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Batalla de Imperialista por Honduras Asesina Obreros

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09 Septiembre 2009 120 visitas

TEGUCIGALPA, HONDURAS, August 10 Al escribirse este artículo, la resistencia del pueblo hondureño contra el golpe militar que depuso al presidente Manuel Zelaya lleva 43 días.  En todo este tiempo no han cesado las tomas de puentes, carreteras y edificios, paros laborales y movilizaciones masivas. El siete de agosto salieron marchas desde el interior del país para convergir el 12 de agosto en Tegucigalpa  y San Pedro Sula, la segunda ciudad del país. Estas concentraciones masivas son para apoyar los cortes de carreteras, y a una programada  huelga general, buscando de esta manera paralizar el país como punto culminante de la lucha por restituir a Zelaya.

Las golpizas, detenciones, heridos y muertos no han faltado. Sin embargo, esta gran capacidad de lucha y sacrificio de parte de las masas oprimidas hondureñas en nada avanzará sus verdaderos intereses clasitas. La única liberación posible para la clase trabajadora hondureña yace en hacer una revolución armada que luche por el comunismo. Pero, sin un partido revolucionario comunista que los dirija, los trabajadores en Honduras y de todo el mundo serán solo peones en la lucha interimperialista-capitalista por maximizar sus pingues ganancias y dominar el mundo.

Actualmente, Honduras está en el ojo del huracán de esta lucha por el control de America Latina. El pecado mortal de Zelaya, para el USAimperialismo, fue acercarse demasiado a Hugo Chávez y a su bloque populista Cuba-Bolivia-Nicaragua. Este bloque - juntamente con la ascendente potencia regional de Brasil y su bloque MERCOSUR, mas los imperialistas europeos, rusos y chinos – esta desafiando los casi dos  siglos de hegemonía estadounidense sobre el continente.

Zelaya y los capitalistas hondureños que lo apoyan – al igual que los capitalistas sudamericanos encabezados por Chávez y Brasil – buscan, al aliarse con los rivales de los patronos de EE.UU., adquirir una tajada mas grande, de lo que se extrae de la explotación de sus trabajadores. Los otros imperialistas, por el otro lado, necesitan arrebatarle esta región a los USAimperialistas para acrecentar más su control sobre las ganancias y los recursos naturales del mundo.

Zeleya y los que lo apoyan, al igual que los USAgobernantes y sus lacayos, dicen que están “luchando por la democracia”. Pero esto es solamente una treta patronal para ganar a los trabajadores y a otros sectores sociales a pelear por sus intereses capitalistas. “La democracia”, ya sea impuesta con bayonetas o legalizada por las urnas, es la dictadura capitalista sobre nuestra clase.

Nuestra liberación yace en forjar una revolución comunista que imponga la dictadura de nuestra clase para acabar con todos los capitalistas del mundo y garantizar que nunca más vuelvan a surgir. De esto construiremos una sociedad comunista que eliminará el dinero y todos los males capitalistas.  Produciremos para satisfacer internacionalmente las necesidades de nuestra clase, no para enriquecer a un puñado de parásitos. 

Honduras devela el declive del USAimperialismo. Los días cuando los USApatronos, con un puñado de infantes de marina, mercenarios o con los ejércitos locales, ponían y quitaban a su antojo sus títeres en Latinoamérica, han pasado a la historia. Cualquiera que sea la resolución a la crisis hondureña, la lucha por el control de la región se intensificará.

Honduras también muestra que los USApatronos solamente tendrán la opción militar para reconquistar su control absoluto sobre el hemisferio. También muestra que la única opción para  los trabajadores es organizar para la revolución comunista. Zelaya, un capitalista cuya familia asesinó a muchos organizadores izquierdistas durante la década de los años 1980, nunca le ayudará a los trabajadores construir tal movimiento. Y, cualquiera de los llamados lideres de la clase trabajadora que lo apoye o luche por la tal “democracia” es conciente o inconcientemente un traidor a nuestra clase. Ingresar y construir al internacionalista Partido Laboral Progresista y luchar por el comunismo son las únicas rutas que conducen a la liberación de la clase trabajadora.