Durante el proyecto de verano, junto con mis compañeros, tuve una experiencia importante en Newark (Nueva Jersey). El 1 de junio marcó el primer aniversario del ataque de la familia Rodwell-Spivey por parte del la policía racista. Oficiales encubiertos atacaron a dos de los hermanos Rodwell-Spivey alegando que estaban buscando a un hombre negro que estaba vestido de una camiseta blanca con pelo rasta. El 12 de julio se llevó a cabo un caso para cuatro de los hermanos para fijar la fecha del juicio. Uno de los hermanos había estado esperando este juicio durante un año en la cárcel, pudriéndose en cargos de 5º a 6º grado de “resistencia al arresto”.

Antes del caso, el Partido Laborista Progresista y el Equipo de Defensa de Rodwell-Spivey organizaron una manifestación al frente de la corte. Cerca de allí entramos en un edificio que lleva el nombre de Martin Luther King, el mismo edificio que, irónicamente, encarcela a los hombres negros. Esperamos afuera de la sala del tribunal durante lo que parecieron horas antes de que un oficial de la policía nos dijera que nos comportáramos bien y que guardáramos nuestros pensamientos y quejas para después del juicio o nos sacarían.

Cuando comenzó el juicio, pude ver las grietas en el sistema mostrándose a través de un fiscal insensible y abogados municipales sin preparación. En una llamada de zoom, los fiscales no mostraron preocupación, mezclando las fechas del acuerdo de culpabilidad de 18 meses con 3 años. Un abogado de la ciudad necesitó tres semanas más para prepararse para el juicio. Dos optaron por no hablar en nombre de sus clientes. Un abogado y amigo de la familia Rodwell-Spivey presionó para obtener los imágenes de la cámara de cuerpo completo del día del arresto. Sin embargo, el fiscal no envió el video ni los contactos para recuperarla. Cuando el juicio comenzó a terminar, el juicio se retrasó una vez más.

Después de no mostrar ninguna emoción durante el juicio, el juez se vuelve loco y reprende a los partidarios antirracistas en la galería. Nos dice que nos ha tratado con respeto y dignidad y que él esperaba lo mismo. Se hizo más fuerte y nos dijo que un grupo antes le había faltado el respeto y que él no lo toleraría. A lo que se refería el capitalista con autoridad actual era a una audiencia en la que el PLP, la familia Rodwell-Spivey y amigos de la familia dijeron “Te extrañamos, Justin”. Salimos de la sala del tribunal en silencio y con los puños en alto. Afuera de las puertas, comenzamos a cantar, “Libertad para Justin”. En cuestión de segundos, varios policías llegaron listos para atacar.

Anteriormente, solo había estado en una sala de juicio en un viaje escolar. Pero esta experiencia fue completamente diferente. Aprendí que puede haber un lenguaje elegante y reglas específicas para representar la ley capitalista. Sin embargo, las personas que gobiernan no se preocupan por los intereses de la clase obrera. El juez nos dijo que respetáramos su sala y que lo respetáramos a él.

¿Cómo se supone que debemos respetar a las personas que permiten que los hombres negros se pudran en prisiones cuando ellos tienen el poder de sacarlos? ¿Cómo se supone que debemos respetar a los mismos tribunales que le dan un tirón de orejas a los policías racistas cuando asesinan a nuestros hermanos y hermanas negros y latinos? ¿Cómo se supone que debemos respetar a los tribunales cuando solo están hechos para poner a la clase obrera “en su lugar”? ¡Si no estamos recibiendo justicia en los tribunales, nosotros como obreros debemos de cerrarlas!
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Mi aprendizaje del proyecto de verano de este año fue que el liderazgo viene de toda la clase trabajadora. Como alguien que ha estado en muchos proyectos, es muy edificante y motivador recibir de la experiencia y conocimiento de tantos camaradas y trabajadores. Nos organizamos colectivamente para alcanzar metas, nos conocemos mejor el uno al otro, y simplemente nos divertimos. Como siempre, mi participación la semana pasada me ha provisto con un optimismo agudizado y energía para construir el Partido en mi área.
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Mi primer proyecto de verano de PLP ahondó en mi sentido de urgencia y de orgullo por la lucha de poder de la clase trabajadora. Pasé varios días entre más de 30 miembros del PLP y compañeros de mentalidad similar que normalizaron la discusión acerca de las particulares formas en que el sistema capitalista nos falla a todos. Hubo varios educadores como yo, de alrededor del país, que lidiaron con situaciones similares como ser regañados por ser abiertos con los estudiantes acerca de salir recientemente positivos para Covid. También el no verse incluídos en decisiones para implementar iniciativas y estrategias que requieran tiempo y energía extra y que son frecuentemente ignorados, además de tratar de navegar de forma segura discusiones acerca de derechos reproductivos en las escuelas donde la educación sexual deja mucho a la imaginación. Un educador hasta perdió su empleo por darle comida a sus estudiantes y permitirles entrar al edificio para mantenerse a salvo del frío antes del tiempo aprobado (Ver CHALLENGE, 7/20). Recuperó su trabajo cuando padres, estudiantes y el PLP levantaron suficiente ruido para avergonzar a los jefes de la escuela por su insensatez.

¡Fue tan impresionante ver a algunos profesores invitar a estudiantes al proyecto de verano! Con ellos, observamos a un líder de la NAACP tomar una siesta en la sala de Kkkorte en Newark donde Justin Spivey recibió tiempo adicional en prisión sin ninguna convicción, dada la repetida estancia de abogados ausentes y un juez que clamaba que “no hay mucho que pueda hacer”. Escuchamos a un trabajador del sistema de salud discutir a solas organizando un paro debido a la falta de PPE. Otro miembro nos introdujo en su experiencia de condiciones de vivienda deplorables y gentrificación, mientras tocábamos las puertas de residentes para invitarlos a una fiesta en la que se actuaría una obra escrita justo sobre eso. También fuimos testigos de cómo un par se humillaban el uno al otro en el tema de la militancia de Stalin, todo motivados por la decisión de dónde deberíamos ir a comer helado.

Escuchar TANTAS intensas dificultades contadas por las personas que las experimentaron y haber participado en algunas como un colectivo multiracial multigeneracional, para mí, devoró el sentido de aislamiento que hace que estos problemas parezcan no tener relación.
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Este fue mi primer Proyecto de verano con el Partido Laboral Progresista. Había conocido varios miembros por años y me uni a un grupo de estudio. Fue inspirador ver al PLP juntarse por una lucha de clases concentrada. El partido es diverso, centrado y liderado por la clase obrera, al igual al ser intergeneracional. Eso fue obvio verlo en la barbacoa de bienvenida.

Leí sobre la agresión de la policía en contra de la familia Spivey en el DESAFIO, y conocí la familia después del caso de la corte. La policía son predadores, y están patrullando los barrios de los obreros para aterrorizar e intimidar al por mayor al igual que la patrullas de esclavos que son sus progenitores.

Me puse de voluntario de cuidador de niños durante la audición, pero hoy por la familia y camaradas sobre la lucha en la corte. El juez trato con condescendencia a los testigos y les instruyo en la galería a respetar el salón de injusticia criminal y esclavitud, y en respuesta muchos camaradas alzaron sus puños en protesta silenciosa. Melodramáticamente el juez puso su mano sobre su corazón como respuesta. Usan el patriotismo y nacionalismo para racionalizar y esconder sus propios papeles como reforzadores de la dictadura de los patrones.

¡Estaba feliz de ser parte de su equipo, y estaba inspirada a unirme al partido al final!
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