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LA BOLA ROJA DE DEMOLICIÓN, COMUNISTAS VS VIVIENDAS CAPITALISTAS, Parte 3: Lucha contra el hambre

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17 Noviembre 2022 121 visitas

Esto es la segunda parte de una serie reeditada y tomada del Periódico Comunista Diario Obrero, de septiembre-octubre, 1932, escrita por un comunista famoso Mike Gold.

Se refieren a los obreros aquí como negro en vez de “negro (despectivo en inglés)” para reflejar nuestros principios antirracistas al igual de los cambios lingüísticos que ocurrieron en las décadas de luchas de clase antirracistas.

Los comunistas tienen una larga historia de lucha en contra de ataques racistas a nuestra clase. Una guerra como estas era la de propietarios y desalojados. Al inicio de 1930s, durante la segregación de Jim Crow, y la gran depresión con un record de niveles de desempleos que hundieron la clase obrera – particularmente la clase obrera viviendo en el centro industrial urbano – en una pobreza más profunda y desolación, el Partido Comunista en EE.UU. (PCUSA) estaba combatiendo dentro de las fronteras de EE.UU. Este periodo fue la era de oro del combate consciente de clases cuando las ideas comunistas eran populares y se tomaron las ideas de la clase obrera. Bajo el liderazgo del PCUSA, los obreros organizaron consejos de vivienda militantes, sindicatos de arrendatarios que guiaron acciones audaces que debilitaron el poder de propietarios glotones.

Hoy nuestra clase está en un periodo diferente marcado por una volatilidad aumentante. Nos ahorca la inflación record, aumentos de arriendos, escalas de precios de comida agravados por salarios estancados, alto desempleo, y una crisis de desalojos empeorada por una pandemia global que aun esta enfurecida. Aunque PCUSA aún es un caparazón de lo que era, descomponiéndose a un partido sin dientes, reformista, su historia aun es tan valiosa como lo era en el 1932. Esta serie resalta esta lucha antirracista revolucionaria y contiene granos de sabiduría de la clase obrera.

En este artículo, Gold describe la popularidad de ideas comunistas y luchas entre los obreros negros, enfatizando un aspecto importante de nuestra línea de que los obreros negros juegan un papel clave en organizar para la revolución comunista. La pieza de Gold también resalta otro aspecto político importante el papel de las iglesias en desviar los obreros negros, ganándolos lejos de ideas comunistas. La relación entre la policía y las iglesias en mantener la opresión capitalista es tan cierto hoy tanto como en 1932.


Hubo un funeral para una mujer negra vieja. Había muerto de hambre; el certificado del doctor lo llamo “desnutrición”. Los consejos arreglaron para una misa funeral; rentaron un lote grande para este tipo de servicio. La gran procesión marcho por las calles, cargando cientos de pancartas y eslóganes contando la historia. ¡Ah, se escuchaban los gritos, sollozos, quejidos de las aceras y ventanas de las viviendas, chillidos de piedad e ira! Este luto era real; estos obreros sabían lo que decía el funeral: sabían que ellos podrían ser los próximos en morir de – “desnutrición”.

Todos los eslóganes revolucionarios que los liberan bien comidos se burlaban como clichés, el South Side se los toma de corazón. Son la vida. “Luchen contra la Hambruna” es un comando literal; ha ayudado a muchas victorias.

En el South Side, se están reescribiendo los serviles viejos espirituales. El anhelo profundo que se convirtió en un cielo mítico para la libertad, ahora lucha por un futuro real y genial en esta tierra.

“Que el nuevo espíritu comunista”
“Denme esta religión antigua, es suficiente para mí,” lo cantaban en sus reuniones de rezo. Ahora los oía cantar fervientemente:

    “Denme ese nuevo espíritu comunista
     Denme ese nuevo espíritu comunista
     Denme ese nuevo espíritu comunista
     Es suficiente para mí.

    “Fue Bueno para el camarada Lenin,
     Y es suficientemente bueno para mí.
     Y es bastante bueno para mí.

   
“Es en contra de los falsos de labor
     Y es bastante bueno para mí.
   
    “Ha construido la Unión Soviética,
     Y es bastante bueno para mí,
     liberara el mundo de sufrimiento,
     Y es bastante bueno para mí...”


(Y así continua, docenas de versos)

Muchas canciones y cantantes nuevos como estas. En reuniones masivas, su pasado religioso se convierte transmutado a un presente comunista. Siguen cada palabra del locutor con emoción real; lo animan, igual que en sus reuniones de rezos con gritos de, “si, si, camarada” y a menudo hay un “¡Amen!” involuntario pero de corazón.

Los políticos de Chicago están alarmados por esta revolución local. Proxenetas con papadas de cerdo y contrabandistas a veces asisten a los foros y comienzan a arengar con un saludo de, “¡camaradas!” Los obreros se burlan de ellos. Burlaron y se rieron del grande Bill Thompson, el alcalde ex pandillero de Chicago cuando vino a Washington Park y salió con su nueva broma de “camarada”.

Es difícil engañarlos ya. Leen, estudian, piensan. Han creado el mejor movimiento de desempleo en Estado Unidos, un modelo para los camaradas blancos, en el asiento de sus propias mentes y cuerpos. Han desarrollado sus propios líderes.

Claude Lightfoot
De cientos de líderes déjenme dar una biografía típica:

Claude Lightfoot, un joven brillante de 21 se desarrolló como un locutor en el foro de Washington Park. Era un Garyeista, un patriota estadounidense, y se ganó una gran cantidad de seguidores de jóvenes obreros negros.

Políticos demócratas y republicanos fueron a donde él y le ofrecieron trabajos de cientos de dólares por semana para que hicieran campaña para ellos. Pero seamos honestos, las preguntas que le lanzaban objetantes le hicieron pensar.

Le interesaba el trabajo de los consejos de desempleo. El hecho que obreros blancos luchaban y sangraban para defender obreros negros, le dio a Lightfoot una nueva visión de la cuestión de raza.

Lo arrestaron
El leyó, estudio, discutio, lucho con su propia mente. Durante este periodo de transición, sucedió, por accidente, que lo arrestaron en una lucha de desalojo.
Lo golpearon, desnudaron, lo lanzaron a una celda pequeña oscura de piedra sin calefacción con solo pan y agua.

El conocía personalmente los políticos capitalistas que lo estaban procesando. Fueron a donde el en la misma prisión y ofrecieron liberarlo y un buen trabajo si se rendía a sus nuevas ideas. Los mando al infierno. Le dieron la sentencia máxima en Bridewell, el infierno antiguo de piedra y odio.

¡Cuando Salió se unió al Partido Comunista. Ha sido una fuerza activa desde entonces. Lean la próxima edición por un episodio nuevo de su nueva vida de lucha!