LOS ÁNGELES, 23 de diciembre—Apenas dos días antes de Navidad, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) asesinó a Valentina Orellana Peralta, de 14 años, y a Daniel Elena López, de 24, en una fábrica de abrigos de Burlington en North Hollywood. Estos dos jóvenes trabajadores latinos se suman a la larga lista de trabajadores, incluyendo a Alex Flores, cuyas vidas han sido robadas por la institución racista de LAPD. A finales del 2021, la policía asesina de Los Ángeles había acabado con el doble de vidas que el año anterior (LA Times, 27/12/21). Incluso frente a estos números crecientes, el Partido Laborista Progresista (PLP), junto con las familias de los trabajadores muertos, continúa luchando contra todo este maldito sistema capitalista.

Lucha por Valentina
Como muchos trabajadores, Valentina emigró en busca de una nueva vida en los Estados Unidos. Pero como dijo su padre, y como sucede con tantos trabajadores a nivel internacional, “esto es lo que mi hija encontró aquí: la muerte’’ (NYT, 28/12/21).
     Valentina estaba en un vestidor con su madre probándose vestidos para su celebración de los 15º anos, cuando la bala de un policía atravesó la pared y el impacto en el pecho. La niña murió en los brazos de su madre.
     La historia de Valentina ha recibido noticias nacionales, incluyendo las lágrimas de cocodrilo del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ofreciendo “su más sentido pésame”. ¡Sin embargo, la sangre de Valentina está tanto en Jim Crow Joe y su policía principal Kamala Harris, como en el policía asesino William Dorsey Jones quien apretó el gatillo!
     Durante décadas, Biden y Harris han sido arquitectos fundamentales en la guerra violenta y racista contra todos los trabajadores, pero especialmente contra los trabajadores negros, latinos, indígenas e inmigrantes, particularmente en Los Ángeles.

El único cargo: ser trabajador
A diferencia de la simpatía mostrada por Valentina, Daniel Elena López, también baleado en el lugar, fue inmediatamente criminalizado. Los medios de comunicación y la policía lo etiquetaron de inmediato y falsamente como sospechoso con un arma mortal. Lo cierto es que no se recuperó ningún arma. El joven solo tenía un candado de bicicleta y era evidente que se encontraba mal mentalmente.
     La policía de Los Ángeles publicó rápidamente el video del tiroteo. Cheryl Dorsey, una policía negra jubilada, revisó el video y describió el tiroteo como “dentro de las regulaciones”. La policía de Los Ángeles cree que pueden ocultar el racismo sobre el que se basan porque Dorsey Jones es un policía negro. Sin embargo, no existe un KKKop antirracista y el PLP acusa a Dorsey Jones de ASESINATO.

Lucha y simpatía por el dolor

La familia de Daniel se unió valientemente a las protestas y vigilias que se organizaron en nombre de Valentina. Su hermana, luchando entre lágrimas, humanizó a su hermano a quien el KKKops y la prensa habían criminalizado. Al igual que muchos de nuestros hermanos y hermanas de la clase trabajadora golpeada por el capitalismo, ella dijo que él estaba angustiado porque se enfrentaba a un desalojo y que había estado encarcelado durante tres años, y recientemente liberado. Ella dijo que estaba en una crisis de salud mental y necesitaba ayuda, no para que lo mataran. Ella toma el relevo de las mujeres líderes, tal como lo hemos visto con la familia Flores, que defienden a los trabajadores de manera desafiante.
     Alrededor de un tercio de todos los tiroteos policiales en Los Ángeles (incluidos los no fatales) son de trabajadores que muestran signos de enfermedad mental (LA Times, 28/12/21). A nivel nacional, “más de uno de cada cinco” trabajadores asesinados por la policía tienen enfermedades mentales y 1.400 personas con enfermedades mentales han sido asesinadas por la policía desde 2015 (NBCNews, 21/5/2021).
     Aproximadamente un tercio de todos los tiroteos policiales en Los Ángeles (incluidos los no fatales) son de trabajadores que exhiben signos de enfermedad mental (LA Times, 28/12/21). A nivel nacional, “más de uno de cada cinco” trabajadores asesinados por la policía tiene enfermedades mentales y 1.400 personas con enfermedades mentales han sido asesinadas por la policía desde 2015 (NBCNews, 21/5/2021)).

¡Así es el fascismo!
El año pasado, el alcalde de Los Ángeles y el Concejo Municipal votaron a favor de aumentar el presupuesto de LAPD a pesar de los llamados a retirar fondos, mientras que simultáneamente votaron para eliminar a la policía de los llamados “equipos de respuesta de salud mental no violentos”.
     Sin embargo, ninguno de estos cambios habría salvado la vida de Alex Flores, David Flores, Daniel Hernández, Nicholas Burgos, David Ordaz Jr. o Marco Vázquez Jr., quienes estaban experimentando una crisis de salud mental y supuestamente eran “violentos” cuando los policías y alguaciles de Los Ángeles los asesinaron. Estas reformas son simplemente herramientas para que nuestra clase apoye al estado policial capitalista.
     Como comunistas, sabemos que el estado, particularmente el cuerpo armado del estado (la policía), nació del antagonismo de clases inherente entre los capitalistas y la clase trabajadora. Los capitalistas necesitan a los policías racistas para mantener su explotación de la clase trabajadora.
     Desde sus inicios como patrullas de esclavos racistas en el sur y rompehuelgas en el norte, la función de la policía ha sido aterrorizar a nuestra clase, especialmente a los trabajadores negros, latinos, indígenas e inmigrantes, para que obedezcan. Su trabajo era sofocar las rebeliones cuando contraatacamos y obligarnos a aceptar nuestra explotación.
    Ninguna reforma podrá cambiar esta realidad. Debemos organizar y construir nuestro PLP combativo, hacer crecer nuestro propio Ejército Rojo y destruir todo este sistema podrido. Los miembros y amigos del PLP continuarán uniéndose a las familias afectadas por el terror estatal racista y plantearán nuestro análisis comunista dentro de la lucha.