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Huelga en Starbucks: Los trabajadores intensifican la presión sobre los jefes

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11 Diciembre 2025 12 visitas

La vieja canción del PLP, “Poder para la clase obrera”, o al menos su estribillo, resonó una vez más en el piquete de Starbucks esta tarde. Starbucks United Workers ha estado realizando piquetes con un gran número de trabajadores en huelga y sus partidarios, encabezando cánticos militantes y, en ocasiones, tomando medidas audaces frente a las tiendas. Los camaradas del Partido Laboral Progresista están apoyando activamente la huelga, hombro con hombro con los trabajadores.

Estas acciones son importantes, ya que muestran que la clase obrera está dispuesta a desafiar a los patrones y contraatacar. Luego, los trabajadores de Starbucks, junto con sus compañeros de la clase obrera, deben ir más allá de los piquetes y tomar medidas para construir un movimiento por el poder de los trabajadores: ¡el comunismo!

Nueva tienda en la mira

Hoy, el objetivo era una tienda de Starbucks ubicada en el Empire State Building en la Quinta Avenida y la Calle 34. Una mecca turística durante la temporada de compras navideñas, la gente escuchó todos los fuertes cánticos de “qué es asqueroso?, lo antisindical” y “sin contrato, no hay café” al pasar por esta tienda de Starbucks. Varios sindicatos enviaron partidarios para solidarizarse con los baristas en huelga, incluido SEIU Local 1199 del sindicato de trabajadores hospitalarios, miembros del capítulo de maestros jubilados de la UFT (miembros del partido y amigos están activos en este grupo) y algunos miembros del sector de la construcción.

Una vez más, la oradora principal fue una joven del sur que alguna vez trabajó en un Starbucks de Carolina del Norte pero fue trasladada a un Starbucks en Nueva York, donde los horarios programados son más comunes. Ella es una militante de base con la que nos hemos reunido tres veces y que sigue hablando contra el capitalismo y su sistema de opresión. Señaló que el nuevo jefe de Starbucks, Brian Niccol, ganó 96 millones de dólares en sus primeros tres meses de trabajo (Fortune, 25/1). 

Mientras tanto, los trabajadores de Starbucks necesitan obtener apoyo del gobierno, como cupones de alimentos y Medicaid, y no pueden conseguir turnos seguros ni trabajar suficientes horas a la semana para ganarse la vida. Las exigencias del contrato tratan de estos temas y otros similares como la seguridad y la salud y la gestión arbitraria.

Los obreros se han sindicalizado pero no pueden lograr que la dirección cumpla con sus demandas.

Mientras tanto, la lucha sigue creciendo, porque los obreros no dan marcha atrás. Cientos de baristas sindicales de 26 nuevas tiendas se unieron a nuestra huelga nacional ULP esta semana. Eso nos lleva a 3.000 baristas en más de 145 ciudades que mantienen el piquete.

Tiendas en 100 ciudades están en huelga. El noventa y cinco por ciento de los miembros del sindicato votaron a favor de la huelga sin contrato. Entre cánticos de “¡Brian! ¡Brian! ¡No puedes esconderte! ¡Podemos ver tu lado codicioso!”, una docena de miembros del sindicato de Starbucks bloquearon la entrada de la tienda y fueron arrestados.

Una vicepresidenta de SEIU habló elogiosamente del coraje de los huelguistas y de sus deseos de que este movimiento algún día cree un mundo completamente nuevo. Una líder militante nos dijo que tenía esperanzas de que ganaran la huelga y, mientras tanto, tuvieran beneficios de huelga y en el estado de Nueva York pudieran cobrar el seguro de desempleo mientras estuvieran sin trabajo. Pero hasta ahora la dirección de Starbucks, una de las entidades corporativas más ricas del mundo, no ha hecho ninguna oferta.

Necesidad de luchar contra el reformismo

Desafortunadamente, muchos miembros del DSA (el Partido de los Socialistas Demócratas de América, del que forman parte muchos huelguistas) en realidad sólo quieren reformar el capitalismo para que sea más justo. Esta es una perspectiva que mucha gente tiene. Pero el sistema capitalista, si bien a veces puede ser rechazado mediante luchas de masas, siempre recupera su equilibrio. Luego, con la ferocidad de sus antepasados asesinos, empeora la vida de los trabajadores. Cantamos “No voy a dejar que ningún capitalista me dé la vuelta, dame la vuelta”.

Los capitalistas pueden ser demócratas o republicanos. Tienen algunas diferencias en su estilo y manera, pero el motor del crecimiento cada vez mayor del capitalismo para obtener ganancias a través de la explotación del obrero y del mundo natural no cesará a menos que la clase trabajadora se levante y haga una revolución. El sistema capitalista debe ser reemplazado por un mundo igualitario comunista. La historia ha demostrado que el socialismo no conduce a una sociedad sin clases, sino que mantiene algunas ideas capitalistas y eventualmente regresa a modos capitalistas de producción y pensamiento.

El Partido Laboral Progresista, aunque todavía pequeño, intenta llevar sus ideas comunistas revolucionarias a la clase obrera en los piquetes, en los lugares de trabajo y en las escuelas, iglesias, mezquitas y sinagogas. ¡Estamos construyendo un movimiento multirracial internacional para ganar!