Trabajador a trabajador: la organización de Rodwell-Spivey continúa
El mes pasado, un grupo de camaradas en Newark, NJ, hizo campaña con Monique Rodwell, la madre de los hermanos Rodwell-Spivey, frente a Save-A-Lot, una tienda de comestibles en Springfield Ave, (una calle que fue el sitio de la ‘67 Rebelión de Newark) donde hablamos con la gente y les pedimos que firmaran peticiones. Fue fantástico, le llegamos a mucha gente. Recibimos comentarios sobre discriminación racial y problemas de vivienda. La mayoría de los residentes expresaron su opinión sobre los políticos que sólo aparecieron cuando era tiempo de elecciones. Cuando se les preguntó si pensaban que las cosas eran diferentes desde la elección del alcalde de Newark, todos dijeron que nada había cambiado. En todo caso, las cosas han empeorado.

Necesitamos más unidad. Creo que deberíamos abordar ciertas cuestiones de manera diferente. La comunicación es imprescindible. Las personas se sentirán más cómodas hablando con personas que están pasando por las mismas dificultades y provienen de los mismos vecindarios, porque sienten que esa persona puede identificarse. Y hay demasiadas organizaciones, muchos egos y no suficiente trabajo en equipo. Tenemos que dejar de lado las diferencias personales; se trata de comunidad.

Los que firmaron la petición necesitan reunirse pronto.

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Construir vínculos con compañeros de trabajo
Organizar dentro del Sindicato de Trabajadores de Tránsito (TWU) como trabajador empleado por la Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA) ha sido un desafío. Miembros del Partido Laboral Progresista intentan aprender lo más posible acerca de nuestros derechos contractuales dentro de nuestros sindicatos, y dentro de las compañías de nuestros patrones para que podamos compartir esa información con los demás trabajadores. Esto crea ese potencial revolucionario cuando los trabajadores aprenden las limitaciones que este sistema ofrece, creando el camino hacia más lucha. Las mismas reglas aplican, aunque los trabajadores no confían en ellas, pero de todas maneras participan en ellas por falta de confianza en la clase trabajadora.

Varios trabajadores, yo incluida, estamos aislados y somos bombardeados con ideas y eventos históricos de luchas obreras que no llevan a nada, especialmente con luchas recientes, como en apoyo de George Floyd. Pero hasta cuando reportan nuestras historias de lucha la clase que nos domina borra su militancia y miente acerca de qué tan útiles son. También borran cualquier influencia comunista, dándole a nacer al cinismo. Los trabajadores no sabemos lo que no vemos. Entonces es nuestro trabajo leer y compartir este periodico que está lleno de nuestras victorias y fortalezas.

Aquí es donde nuestra fuerza viene y sin ella cualquiera de nosotros puede ser atrapado por ideas idealistas, come…es suficiente tener un sindicato que lucha nadamas a veces o que Biden es “mejor.” Nuestros compañeros de trabajo no vienen a las juntas porque los líderes mentirosos de los sindicatos no quieren incluirlos. Ellos no quieren que los trabajadores sean testigos de sus límites.

Yendo a las juntas del sindicato donde el liderazgo culpa a los trabajadores por nuestros problemas es como una junta con vampiros. Me ha desgastado. La influencia de los patrones se traduce en no tener confianza en mis compañeros de trabajo con un periodico comunista. Pero estoy superando esa influencia de la manera en la que he empezado a tener confianza en alguien. Yo…estoy…dispuesto a tener confianza en alguien. El mensaje de los patrones es una mentira. La respuesta es clara; debemos ser valientes y tener confianza en nuestras ideas. En lo que he desarrollado lazos con varios trabajadores, ahora veo que era mi propio anticomunismo todo este tiempo. Es hora de eliminar eso y practicar confiar en mí mismo con mis compañeros de trabajo con ideas comunistas. Lucha con liderazgo comunista tiene potencial en la industria del transporte público. Es la única manera que ha funcionado y va a continuar a funcionar; por medio de tener confianza en la clase trabajadora. No tengo la expectativa de que mis compañeros se unan de inmediato, pero estoy listo para enseñarles la puerta. Pronto, estoy seguro que para sorpresa de mi, uno ( o más) entrarán por ella.

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Luchando contra las barreras de los jefes contra las inyecciones de refuerzo
La semana pasada traté de obtener la vacuna de refuerzo contra la gripe y el Covid-19 de Walgreens. Escuché a través de mi trabajo en una fundación que los jefes de Walgreens se asociaron recientemente con los jefes de DoorDash y UberHealth para entregar Paxlovid, un antiviral Covid-19 en forma de píldora para los trabajadores que padecen el virus. La semana previa a la visita a Walgreens, noté en casi todas las interacciones que tuve con amigos y camaradas que alguien tenía tos o cosquilleo en la garganta, o exceso de flema. Pensé que era un buen momento para ponerme en acción y estimular mi sistema inmunológico. En el Walgreens cerca de mi casa en Jersey City, una de las ciudades más caras y que se está aburguesando rápidamente en los EE. UU., había toneladas de personas visiblemente enfermas esperando en la farmacia, y todas sin cubrebocas; dejándonos a ellos y a nosotros vulnerables. El lugar no estaba tan limpio, y cuanto más esperábamos, más se llenaba la tienda de toses y filas de personas. Lo que también noté fue que no había muchos trabajadores a cargo del lugar: farmacéuticos o cajeros. Hice lo mejor que pude para ser paciente y esperar, pero a medida que nos acercábamos a la hora de cierre, las cosas se veían sombrías.

Me fui y traté de buscar otros Walgreens, quizás mejores, que pudiera encontrar según los comentarios de Google. Cada comentario contó una experiencia similar a la que acabo de vivir. Encontré una farmacia pequeña y menos convencional en un pueblo pequeño cercano más rico. Me di cuenta de que estaba dirigido por una familia de la India. Aunque el lugar estaba limpio, bien abastecido y facilitaron el proceso de vacunación, las dos personas que administraban la farmacia tenían un método innovador para reducir las filas y un niño estaba llenando los estantes. Incluso las personas con las mejores intenciones que inician y administran negocios aún tienen que participar en la explotación. Walgreens, Uber y DoorDash son algunas de las empresas más ricas de los EE. UU. Obtienen sus ganancias siendo también las más explotadoras. Para acabar con la explotación y todo este sistema racista y sexista, nosotros, como trabajadores, debemos luchar por una revolución comunista en toda regla. Solo con masas de trabajadores unidos a través de las fronteras para aplastar este sistema y construir el comunismo podemos tener una oportunidad de luchar para que las generaciones venideras sean saludables y tengan un planeta saludable en el que puedan vivir.

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Radiación, dañina solo en dosis altas
El artículo del DESAFÍO “El imperialismo envenena a los trabajadores con radiación” (19/10) señala correctamente que al gobierno y al ejército de los EE. UU. no les importa nuestra salud. Sin embargo, el artículo se equivoca al destacar la radiactividad en general como la causa principal de los problemas de salud de los sitios Superfund.

Estos vertederos tóxicos, a menudo ubicados en comunidades negras y latinas, son principalmente vertederos de desechos que a menudo causan cáncer, pero no radiactivos. El artículo también establece que “[p]lutonio es el más letal”. Equivocado. La radiactividad es generalmente inofensiva excepto en dosis muy altas.

Los isótopos radiactivos se usan hoy en día tanto para tratar como para diagnosticar enfermedades, como el yodo (I-131), que se usa para tratar enfermedades de la tiroides. El I-131 es mucho más tóxico que el plutonio, pero las dosis utilizadas están por debajo del umbral de daño. El I-131 fue la principal preocupación después de Chernobyl y Fukushima, pero las dosis estimadas en la tiroides de esos eventos fueron una pequeña fracción de las dosis utilizadas en medicina nuclear para salvar vidas.

Todos los agentes tienen umbrales que separan “muy poco” de “justo” de “demasiado”. Lo que importa es la dosis y la velocidad de entrega. Cuando se usó en el bombardeo atómico de Nagasaki, el plutonio era peligroso.

Vivimos en un planeta radiactivo. Todos somos radiactivos. Sin radiación, no podríamos desarrollar sistemas inmunológicos. La radiación es un nutriente necesario en dosis bajas, y esas dosis están dentro del mismo rango que las exposiciones de los sitios radiactivos del Superfondo.

Un estudio de veintiséis trabajadores del Proyecto Manhattan que recibieron accidentalmente “dosis significativas” (La verdad sobre la energía nuclear de Gwyneth Cravens). Estos trabajadores fueron estudiados desde 1951. Sus tasas de cáncer y muerte son las mismas que las de la población masculina promedio. Cincuenta años después, la mayoría gozaba de buena salud.

Aprendamos más sobre los efectos de la radiación en la salud en varias dosis. El capitalismo destruye vidas con la contaminación, la guerra imperialista, el racismo y la explotación. Necesitamos enfocarnos en eso a medida que construimos hacia el comunismo.

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