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Los grandes fascistas disciplinan a Ye

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01 Diciembre 2022 187 visitas

La compañía multimillonaria de tenis, Adidas, termino su relación de nueve años con Ye (antes conocido como Kanye West) después de que el magnate rapero hiciera repetidos comentarios antisemíticos. Ye alabo a Adolfo Hitler y a los nazis mientras estaba escupiendo racismo toxico anti-judío durante una entrevista de radio y en sus cuentas de medios sociales. Twitter e Instagram los sacaron de sus plataformas también.

Las declaraciones de romper lazos con Ye son más que hipócritas. También demuestra las tácticas de los grandes Fascistas liberales: pretenden que les importa el racismo para distraer de su racismo sistémico y explotación, mientras cosen divisiones en toda la clase obrera.

Estudiantes y obreros negros y latinos dieron exacto con que a Ye lo está castigando la clase rica. Sin embargo, esa clase no está limitada a judíos, blancos, u hombres; se tiene que atacar todos los colores y espectros de la clase gobernante.

El ala principal de la clase gobernante prioriza acumular el capital financiero internacionalmente mientras trata de venderle a los obreros la ilusión de la explotación más justa. La volubilidad del racismo de Ye es muy peligroso para esta sección de los planes de dominación global de la clase gobernante. Más bien, los Grandes jefes Fascistas prefieren trabajar con artistas-convertidos-billonarios como Jay-z (Shawn Corey Carter).
Adidas, una compañía amante de los Nazis
Adidas corto lazos con Ye no porque son menos racistas pero por que el escupir racismo anti-judío es mala prensa y mal negocio. Mientras la compañía declaro “Adidas no tolera el antisemitismo ni ningún otro tipo de declaración de odio” (NYT, 10/22), los hermanos fundadores Adi y Rudolp Dassler eran miembros del Partido Nazi. Se habían unido alrededor del mismo tiempo que Hitler subió al poder.
En el 2020, en el punto más alto de las protestas de George Floyd, los obreros de Adidas llenaron un informe de 32 páginas señalando la cultura racista de Adidas. “Mi existencia en esta marca se alaba como diversidad e inclusión, pero cuando veo alrededor, no veo a nadie encima ni alrededor que se vea como yo,” dijo un empleado (Insider, 2020).

Nadie se hace un Billón Cuidando a Otros

El Washington Post, una publicación que le pertenece al jefe dueño explotador de Amazon Jeff Bezos, anuncio que estaba interesada en postular al grupo de Futbol Americano (NFL) los Washington Commander con Jay-Z (Washington Post, 11/3).

En el 2019, la compañía de Jay-Z Roc Nation se ganó un trato con NFL, para lanzar “Inspirar Cambio” para supuestamente combatir injusticia social y señalar los problemas que encaran los obreros negros y latinos.

Realmente, fue un truco publicitario asqueroso para desviar las protestas lideradas por Colin Kapernick y otros jugadores de futbol americano protestando los asesinatos de obreros y niños negros durante el himno nacional. Jay-Z respondió al contragolpe político: “estamos más allá de arrodillarnos. Es hora de hacer cosas para tomar accion.” (Washington Post, 11/3).

Muchos obreros jóvenes negros fueron a Twitter para expresar por que defendían la decisión de Jay-Z de romper la huelga, aludiendo a un súper poder de negociación que tiene Jay-Z que seguro resultaría en algún éxito para los obreros negro. El tener fe en billonarios o liderzuelos liberales como Jay-Z es la muerte para nuestra clase. Jay-Z es la misma celebridad billonaria que vendió a los obreros de Brooklyn para construir a Barclays Center, una arena que desplazo a cientos de personas.

Es el mismo billonario que patrocino clases para enseñar a los obreros en los proyectos de vivienda de Marcy en el barrio de Bedford-Stuyvesant de cómo invertir en otra facción fallida del capitalismo, la criptomoneda. Un residente local dijo, “si quiere hacer algo, que arregle este lugar,” (The Guardian, 6/22).

Cultura de celebridad, el nuevo opio
Karl Marx dijo, “la religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de los que no tienen corazón en el mundo, el espíritu de las condiciones sin espíritu. Es el opio de las masas.” Para muchos obreros hoy, la cultura de celebridad se ha convertido en esa nueva droga.

Las celebridades son peones usados por la clase gobernante para perpetuar la ideología capitalista. En el caso del Hip Hop, los raperos se les dan estados de deificar por su contenido lirico y las historias que “se inventan” les apelan a los públicos negros y latinos luchando para sobrevivir bajo el capitalismo.

Como el opio religioso, las celebridades como Ye y Jay-Z le prometen a los jóvenes que si hacen las movidas correctas, también podemos tener todas las riquezas y placeres. Pero hay una división entre los Pequeños Fascistas y la clase gobernante, que se personifican en las diferencias en figuras como Ye y Jay-Z.

Ye y Jay-Z personifican dos lados del fascismo
Ye le ofrece a la gente joven desilusionada por política liberal de cultura dominante como una manera de salir y entrar a las armas reaccionarias de ideologías como el nazismo.

Pero la amenaza más grande esta en las celebridades que aún no se han cancelado como Jay-Z y sus Grandes Jefes Fascistas, quienes hacen dudar y difundir las frustraciones con razón de la clase obrera pretendiendo que están combatiendo el racismo “de la manera correcta.”

La política reaccionaria de Ye expone la insinceridad de los Grandes Fascistas y sus celebridades lacayas. Por más de 50 años, Ye y otros raperos han sido la voz pública de desilusión.

Cuando el huracán Katrina devasto a Nueva Orleans y la gran parte de estados del sur en EE.UU. a principios del 2000, Ye tomo ventaja de televisión en vivo y se paró en solidaridad con los obreros en contra de la negligencia racista del ex presidente de EE.UU., George W. Bush, diciendo al shock de su co-presentador, comediante Mike Meyes, “a George Bush no le importa la gente negra.” Este tipo de análisis político agudo y tendencia hacia salirse del script no acariño Ye a los Grandes Fascista, que requieren disciplina, celebridades liberales para placar las masas, no incitarlas.

Muchos han ignorado el comportamiento de Ye como enfermedad mental sin chequeo. Quizás sea cierto, pero ese tipo de análisis le falta condiciones políticas que determinan la manera en la que la salud mental puede tomar. Cuales sean los problemas personales que plagan al rapero, el camino adelante desde el momento de Katrina fue claro: aislación llevo a Ye hacia la derecha, cuando lo debía llevar a la izquierda.

Esta es el soborno de los Pequeñas Fascistas como Trump en Estados Unidos, Georgia Meloni en Italia, y Jair Bolsonaro en Brasil que continúan a ofrecerle a las masas.

Aquellos que siguen a Ye les falta guía política comunista, que combate los efectos de aislación del terror capitalista y negligencia con acción colectiva, y prueba que el mundo libre no es nacionalista, racista, sexista, pero igualitario controlado por y para la clase obrera internacional.

¡Aplasta el Capitalismo!
¡No es solo Ye, Jay-Z o Jeff Bezoz… es el CAPITALISMO!

Las ideas de Ye le pertenecen a la clase gobernante. El vale casi un billón de dólares, y nadie que posea esa cantidad es amigo de la clase obrera.

Tampoco los racistas putrefactos, Fascistas Pequeños orientados domésticamente o los Grandes Fascistas liberales, orientados por el imperialismo que actúan en el interés de los obreros. Sin embargo, el PLP lucha en ganar los obreros a la idea que los Jay-Zs del mundo son un peligro más grande.

La clase gobernante ha demostrado que disponen de celebridades como Ye cuando lo quieren porque ellos están tratando de ganarnos a luchar por sus guerras imperialistas.

Érase una vez, que Ye tenía la razón: la mayoría de obreros negros saben que los republicanos como George Bush no les importan ellos; saben que los obreros esclavizados escapando al Norte no los liberaron, y que corporaciones como Adidas son hipócritas racistas.

Pero también está absolutamente equivocado: los enemigos de los obreros negros no son los obreros judíos o ningún otro chivo expiatorio de la clase gobernante.

Los obreros negros no van a ir a la guerra por racistas podridos como Trump o Bush ni trabajaran hasta que nuestros pies sangren en el piso de una fábrica nazista controlada por Adidas. Aun así, los obreros negros y antirracistas son vulnerables a la retórica de los Bidens y Jay-Zs de este mundo.

El PLP rechaza ambas facciones despiadadas de la clase gobernante. Confiamos que con ideas
comunista en mano, la clase obrera vera por medio de las mentiras y construirán un ejército rojo aplastando el capitalismo y sus herramientas ideológicas de una vez por todas. ¡Únetenos hoy!