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La Noche Oscura Tendrá su Fin -2005

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03 Febrero 2024 480 visitas

Esta fue la respuesta que dio el presidente del Partido Comunista de China Mao Zedong al presidente del Partido Comunista de EUA William Z. Foster, ante la denuncia de Foster de que el imperialismo EUA parecía indestructible.

La lucha por el poder estatal es inseparable de la lucha entre las ideas correctas e incorrectas en relación a cómo ganar, mantener y consolidar este poder estatal. La lucha ideológica contra el revisionismo (las ideas y la práctica del enemigo de clase en el movimiento comunista) ha tenido lugar desde el comienzo de la lucha por la revolución proletaria. El revisionismo intenta distorsionar el contenido revolucionario del Marxismo-Leninismo. Toma muchas formas, trata de subirse a la ola revolucionaria de la historia del mundo, apareciendo con el disfraz de militante, pero su esencia contra-revolucionaria sigue siendo la misma.

Camino a la Revolución III

El capitalismo demuestra día a día que solo puede ofrecer horrores sin fin a los trabajadores del mundo. Su "triunfo" lleva a guerras imperialistas; a la pobreza masiva y racista; a un estado policiaco fascista y de terror; a hambrunas y genocidios “étnicos"; y una degradación cultural alienante. Tal es el legado del sistema de ganancias, y continuará hasta que el capitalismo sea aplastado por la revolución comunista. Esa es la tarea principal de los trabajadores, soldados y estudiantes: destruir el viejo orden y crear algo nuevo. La tarea nunca ha sido fácil, pero hoy en día es más difícil que nunca. ¿Por qué? Por el cinismo y la pasividad resultante del colapso del viejo movimiento comunista.

Sin embargo, tenemos motivos para ser optimistas revolucionarios. La experiencia de nuestro Partido en el movimiento de masas muestra que un número creciente de trabajadores y estudiantes están buscando respuestas. Su búsqueda crea mayores posibilidades de ganarlos a nuestra línea. A pesar de que no tener grandes resultados rápidamente, lo que hagamos ahora –o, en su defecto, dejemos de hacer-- es más importante que nunca. Tenemos que enfrentar con valentía la arremetida fascista, con una visión de un futuro comunista libre de explotación, racismo y guerras patronales.

Por falta de un centro que impulse el movimiento comunista mundial, la clase obrera internacional está sufriendo de pobreza, hambre, guerra, enfermedades y opresión racista a niveles sin precedentes. Los jihadistas en Irak e Irán, Bin Laden, los talibanes, George W. Bush, los demócratas liberales, todos representan a una u otra banda de multi-millonarios. Estas "alternativas"-ya sean reformistas, nacionalistas, o abiertamente fascista-no son una solución para nosotros. La única solución para acabar con los baños de sangre imperialistas sigue siendo la revolución comunista internacional. En el período reciente, la lucha interna del Partido sobre el reformismo se ha intensificado. Este es un desarrollo saludable y necesario. Desde sus orígenes en el Manifiesto Comunista, pasando por el ¿Qué hacer? de Lenin y la Gran Revolución Cultural Proletaria en China, el movimiento comunista siempre ha avanzado a través de la lucha contra el reformismo.



Conocido por los comunistas como "revisionismo", el reformismo es el talón de Aquiles del antiguo movimiento comunista. A los patrones les encanta anunciar que el comunismo fue una ilusión desde el principio y que jamás podrá funcionar. Han distorsionado la historia para retratar a Stalin como peor que Hitler, y siguen calumniando a uno de los grandes líderes de la historia de la clase trabajadora. A pesar de todas las ventajas que disfrutan hoy los capitalistas, el fantasma del comunismo los sigue atormentando. Las semillas políticas del colapso del viejo movimiento comunista ya estaban presentes en muchos de sus documentos principales. Estos errores debilitaron y, eventualmente, revirtieron los logros de organizaciones revolucionarias monumentales y su incomparable heroísmo de clase. Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao y todos creían en el socialismo como un paso necesario en la mitad del camino hacia el comunismo. Todos ellos hablaron de ambos lados sobre la cuestión del nacionalismo. En el libro El Estado y la Revolución, Lenin mantuvo la noción errónea de que el aparato estatal debe mantenerse separado del Partido. Todos temían que el comunismo era demasiado avanzado para los trabajadores y que el partido tenía que ganarlos a algo menor, la motivación a través de incentivos materiales e individuales. Mao fomentó el oportunismo con su teoría de la "Nueva Democracia", retorciendo la dialéctica para justificar las alianzas con los patrones "menos males". En otro ejemplo de oportunismo, todos estos líderes, de una manera u otra, practicaron el culto a la personalidad.

Nuestro partido nació en la lucha contra este oportunismo, y ha profundizado esta lucha. Una serie de documentos del PLP, incluyendo Camino a la Revolución I-IV, Los Revolucionarios deben Lucha Contra el Nacionalismo, Reforma y Revolución, entre otros, han sido importantes en el desarrollo de la ideología comunista. El partido comenzó desafiando el oportunismo del viejo Partido Comunista en EUA. En la década de los 60, en medio de la lucha contra la guerra de Vietnam y contra el racismo llegamos a comprender que la Unión Soviética se había convertido en su opuesto, es decir, era una potencia imperialista en competencia con los imperialistas norteamericanos. La práctica y lucha ideológica llevó al Partido a la conclusión de que todo nacionalismo es veneno. En la década de los 80, con Camino a la revolución IV, el PLP llegó a la conclusión de que la conquista del poder --y su mantenimiento para construir una dictadura proletaria comunista, -dependía en desarrollar conciencia comunista en cientos de millones de trabajadores y de una inmediata destrucción del sistema de salarios, que fuera sustituida por una distribución en base a necesidades.

Estos avances son contribuciones vitales al arsenal ideológico del comunismo revolucionario. Sin embargo, el PLP no ha logrado tomar el lugar que en el pasado el viejo movimiento comunista tuvo como faro de esperanza para miles de millones de trabajadores en el mundo. En el período actual, se tiene que luchar muy duro para lograr pequeños avances. Cada avance, desde la distribución de un Desafío hasta el reclutamiento de un trabajador más, tienen un valor y significado político importante. Cada uno de estos pequeños logros nos ayuda a avanzar hacia un nivel mayor de lucha. Si vamos a cumplir nuestra tarea, tenemos que ser mas eficientes en aprovechar las muchas oportunidades existentes. Es imperativo, sin embargo, abordar esta cuestión dialécticamente. Si bien hay mucho margen de mejora, y la calidad del trabajo está muy lejos de nuestro potencial, también debemos reconocer que la actual relación de fuerzas de clase no está en nuestro favor. Para invertir esta relación va a tomar mucho tiempo, esfuerzo, compromiso, persistencia, sudor y sangre.

La caída del viejo movimiento comunista es la peor derrota sufrida por la clase trabajadora. La recuperación está tomando generaciones. Stalin advirtió que una nueva Edad Oscura seguiría de la derrota de la Unión Soviética. En muchos aspectos, la clase obrera internacional ahora está envuelta en labores, cargas económicas, políticas, ideológicas y culturales mucho más pesadas que en cualquier momento de su historia.

Pero los comunistas nunca deben escudarse en "circunstancias objetivas" para evitar la crítica y la autocrítica necesarias para corregir errores y avanzar el proceso revolucionario. A pesar de que podemos permanecer como partido pequeño durante algún tiempo, debemos seguir afinando la lucha interna contra el reformismo/revisionismo. Sin esta lucha no podremos aspirar a superar los errores del pasado. Con ella, podremos empezar a ampliar las oportunidades de crecimiento en este período, podremos entregar a nuestros sucesores un Partido que mueva montañas. Nuevas condiciones revolucionarias surgirán. Afinando nuestra línea política y practica ahora determinará nuestra habilidad futura para hacer lo mayor posible bajo estas condiciones. El error más significativo de nuestro Partido en el período siguió después de Camino a la Revolución IV fue subestimar la importancia del colapso del viejo movimiento comunista. Identificamos correctamente la restauración del capitalismo en la ex Unión Soviética y China. No pudimos, sin embargo, comprender las consecuencias devastadoras que este desarrollo tendría en el proceso revolucionario en todo el mundo y la ayuda que le dió esa caída al imperialismo de EUA.

Desde hace más de una
década en que se disolvió la Unión Soviética, los gobernantes de EUA han recibido un cheque en blanco para causar genocidio en la ex Yugoslavia, Afganistán, Irak y otros lugares. El fin del socialismo, y la subsecuente retirada (aunque posiblemente temporal) de la URSS como superpotencia imperialista rival, también permitió a los gobernantes de EUA esquivar muchas de las inevitables contradicciones del capitalismo. Más crítico aun es el efecto desolador que el fracaso del socialismo ha tenido sobre la lucha de clase en todo el mundo.

En 1968, la situación en el mundo era diferente. El imperialismo norteamericano se vió sacudido por la ofensiva del Vietcong en Vietnam. La especulación del oro en el mercado amenazó con colapsar el sistema financiero de los EUA. Esta amenaza fue contenida temporalmente cuando los EUA dejó de atar al dolar con el oro y cesó la concentración de tropas en Vietnam. Pero las fuerzas económicas que precipitaron la crisis de 1968 no habían sido eliminadas. A finales de 1973, los EUA y Europa había entrado en la peor recesión desde la Gran Depresión. Un desplome en la bolsa de valores resultó mayor que la de 1929. La producción industrial y la tasa de ganancia se desplomó. Tanto el desempleo y la inflación tuvo un aumento de dos dígitos. "Estanflación" fue una forma de crisis capitalista nunca antes vista, y fue la "solución" de ésta que llevó a las quiebras bancarias de la década de los 80.

Sin embargo, en 1969, aun cuando aumentaron sus ataques contra la clase obrera nacional y extranjera, los imperialistas EUA comenzaron las negociaciones para iniciar el comercio con China. En 1972, el racista, y genocida de Nixon fue homenajeado en Beijing mientras sellaban sus acuerdos. Nuevos mercados de mercancías e inversiones se abrieron. Esto ayudó a amortiguar la crisis de la década de los 70, aun cuando la restauración del capitalismo en China y Rusia preparó el camino para la rivalidad entre estas mismas potencias en la época actual. En el apogeo de la guerra de Vietnam, los capitalistas de todo el mundo sufrieron insurgencias masivas de trabajadores, estudiantes y soldados. Grandes sectores de soldados de EUA se rebelaron; rebeliones dirigidas por trabajadores negros sacudieron ciudades de los EUA; las universidades fueron centros de protestas, y una oleada de huelgas mostró que la clase obrera podría llegar a ser imparable cuando tuviera una conciencia comunista revolucionaria.

De 1968 a 1971, los trabajadores y las huelgas estudiantiles sacudieron a Europa, los Estados Unidos y América Latina. En Francia una huelga estudiantil, en mayo de 1968, provocó una huelga general que involucró a 10 millones de trabajadores (dos tercios de la clase obrera francesa) deteniendo todo el tráfico aéreo, ferroviario y el de los puertos. Los trabajadores y estudiantes marcharon por las calles de París cantando la "Internacional". Esta huelga de estudiantes y trabajadores paralizó una economía imperialista moderna y mostró que las contradicciones del sistema de ganancias todavía tienen el potencial de convertirse en una oportunidad revolucionaria si es dirigida por un partido comunista con la línea correcta. En México, una protesta de estudiantes de bachillerato en junio de 1968 se extendió a las universidades y luego a sectores de trabajadores ferrocarrileros y electricistas entre otros, y amenazó con cancelar los Juegos Olímpicos.

En noviembre de 1969, 143,000 trabajadores de General Electric se encontraban en huelga, mientras que 500,000 manifestantes contra la guerra se reunían en Washington, DC. El PLP dirigió a miles en una marcha hacia el Departamento del Trabajo para construir una alianza obrero-estundiantil anti-imperialista. Miles de personas coreaban consignas que denunciaban a General Electric de participar en la guerra y de rompe huelga. En 1971, una huelga de trabajadores del correo en Nueva York se extendió a todo el país. El sistema postal entero se paralizó por una semana. La huelga terminó vendiédose, pero tambaleó a los patrones y le mostró al mundo el potencial de la clase trabajadora.

Estas rebeliones reflejaron 60 años de práctica revolucionaria, buena y mala, inspirados primero por la revolución bolchevique y China, y más recientemente por la resistencia Vietnamita y la Revolución Cultural en China. Cientos de millones de personas estaban involucradas en la lucha de clases.

Si el partido va a continuar la lucha histórica por el comunismo, debe hacer una evaluación objetiva de las fortalezas y debilidades del viejo movimiento comunista. Sus puntos fuertes permitieron a la clase obrera lograr avances gigantescos. La dictadura del proletariado primero en la Unión Soviética; la derrota de los fascistas en la Segunda Guerra Mundial dirigida por la Unión Soviética; la Revolución China; la Gran Revolución Cultural Proletaria; junto con las luchas anti-imperialista de los años 50's y 60's, dio esperanzas a los trabajadores en todas partes y mostró que los oprimidos podrían deshacerse de las cadenas de la opresión. No reconocer los logros del viejo movimiento comunista es un error peligroso, pero la incapacidad de aprender de sus errores y corregirlos es igualmente grave.

El revisionismo restauró el sistema de ganancias en la ex Unión Soviética y China. Convirtió a Vietnam en un refugio para la inversión capitalista. El nacionalismo transformó las rebeliones en los guetos en campañas electorales para elegir alcaldes negros. Estas campañas se convirtieron en caldo de cultivo para el incremento de ejecutivos y policías negros. Lideres sindicales colaboracionistas y sentimientos patrióticos dentro de la clase trabajadora destruyeron los poderosos y militantes movimientos huelguistas.

En 1981,
Reagan marcó el comienzo de la época moderna del fascismo cuando destruyó el sindícato de controladores de tráfico aéreo en huelga, reemplazándolos con esquiroles. Clinton continuó los ataques iniciados por Reagan cuando desbarató el sistema de bienestar social, sustituyéndolo por forma de trabajo esclavista que obligaba a los beneficiarios de asistencia social a reemplazar a los trabajadores sindicalizados.

El daño a las luchas de los trabajadores parece aún mayor cuando se ve en un contexto global. La rivalidad inter-imperialista es actualmente la principal fuente de conflicto internacional. De la Unión Europea al Medio Oriente y a China, la principal oposición al imperialismo de EUA tiene un carácter reaccionario, nacionalista y/o religioso.

La resistencia a la ocupación norteamericana en Irak es un ejemplo de ello. No hay lado "bueno" aquí, sólo una opción entre ladrones y asesinos. Por un lado están los jefes sunitas leales al viejo aparato estatal de Saddam Hussein, los clérigos chiítas que quieren su parte de las ganancias del petróleo iraquí, que están más o menos en alianza con los mullahs petroleros en Irán, y del otro lado están el mismo EUA o sus rivales imperialistas rusos, franceses, alemanes o chinos. Encuestas indican que Osama Bin Laden goza de cierto apoyo entre los pueblos oprimidos de todo el mundo. Pero como DESAFIO ha señalado desde el inicio, que el exagente de la CIA Bin Laden solo representa a un sector de los patrones árabes que quieren expulsar a Exxon-Mobil y apoderarse de los beneficios del petróleo saudíta. El triunfo de Bin Laden en el Golfo Pérsico sólo daría a las masas oprimidas árabes nuevos capitalistas que los mantendría esclavizados con las viejas cadenas.

La situación en el Medio Oriente es fundamentalmente diferente de la lucha que se dió en Vietnam, cuando los comunistas encabezaron la resistencia al imperialismo de EUA. A pesar de todas las debilidades revisionistas, la inspiración que le dieron a millones alrededor del mundo fue buena. No se puede decir lo mismo de la actual guerra en Irak o de Bin Laden. El error fatal del viejo movimiento comunista de unirse con "el menos malo" ha demostrado ser más mortífera que nunca.

Nuestra estimación equivocada sobre las consecuencias derivadas del colapso del viejo movimiento comunista llevó al economismo y al reformismo en nuestra prensa y documentos internos. A lo largo de la década de los 90 con frecuencia se escribió acerca de los trastornos económicos, como fue el colapso de los "tigres asiáticos" y el dilema cada vez mayor del exceso de producción capitalista. A pesar de que hacíamos mención de que la cuestión política era más importante que la económica, los escritos del partido constantemente enfatizaban la creciente crisis del imperialismo de EUA, sugiriendo que la economía americana podría colapsar por sus propias crisis. Dijimos que las economías asiáticas estaban condenadas al debacle y que la economía de EUA pronto las seguiría. Nos equivocamos. Pusimos las relaciones mecánicas económicas por encima de las relaciones políticas entre las clases sociales.

La sobreproducción es una característica absoluta e inevitable del sistema de ganancias. Sin embargo, nuestra sugerencia de que la sobreproducción de por sí sola daría lugar a una crisis irreversible estaba lejos de ser cierta.

Como se ha demostrado en muchas ocasiones, los patrones pueden sobrevivir a cualquier crisis, guerra, depresión, guerra nuclear y "holocausto". Lo único a lo que no puede sobrevivir es una revolución comunista. En ausencia de un rival imperialista que pueda desafiarlo militarmente, o de un movimiento comunista que despierte y dirija a la clase obrera, los imperialistas de EUA han logrado contener la totalidad de sus problemas económicos y permanecer en la cima. Esto no significa que sus problemas no son graves o que siempre podrán ser controlables. Pero en la actualidad los gobernantes están manejando sus crisis, y han sido capaces de hacerlo principalmente a expensas de una clase trabajadora políticamente debilitada. En ¿Qué hacer? Lenin expone el fracaso de la idea de que la lucha económica "espontáneamente" asume un carácter político. En otras palabras, el empeoramiento de las condiciones económicas no genera “espontáneamente" la conciencia revolucionaria entre los trabajadores. Eso requiere de un partido revolucionario con una base en las masas. Si no fuera así, la mayor parte del mundo ya estaría en plena revolución.

Si bien nos hemos opuesto siempre a esta desviación en la teoría, oponerse a ella en la práctica no ha sido tan fácil. En nuestra prensa, esta desviación a menudo toma la forma de artículos haciendo hincapié en la inmediata lucha por la reforma económica, añadiendo siempre al final un llamando a la revolución comunista. ¡Como si las cosas fueran tan sencillas!

Tanto la desviación como la corrección comienza con la dirección del Partido. La mera existencia de Camino a la Revolución IV, por muy vital que sea, no garantiza la inmunidad al reformismo. De hecho, visto con más de 20 años de retrospectiva, CRIV sólo araña la superficie para ayudarnos a comprender y prepararnos ideológicamente con respecto a las consecuencias de la derrota del viejo movimiento comunista.

"La vida y lucha a muerte contra el reformismo/revisionismo siempre estará con nosotros mientras las clases sociales sigan existiendo". La predicción de Mao acerca de los "10,000 años" de lucha después de la toma del poder no parece tan descabellada.
Mejorar los artículos del Desafío para hacer que los puntos comunista sean desarrollados desde el principio es sólo un primer paso. Es fundamental sacar la experiencia revolucionaria correcta sobre las batallas por los salarios, las escuelas, la brutalidad policial, la mala atención médica, el circo electoral patronal, las cuestiones culturales, o cualquier otra cuestión que afecta a los trabajadores. Pero estamos detrás de algo mucho más profundo.

La lucha por el comunismo es, más que nada, una lucha para hacer la política primaria. Esta fue la principal lección de la Revolución Cultural China. Aunque los comunistas chinos acabaron con una política equivocada, su visión representa un avance fundamental, que todavía estamos luchando por aprender. Hacer la política primaria es mucho más que señalar que la policía no puede servir a la clase obrera bajo el capitalismo, o que el imperialismo hace que la guerra sea inevitable, o que el sistema de ganancias no podría existir sin el racismo. Todos estos son puntos cruciales, y tenemos que desarrollar formas efectivas y persuasivas de presentarlas en nuestra prensa y nuestro trabajo político de diario.

Pero la lucha para que la política comunista sea primaria tiene otro nivel más profundo. Se encuentra en la encrucijada de la ideología, la filosofía y la psicología. Es una lucha contra el idealismo, la subjetividad, el pensamiento mecánico, y la unilateralidad, en otras palabras, una lucha para que los militantes comprendan la dialéctica revolucionaria. La comprensión dialéctica requiere práctica, lucha de clases, y una lucha simultánea contra todos los "ismos"podridos del sistema, el principal de ellos sigue siendo el individualismo. Con el pamfleto “Escapando de la Carcel” el Partido intentó popularizar la dialéctica, con el cual inició diciendo que “el peor encarcelamiento es el de nuestras mentes, que muchas veces no reconocemos”. El individualismo es la antítesis de la objetividad y la conciencia de clase obrera. Los gobernantes promueven el individualismo desde que los niños están en el vientre. El principio comunista del Centralismo Democrático refleja la necesidad de destruir y reemplazar el individualismo con una visión del mundo completamente diferente. La clase obrera necesita desarrollar una entendimiento profundo de grandes cuestiones políticas. Lenin escribió que un panadero debe ser capaz de analizar los asuntos de Estado. Pero este conocimiento es inútil si los trabajadores no son ganados a reemplazar su individualismo con un compromiso a su clase social.

Los miembros veteranos del
PLP tienen una ventaja. Ellos se unieron al movimiento cuando cientos de millones de personas en todo el mundo se dedicaban a militantes luchas de clase. En el apogeo de la guerra de Vietnam y de la GRCP, el contraste entre el individualismo capitalista y la teoría comunista y la práctica era mucho más clara de lo que es hoy. Los que participaron en esos movimientos entendieron que la clase obrera puede llevar a cabo tareas gigantescas, sin embargo para ese entendimiento fue crucial superar los hábitos individualistas que nos enseña el sistema capitalista. En la URSS de los años 30 y 40, millones aprendieron el colectivismo como parte de la conciencia obrera. Lo aprendieron de la lucha política, en el trabajo colectivo, y en un sistema educativo que enseñaba estas ideas.

En El poder soviético, Hewlett Johnson, el pastor “Rojo", de Canterbury, escribió acerca de la URSS antes de la Segunda Guerra Mundial: "Desde la más tierna edad el niño soviético se le enseña a trabajar cooperativamente con otros en tareas útiles. A los niños de la URSS, como a los niños Ingleses, por ejemplo, se les enseña a jugar con cubos. Pero los cubos Soviéticos o ladrillos a menudo son demasiado grandes para un solo niño. Él niño tendría que llamar a un compañero, para que juntos puedan construir su casa de cubos. La cooperación se convierte en instinto"(p.p. 198-9). El poder de esta colectividad se demostró en la reubicación de la enorme industria soviética detrás de los montes Urales, para evitar que callera en manos de los nazis en 1941. Mientras los ejércitos nazis avanzaban, 1500 fábricas completas y más de 2 millones de trabajadores fueron evacuados en trenes y barcos. Se mudaron a unas 1000 millas de distancia, y comenzaron a fabricar los tanques y los aviones, todo esto en menos de tres meses. Esta enorme tarea, llevada a cabo en condiciones horrendas, pero esencial para la victoria soviética sobre los nazis, no podría haber sido llevada a cabo por personas cuya perspectiva era "primero yo".

En este detalle aparentemente insignificante de niños que llevan los cubos, se puede medir el impacto de la derrota que ha sufrido nuestra clase. Nuestro partido cree en la toma de conciencia de clase "instintiva", pero el quererlo no es suficiente. La conciencia de clase sólo puede reemplazar al individualismo después de muchos años de lucha de clases intensa y con el poder del estado comunista. Independientemente de sus deficiencias políticas, la educación Soviética en la década de los 30 estaba en algo importante con los cubos y ladrillos. El poder del Estado es un triunfo de gran alcance.

Si bien nos falta el triunfo, no hay que lamentar nuestra suerte. Nuestro trabajo es jugar con la mano que nos ha tocado y mejorarla para aquellos que nos seguirán. Vivimos en una cultura infestada de reformismo, subjetividad e individualismo. Cada miembro y líder de nuestro partido sufre de estas enfermedades. Por el otro lado, tenemos instrumentos poderosos a nuestra disposición que si se utilizan correctamente puede ayudarnos a avanzar.

En primer lugar, tenemos el partido y su línea. El partido está con la revolución comunista. El partido está a favor la conciencia de clase, la objetividad y la dialéctica. El Partido nos enseña a servir a la clase trabajadora más que a nosotros mismos. Para actuar en acorde a esta línea, superar nuestros errores e ideas burguesas, representa la labor de varias generaciones, especialmente en una época con un bajo nivel de lucha de clases. Pero la línea comunista sigue siendo un faro que nos alumbra para no perdernos.

En segundo lugar, tenemos la estrategia de construir una base en la clase trabajadora industrial y con los soldados. Tenemos mucho que ofrecer a los trabajadores en términos de entendimiento político. La lucha incansable para construir vínculos personales y políticos irrompibles con los trabajadores son más cruciales que nunca en el actual período. Aun cuando la relación de fuerzas en la lucha de clases se incline a favor de los comunistas, el Partido siempre va a necesitar estos lazos. Sin embargo, en el clima político actual, donde las ideas capitalistas dominan 24hrs al día, 7dias a la semana y 365 días al año, estos lazos indestructibles con la clase trabajadora constituyen nuestra máxima prioridad. Si queremos convencer a los trabajadores que tenemos la respuesta, entonces tenemos que demostrarles que los comunistas estamos de su lado. Sólo profundas amistades personales que se hallan desarrollado durante un largo tiempo y probadas en todo tipo de lucha, tanto entre los amigos y contra el enemigo de clase, puede lograr esta tarea. Se trata de un exigente proceso de trabajo intenso. Pero posible.

Al mismo tiempo, tenemos que entender que es una calle de doble sentido-que los trabajadores tienen mucho que ofrecernos, a veces más de lo que nosotros tenemos para ofrecer. Al tener la confianza en la clase obrera, y la paciencia para ganar eventualmente masas al Partido, podemos construir vínculos inquebrantables con muchos trabajadores, en muchos niveles. Esos vínculos no sólo nos sostendrán a través de tiempos difíciles, pero también protegerán al Partido del terror fascista. Y por último, estos vínculos destruirán al imperialismo y el viejo orden capitalista. Confiando en los trabajadores, y organizando nuestras vidas alrededor de los que estamos tratando de gana, hará de nuestro partido una organización fuerte. No podemos esperar ganar de otra manera.

A pesar de todo lo que está en nuestra contra, cada día podemos ver destellos de esperanza reales. Muchos de nuestros miembros se esfuerzan por llevar a cabo la línea y se han ganado el respeto y la confianza de sus compañeros de trabajo. Un compañero en una escuela distribuye 300 DESAFÍOS por edición además de tener una reputación de excelente maestro. Este ejemplo y otros similares, sirven como modelos de cuadros comunistas. Y entre las masas, todos conocemos personas que viven con principios comunistas y están en busca de un partido.

A
l final de la película de Michael Moore, Fahrenheit 9 / 11, un soldado de EUA recuperándose de sus heridas en un hospital de Veteranos comenta su desilusión con sistema político actual. Habiendo sido un republicano de toda su vida, ahora odia a Bush y hace planes para hacer un compromiso de por vida con el Partido Demócrata, que es el objetivo del cineasta, todo el tiempo. Moore es una creación del imperialismo liberal.

El Partido Laboral Progresista tiene un objetivo diferente. Hay millones de personas como este soldado herido. Ellos representan una oportunidad y un reto, y nos muestran porqué lo que hacemos-y en su defecto, no hacemos-determinará el futuro. Mientras la guerra de Irak se prolonga junto con el incremento de víctimas civiles, muchos soldados de EUA empiezan a cuestionar sus motivos. Algunos han comenzado a desobedecer las órdenes. Esta es una importante evolución positiva y una oportunidad para introducir nuestras ideas. Estos soldados descontentos son potenciales miembros del Partido. Odiar a Bush es bueno. Pero no es suficiente, y si se conduce sólo a apoyar a los demócratas liberales, entonces el capitalismo de EUA todavía tendrá un futuro vigoroso. No hay otro escenario. Visualicen al soldado de Fahrenheit 9 / 11 y los millones que simboliza escapando de la cárcel mental del capitalismo, que limita a los trabajadores a escoger a los “menos malos” demócratas que también son genocidas. Sólo nuestro partido, en teoría y práctica, puede desarrollar esta conciencia.

El reconocimiento general de la existencia de oportunidades es una cosa. Que actuemos en casos específicos es otra. La autocrítica genuina es crucial para tomar ventaja de estas oportunidades. En la primavera de 2004, cuando se reveló que personal militar de EUA torturó prisioneros iraquíes, los gobernantes nos entregaron una magnífica oportunidad para organizar para nuestra línea. Sólo el PLP podría mostrar que la tortura y la atrocidad son sinónimos de guerra imperialista, que siempre han ocurrido en las guerras patronales, y que sembrar el terror masivo sobre poblaciones civiles es un objetivo estratégico de los responsables de la guerra imperialista, y que la tortura y el terror han acompañado el capitalismo de EUA desde su creación.

¿Cómo evaluamos nuestra respuesta ante esta oportunidad? Bueno, escribimos algunos artículos sobre la tortura en el Desafío. La dirección del partido trató de estimular la lucha de clases, que uniera la tortura en Irak a la tortura sistemática y racista de los trabajadores presos en las cárceles de EUA. Pocos compañeros respondieron, algunos de una manera ejemplar. Pero, en conjunto, el esfuerzo y los resultados estuvieron muy lejos de nuestro potencial. Incluso si estamos limitados por las condiciones objetivas, no nos acercamos a nuestro potencial en este caso.

La crítica y autocrítica comunista buscan correcciones no confesiones. Debemos tener la misma lucidez y objetividad para analizar y corregir nuestras propias deficiencias, como la que tenemos para evaluar a lo que nos enfrentaremos en el futuro previsible. La situación es difícil, pero ofrece oportunidad para crecer en número y fuerza. Estamos tratando de hacer lo correcto, pero tenemos graves deficiencias, y tenemos que luchar de manera constructiva con los demás para reconocerlas y corregirlas.

Los trabajadores industriales, siguen siendo la piedra angular de nuestra estrategia revolucionaria. A lo largo de la historia de nuestro partido, hemos confirmado lo correcto de esta estrategia, incluso en los períodos más sombríos. El éxito reciente de nuestros compañeros en la lucha del sindicato de conductores de autobuses en Washington, DC es el ejemplo más reciente de ello. Es un microcosmos que contiene todas las lecciones que debemos aprender para seguir adelante. Este éxito requirió décadas de lucha diaria y la construcción de base. Construida sobra una venta masiva del Desafío. También se necesitó de una constante y paciente lucha contra el reformismo, tanto de los trabajadores y de los miembros. Y está lejos de terminar. Nuevas oportunidades y peligros --nuevas realidades y nuevas posibilidades-- han derivado de la situación actual. La lección general de esta experiencia es que debemos continuar luchando por más práctica revolucionaria en todas las organizaciones de masas donde tenemos miembros, en particular en la industria y el ejército.

La prensa del Partido es otra área en la que tenemos que mejorar significativamente. Mientras las condiciones se agudizan y los liberales implementan sus planes de un estado policiaco, la importancia del desafío aumenta, tanto como organizador de masas y como vehículo para la lucha interna del Partido. Por el momento, las ventas son modestas. La distribución de Desafío de mano en mano y el desarrollo de redes de lectores de Desafio, los llamados "círculos concéntricos" de partidarios de PLP, siguen siendo fundamentales para nuestra estrategia de construcción de base. El aumento de las ventas y la mejora de calidad del contenido están íntimamente relacionados. El estado actual latente de la lucha de clases no durará para siempre. La I Guerra Mundial dio lugar a la revolución bolchevique, la Segunda Guerra Mundial dio lugar a la revolución china. Si la guerra es un requisito previo para la revolución comunista, muchos de ellas vienen a nuestro encuentro. Se avecinan guerras cada vez más grandes y mortíferas.


En particular, el imperialismo de EUA debe seguir sus aventuras militares. Otros imperialistas encontrarán maneras de desafiarlos. La rebelión dentro de las fuerzas armadas de los gobernantes incrementarán. Los trabajadores en el frente interno no se quedarán quietos indefinidamente mientras los gobernantes fortalecen su fascista estado policiaco. Puede que pasen muchos años para que estas contradicciones estallen. Pero en algún momento el ritmo de cambio se acelerará cualitativamente. Las oportunidades abundan, incluso hoy en día. Los gobernantes tienen razón al preocuparse sobre cómo motivar a los trabajadores pobres y oprimidos a unirse a su ejercito y morir por el imperialismo de EUA. El ganar soldados negros y latinos a sacrificar sus vidas por este sistema podrido sigue siendo una tarea difícil, sobre todo después del fiasco de Bush en Irak, que ha desmoralizado a los soldados. Probablemente todavía falte para que los soldados inicien rebeliones abiertas, sin embargo esta desmoralización está encontra de los imperialistas. Esta situación constituye una oportunidad para nosotros.

La economía nos da mayores oportunidades. "Recuperacion" es un término relativo. La actual "recuperación", si se merece el nombre, se está produciendo sobre las espaldas de la clase obrera. El programa liberal de fascismo y guerra desgasta aún más las condiciones de vida de los trabajadores. Mientras las jubilaciónes se desvanezcan, la atención médica se empeore, las escuelas se deterioren, y las atrocidades policiacas aumenten, los trabajadores llegarán a ser más militante. El cinismo y la pasividad dará paso a la ira, una vez que estas transformaciones se produzcan nuestra práctica comunista del presente determinará nuestro potencial en el futuro.

Tenemos una inmensa responsabilidad. El futuro de la lucha de clases y por lo tanto de la humanidad depende de la actividad política de los trabajadores, tanto en la fabrica como en el campo de batalla. La línea política de la clase trabajadora provendrá de uno de los dos: los capitalistas o comunistas. La tortura de prisioneros iraquíes, ofrece un ejemplo de ello. Los liberales capitalistas apuntalan a Bush como el enemigo y ofrece a los demócratas como Plan B. La línea comunista toma una posición de clase en la guerra imperialista y llama a la revolución. Hay un mundo de diferencia, al igual que hay un mundo de diferencia entre las líneas de las luchas reformistas más modestas.

Nuestra responsabilidad es marcar esta diferencia. Si no lo hacemos, los trabajadores permanecerán en la prisión del enemigo. Si lo hacemos, la clase obrera por fin podrá crear una sociedad comunista, no importa cuánto tiempo tome o lo arduo del camino.

Las protesta internacional masiva que hubo en el 2003 contra la invasión de Irak debe ser vista como paja en el viento que muestra el potencial para un movimiento de masas. Las manifestaciones se diluyeron porque los participantes no pudieron ver una alternativa política más allá de la protesta inmediata. Cuando comenzó la guerra, a pesar de sus esfuerzos, estaban desmoralizados. Aun así, debemos considerar como un reto este malestar y la agitación crecientes en todo el mundo que acompañará a las próximos guerras en las que se enfrascarán los gobernantes de EUA. Con una lucha interna aguda contra el reformismo, podremos entrenarnos para llevar a cabo esta tarea tan importante.

El carácter internacional de estas protestas deben confirmar lo correcto de nuestro compromiso de construir un PLP internacional. Las contradicciones esenciales del sistema de ganancias son universales y absolutas en todos los rincones del mundo. La capacidad de crecer del Partido fluye de estas contradicciones y de nuestra práctica. Las rivalidades interimperialistas y las guerras aumentará nuestro potencial de crecimiento en todos los países donde exista el partido, y generará nuevas posibilidades para la construcción del PLP en los países donde nuestra organización todavía no existe.

Cada miembro del Partido es capaz de construir una base y convertirse en un líder, tanto del Partido como del movimiento de masas. Cada club puede ganar miembros al Partido, distribuir el desafío y nuestras ideas, y elegir una lucha contra los patrones racistas. Ningún nivel de represión fascista, guerra imperialista o reformismo dentro de nuestras propias filas puede borrar la necesidad histórica de la clase obrera internacional para hacer la revolución comunista. Marx escribió que todos los problemas crean al menos los elementos de su solución.

La "Noche oscura" tendrá su fin. El PLP representa el futuro. A pesar de nuestras deficiencias y el periodo difícil en el que estamos, existen muchas oportunidades. Podemos hacer mucho más. Al aprender a diagnosticar la enfermedad del reformismo y la medida en que todavía la padecemos, también podemos aprender a curarnos. La tarea es ardua y seguirá consumiendo generaciones de lucha, la historia y los intereses de la clase trabajadora nos lo exigen. PLP mantiene el potencial para convertirse en la partera de una nueva humanidad.

1 La creencia oportunista de que las condiciones económicas generan espontáneamente la conciencia política revolucionaria.

2 Véase ¿Qué hacer? sobre el papel de la prensa del Partido en los períodos de intensa represión.