El 9 de enero, el capitalismo asesino racista, dio otro golpe en el Bronx, cuando asesino a 17 inmigrantes obreros de Gambia, entre ellos ocho niños. Un calentador dañado se incendio y el fuego se desplazo por todo el edificio Twin Parks North West. El espeso humo negro inundo las escaleras y familias enteras fueron asesinadas cuando trataban de escapar el fuego. Sus muertes fueron el resultado directo del racismo y la despiadada obsesión de lucro del capitalismo. En la década de 1970, para ahorrar dinero, los desarrolladores construyeron esta torre de 19 pisos – y muchos otros edificios para trabajadores de bajos ingresos – los edificios no tenían escaleras de escape o sistemas rociadores. Aunque después, la ciudad de Nueva York cambio sus reglas, requiriendo estos sistemas como medidas de seguridad, y aun cuando los edificios que se construyeron en áreas mas afluentes durante este mismo periodo Si cumplían estos requisitos - un tecnicismo dejo a edificios “viejos” exentos (NPR, UP First, 10/1).
Las desigualdades racistas reflejan el yugo que intereses de los caseros y bienes raíces tienen sobre los patrones locales. El incendio en el Bronx fue algo mas que una tragedia. Fue una repercusión inevitable de este sistema racista y de lucro, donde la negligencia de los caseros asesinos es la norma. El mentiroso Eric Adams, el nuevo alcalde liberal negro de Nueva York, descaradamente culpo a las victimas por no cerrar las puertas de sus departamentos cuando trataban de escapar del fuego, omitiendo que las puertas se cierran solas, violando los códigos de seguridad de edificios. Como muchos otros edificios donde vive la clase trabajadora, Twin Parks North West tiene un largo historial de negligencia, violaciones sin resolver y quejas de residentes sobre la falta de calefacción y ventilación.
Es imposible proteger a la clase trabajadora internacional de edificios incendiados, destruidos, rentas exuberantes, o la indigencia, debido a la ley de ‘maximizar las ganancias a toda costa’ del capitalismo. Los trabajadores han respondido a esta tragedia con solidaridad. Una cuenta de GoFundMe se ha creado y ya tiene mas de un millón de dólares. Los trabajadores han colectado suministros para quienes quedaron sin hogar y han dado apoyo emocional a las familias de las victimas. Estas acciones nos dan esperanza para el futuro – en un mundo mejor por venir. Un estado dirigido por y para la clase trabajadora puede garantizar la seguridad y resguardo de todos los trabajadores, así como lo hicieran los comunistas en la Unión Soviética y China. Solo el comunismo – una sociedad sin dinero, explotación, racismo y sexismo – puede acabar con los violentos incendios de este sistema desastroso.
Vivienda Global y la Crisis de Infraestructura
Tres días antes del trágico infierno en el Bronx, un fuego “accidental” acabo con las vidas de tres hermanas y sus nueve hijos en Filadelfia, en una casa donde los detectores de humo fallaron. Bajo el capitalismo, los “accidentes” es palabra en clave para racismo y el desproporcionado asesinato de trabajadores negros. “El legado de las primeras leyes de urbanización por todo el país que promovían la segregación siguen existiendo hoy en la vivienda, forzando a trabajadores negros a vivir en unidades de renta con problemas de mantenimiento que los pone en mayor riesgo de morir en un incendio o por envenenamiento por plomo. Trabajadores negros tienen mas posibilidades, que otras razas, de morir en accidentes, como los incendios. Aunque solo el 13% de la población en EE.UU. es negra, son el 25% de individuos asesinados en incendios residenciales en todo el país, de acuerdo con el Departamento de Salud del Estado de Nueva York” (CNBC, 13/1).
La diaria atrocidad de forzar a los trabajadores a vivir en trampas letales llega mas allá de las fronteras estadounidenses.
“Alrededor de 1.6 mil millones de personas viven en viviendas deficientes y 100 millones mas, en la indigencia, según las estadísticas de las Naciones Unidas (Forbes,12/5/21).
*En octubre pasado, un fuego destruyo un edificio de 13 pisos en Kaohsiung, principal puerto de Taiwán, murieron al menos 46 personas y docenas mas fueron heridas. Según el jefe de bomberos, “la mayoría de los residentes eran ancianos; las escaleras estaban llenas de desechos; y los materiales del edificio no cumplían con los estándares de seguridad contra incendios” (cnn.com, 14/10/2)
En 2018, las torres Grenfell en Londres se incendiaron, asesinando a 72, en su mayoría trabajadores inmigrantes, porque los dueños usaron material mas barato, altamente inflamable para remodelar el edificio.
Mientras tanto, corporaciones internacionales y empresas de capital privado amasan fortunas obscenas, por minuto, mientras crean las condiciones para que aumenten las rentas en todo el país. “En 2015, las corporaciones compraron $1 billón en bienes y raíces en 100 ciudades principales del mundo…” (Bloomberg, abril 2018). Mientras estos usureros construyen un exceso de vivienda lujosa, mucha sigue vacía, las rentas para un departamento básico se han disparado. Millones de trabajadores viven en condiciones inseguras. En este sistema de pesadilla, la vivienda deficiente – sin electricidad, sin agua potable, o lo básico en servicios sanitarios, es la norma en el mundo. La guerra y pobreza desplaza a millones mas, forzando a nuestras hermanas y hermanos a los dilapidados barrios marginales.
El verdadero pirómano es el capitalismo, un sistema que se mueve hacia la decadencia fascista conforme los patrones ponen sobre la vida de los trabajadores sus ganancias a corto plazo. Los gobernantes usan su estado capitalista para culpar a las victimas y ganar a la clase trabajadora a aceptar la masacre masiva. No se puede reformar este vil sistema – ¡necesitamos arrasar con el!
Decadencia del capitalismo y creciente fascismo
En recientes semanas, el ala liberal del capital financiero de la clase gobernante estadounidense ha tratado de desviar nuestra atención a la toma del Capitolio estadounidense del pasado 6 de enero, una insurrección organizada por Donald Trump y sus partidarios racistas. Pero, son los patrones liberales racistas y sus secuaces – empezando con Joe Biden para abajo – quienes presentan el mayor peligro para la clase trabajadora.
El falso izquierdista Bill de Blasio, predecesor del alcalde Eric Adams, fue quien creo la farsa del plan de vivienda accesible (Reuters, 29/1/21), pavimentando el camino de desarrolladores como Rick Gropper y su grupo Camber Property para aprovechar los deducciones fiscales y compras de miles de edificios de Section 8, incluyendo el Twin Parks North West (Yahoo News, 13/1; The Guardian 14/1). Poco antes del fatal incendio, Adams invito a Gropper a unirse a su equipo de transición para asuntos de vivienda (NYT,9/1).
Cuando oficiales gubernamentales y la prensa, abiertamente justifican las muertes masivas en servicio del lucro capitalista, es una muestra que el fascismo esta a la vuelta de la esquina. Conforme los intereses capitalistas incrementen su control del estado, fascistas liberales negros como Adams continuaran siguiendo la línea. Al final, conforme se mueven hacia la guerra inter-imperialista para defender sus ganancias y su fallido imperio estadounidense, los gobernantes planean la muerte de millones de trabajadores. Ese genocidio no será un accidente.
La única solución: Comunismo
Durante la pandemia de covid-19, hemos visto a los trabajadores intensificar la lucha por vivienda decente. Ellos, valientemente, han resistido los desalojos, se han enfrentado a caseros rapaces, y se han tomado edificios vacíos. Por medio de estas luchas, los trabajadores aprendieron la importante lección de que los gobernantes capitalistas nunca podrán llenar las necesidades de nuestra clase. Bajo el capitalismo, vivienda asequible para todos es imposible – aun cuando es la clase trabajadora la que construye todas las viviendas. Cuando los patrones y sus ganancias son quienes rigen, ya en vivienda o producción de alimentos o salud publica, los trabajadores siempre pierden.
Solo luchando por el comunismo podremos acabar con el lucro como motivación, y construir un mundo que nos provea de todo lo que los trabajadores necesitamos. Bajo el comunismo los trabajadores, colectivamente, serán dueños de todos los recursos y de nuestra capacidad de producción. Podemos ver a las sociedades revolucionarias pasadas para tener una idea de lo que es posible. Después de la Revolución Comunista China, bajo el liderato del Partido Comunista Chino, los renteros en el campo forzaron a los caseros a juicio. Desafortunadamente, lo ganado fue revertido con el re-surgimiento del capitalismo en China. Nuestra esperanza mas grande es construir un movimiento revolucionario comunista dirigido por el Partido Laboral Progresista. ¡Únetenos!