensas circunstancias y tomando el liderazgo de les trabajadores quienes conocen la importancia de ayudarse unos a otros.
Hemos obtenido contribuciones de camaradas y personas cercanas a nuestro Partido en Estados Unidos, Canadá y Haití. Distribuimos ropa a niños, jóvenes y adultos. Dos compañeros recogieron cajas de ropa donadas por familiares en Puerto Príncipe. También compraron más ropa con los fondos que recolectaron. Esta ropa, especialmente la que se distribuye a los niños, está en condiciones nuevas. Son estos actos aparentemente pequeños, pero significativos, los que aseguran a los trabajadores a través de la teoría y la práctica que el PLP y sus camaradas están ahí para ellos.
Con las donaciones recolectadas dentro y fuera de Haití, hemos podido comprar y distribuir materiales para techos y clavos para cubrir los refugios. También distribuimos ayuda a través de cupones para que la gente los use en la tienda. Con cada cupón, las personas pueden obtener de dos a cuatro láminas de metal y de una a dos libras de clavos.
Donde podemos, brindamos apoyo a trabajadores de todas las edades. Una vecina sin hijos de unos ochenta años, cuyo brazo se rompió durante el terremoto, fue trasladada a una pequeña casa construida con láminas de metal nuevas y nos aseguramos de visitarla regularmente. También estamos brindando apoyo a un niño de 8 años cuyas dos rodillas resultaron gravemente dañadas. Estamos haciendo arreglos para que él vaya a la escuela y cubriremos sus gastos escolares para ayudar a la familia con la carga financiera.
Uno de nuestros camaradas, originario de un área cercana, también muy afectada por el terremoto, regresó para ayudar tanto con el auxilio de desastres como con algo de comprensión política de cómo el capitalismo creó las condiciones que permitieron que un terremoto fuera tan devastador.
En su pequeña área sin salida al mar y desprovista de servicios sociales, el estado está casi completamente ausente y la clase trabajadora, apenas en modo de supervivencia antes del 14 de agosto, necesita liderazgo y organización políticos. Solo existe la débil presencia de ONGs (organizaciones no gubernamentales). La desconfianza hacia los llamados líderes políticos es desenfrenada. A través de la experiencia y las conversaciones con el Partido, la gente sabe que solo se aprovecharán de ellos y que estos políticos solo buscan llenarse los bolsillos.
Bajo el capitalismo, ¿cuál es el valor de un dólar?
Cuando nuestro compañero regresó a la casa rural de su familia poco después del terremoto, dijo:
“Al principio me sentí un poco avergonzado de dar algo de dinero que habíamos recolectado, a algunas personas. Pensé que no era la prioridad. Preferí creer que necesitaban materiales, chapa y madera para la reconstrucción de sus casas. A medida que avanzaba, me di cuenta de que me había equivocado mucho porque la gente realmente necesitaba un poco de dinero, porque el dinero casi nunca circula por aquí ”. Explicó que “los habitantes cultivan gran parte de sus propios alimentos, pero aún necesitan efectivo para comprar ciertas cosas para preparar sus comidas y otras necesidades. Debido a la pobreza extrema, los agricultores se ven obligados a vender sus productos a precios muy bajos… Son extremadamente vulnerables, necesitan de todo. Por eso, nuestra solidaridad es bienvenida, en cualquier forma que podamos brindarla ”.
La acogida de nuestros hermanos y hermanas de la clase trabajadora fue tan cálida que el compañero declaró: “Me siento muy útil gracias a nosotros (el Partido)”. Él ha informado de algunas respuestas a la participación del Partido:
“Durante 30-40 años, nunca habíamos visto a alguien hacer cosas tan significativas de una manera desinteresada hacia nosotros”.
“Mis hijos han visto que llevo mucho tiempo enfermo; hoy ustedes me posibilitan ir al hospital”.
“Tú (nuestro compañero) nos permites variar lo que comemos, apenas tenemos lo suficiente para comer todos los días”.
Los trabajadores de Haití, al igual que los trabajadores de todo el mundo, necesitan un sistema que no los dé por muertos. Sí, este terremoto agravó la situación de miseria creada por el capitalismo, pero la clase trabajadora internacional ha estado luchando para romper sus cadenas mucho antes de esta crisis y continuará luchando hasta que sus muñecas estén libres.
Solo la revolución comunista puede hacer eso. Así, nos organizamos y nos organizamos entre nosotros para llevar nuestra solidaridad comunista a corto, mediano y largo plazo. El PLP, junto con la clase trabajadora internacional, está haciendo planes para el futuro, para reclutar y hacer crecer nuestra influencia. Fortalecemos al Partido construyendo más confianza en las masas, ellas en nosotros y nosotros en ellas. Tratamos de construir conciencia de clase y educar políticamente a nuestra clase, jóvenes y mayores. Hay que sacar a la luz las contradicciones del sistema capitalista.
Cada pequeña acción comunista cuenta. Nuestras acciones en este contexto y las que emprenderemos en el futuro tienen como objetivo demostrar que el comunismo debe reemplazar al capitalismo lo antes posible para salvar a la humanidad de las atrocidades de la explotación y la pobreza extrema, el racismo y el sexismo; y la guerra por lucro y codicia que se vislumbra en el horizonte. Lucha por el comunismo. Únete a PLP.*