Después de que más de 10,000 haitianos arriesgaron sus vidas viajando entre la selva, territorio infestado en pandillas para llegar a la frontera con Texas, fueron recibidos con una ola de terror racista. En un retroceso a los caza esclavos del siglo 18, los agentes de patrulla fronteriza de EE.UU., montados a caballo, los lapidaron y secuestraron inmigrantes desesperados- hombres, mujeres y niños. Pero esta demostración inhumanidad no fue nada nuevo. Fue parte de una larga tradición de atrocidades liberales hacia inmigrantes y obreros negros. En Estados Unidos racista, gobernantes demócratas y republicanos igual usan el racismo para dividir, explotar, encañonar, y demonizar los obreros más vulnerables.
Después de que el Presidente Joe Biden hizo campaña el año pasado para señalar la “crisis humanitaria en nuestra frontera creada por Trump” y de parar “de negar asilo a la gente escapándose de la persecución y la violencia” (joebiden.com), muchos fueron engañados a pensar que su administración sería un cambio del racista abierto de Donald Trump, y que le daría la bienvenida a los inmigrantes con los brazos abiertos. La realidad expone la falacia del “menos malo” pensamiento soñador – y el hecho que los liberales son el peligro principal para la clase obrera internacional. De hecho, Biden está siguiendo el mismo manual de estrategias usado por Trump y la pesadilla de Biden predecesor demócrata, deportador a cargo Barack Obama. Como Trump, Biden esta cínicamente explotando la pandemia del Covid-19 y usando el “titulo 42” para autorizar los lazos de los agentes fronterizos nazis a negar su “derecho” de asilo. Como Obama, él ha estado expulsando a migrantes en masa- más de 900,000 desde Febrero (BuzzFeed, 9/23).
El Partido Laboral Progresista combate estas expulsiones racistas y se pone en solidaridad con los obreros quienes están huyendo de la inestabilidad y destrucción causada por el capitalismo. La clase obrera internacional debe rechazar todas las formas de nacionalismo y fronteras. La lucha para destruir el capitalismo y explotación imperialista debe ser liderada por obreros negros bajo la pancarta del Partido Laboral Progresista revolucionario comunista.
El racismo de los patrones lleva a migraciones desesperas en masa
El anti-inmigrante y racismo anti-negro son esenciales para los patrones capitalistas. Desde el terremoto devastador del 2010, los patrones haitianos se han amangualado con los imperialistas de EE.UU. y otros ladrones en robarse cientos de millones de dólares en “desarrollos” de negocios mientras dejan los obreros de Haití peor que nunca. Esto, en turno, ha llevado a la última migración masiva fuera de Haití (Current Affairs, Noviembre 2016).
En Brasil, los patrones súper-explotaron estos obreros inmigrantes para construir estadios para la Copa Mundial del 2014 (Reuters, julio 2014). En Chile, encararon super-explotacion racista y pobreza terrible; en Venezuela, el colapso de la economía del estado capitalista. Yendo al norte para EE.UU. manteniendo los inmigrantes parados en México mientras esperan indefinidamente para que sus reclamos de asilo sean procesados en EE.UU.
Abusados, humillados y rechazados, estos refugiados continuaron en la caldera al fuego: a los Estados Unidos, con su horrífica historia de brutalizar a inmigrantes en general y obreros de Haití en particular.
De Carter a Clinton: encerramiento racista
Ex presidentes de EE.UU. Jimmy Carter y Ronald Reagan trabajaron mano a mano con la dictadura archí-criminal Duvalier. Deportaron los busca asilos de vuelta a Haití, mandando muchos a su tortura o muerte.
En 1991, después de que el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide lo sacaron por un golpe de estado, miles de obreros fueron interceptados por guardacostas de EE.UU. y enjaulados en un campamento sobre poblado en Guantanamo Bay, Cuba, a esperar que los procesen. Después el presidente George H.W. Bush ordeno a los guardacostas de volver los barcos directamente a Haití- una ley denunciada como cruel por Bill Clinton en su campaña presidencial de 1992. También continúo utilizando Guantánamo Bay para las detenciones racistas de cientos de refugiados de Haití. Su administración justifico esta detención racista declarando que eran portadores del virus del VIH, incluso si la tasa de transmisión del virus del VIH era más baja en Haití que en EE.UU. (refugees.org, Septiembre 2021).
Obama a Biden: ataque continuo racista
Bajo la administración de Obama, La Secretaria de Estado Hillary Clinton se enfocó en crear un clima favorable de negocios en Haití. En el nombre del “comercio libre”, la embajada de EE.UU. entro en un esfuerzo conjunto con elites haitianas, propietarios de fábricas, y compañías grandes de textiles en EE.UU. para poner el salario mínimo en Haití a 31 centavos por hora (COHA.org, 7/11).
Después del terremoto del 2010, la cara del esfuerzo de alivio internacional fue el “enviado especial” de la Naciones Unidas Bill Clinton, que canalizo los esfuerzos de “alivio” de atraer inversiones extrajeras y ganancias. En ese entonces, Puerto Príncipe quedo en ruinas. Los obreros haitianos los amontonaron en ciudades atiborradas de carpas, donde cientos murieron de la epidemia del cólera, des cadenados por los “pacifistas” de las Naciones Unidas (pri.org, 10/27/20). Como noto Current Affairs (11/2/16), “la recuperación guiada por Clinton fue un desastre.”
Poco después de que Obama se fue de la presidencia, El Departamento de Seguridad Nacional arreo a miles de refugiados: “las instalaciones de inmigración se han llenado tanto que cientos de inmigrantes los han movido a cárceles criminales, en violación de normas internacionales” (Miami New Times, 12/14/16). La solución de Obama fue de apresurar las deportaciones a un país en ruinas del Huracán Matthew y agitada por “inquietud violenta después de las elecciones” (Miami New Times).
Comunismo = no fronteras
En la cara de ataques incesantes por Biden y otros patrones capitalistas, los refugiados de Haití organizo caravanas de migrantes para protegerse de la policía y pandillas, y de cuidarse el uno al otro a lo mejor posible. Como usual, la clase obrera internacional ha salido en apoyo, con manifestaciones en solidaridad por todo el mundo. En la frontera de EE.UU.-México, los obreros de México cocinaron con refugiados tomando refugio bajo un puente en Del Rio, Texas (México Daily News, 9/27). En el lado de EE.UU., organizaciones comunistas han recaudado dinero para ellos.
Mientras esta crisis fronteriza continua, debemos luchar por no deportaciones – y para construir un partido comunista revolucionario. Las fronteras fueron creadas por el capitalismo para definir cuales obreros eran los suyos para explotar. ¡Pero los obreros no tienen fronteras! Debemos luchar por el comunismo para crear un mundo sin naciones o explotación. Una clase, un mundo, un partido. ¡Únete al PLP!
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Editorial: El racismo de EE. UU. impulsa la crisis de los migrantes en Haití
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- 09 Octubre 2021 137 visitas