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ESTUDIANTES, MAESTROS, SE PLANTAN VS. DESPIDOS RACISTAS PATRONALES

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23 Septiembre 2010 93 visitas

CHICAGO, IL, Septiembre — Desde el 9 de agosto, cada uno de los 750 estudiantes en un colegio en Chicago han tenido sus programas cambiados al menos una vez; muchos han tenido tres. Esto era encima de un comienzo caótico del año de escuela debido a la desorganización y desprecio racista de la escuela pública de Chicago (EPC) contra los estudiantes, con mas negligencia de educación en la ciudad. Esta escuela es 99.5% negros, 0.5% latinos, 20% sin hogares, 30% con necesidades especial, y 100% de ingresos bajo. El nombre de la escuela, Paul Robeson, fue un defensor implacable de la clase obrera y un oponente al racismo, pero el modelo de “educación de boutique” de Chicago permite a la EPC correr rampante sobre las necesidades de los estudiantes aquí.

Como el sistema capitalista usa el racismo para dividir a la clase obrera y no puede establecer trabajos para todos sus jóvenes cuando terminan la escuela, distritos como la EPC constantemente “reforman” la educación para que sea peor para los negros, estudiantes de clase obrera.
Dos años atrás, la población de la escuela dramáticamente creció, requirió que la EPC contratara a 9 maestros nuevos para cubrir las aulas. Pero por burocracia, los nuevos maestros no estuvieron al frente de sus estudiantes hasta noviembre. Habían al menos 35 estudiantes que tenían sustitutos todos los días en todas sus clase principales – ingles, ciencia, matemática, y estudios sociales – por dos meses. Ellos le rogaron a su maestra de división, una camarada, que les enseñara algo en los 15 minutos que pasaban juntos diario. Ese año a muchos otros estudiantes novatos les faltaron como 1 a 3 maestros.
Este año, la escuela comenzó un mes mas temprano en un nuevo programa de “ronda anual”, y la populación dramáticamente bajó. Por falta de planes de la EPC, escuelas de las vecindades casi no están preparadas para el primer día de la escuela. Los estudiantes saben esto y   demoraron en venir a la escuela hasta que las cosas mejoran, a veces hasta como la tercera semana de septiembre. La segunda semana de agosto, la administración del medio mandato que el director cambiara los programas de los estudiantes en preparación de desplazar a 15 maestros. La última semana de agosto, abogados de la EPC le dijeron al director que escogiera a 7 maestros para desplazar para el 7 de septiembre, tradicionalmente el primer día de escuela para la mayoría de estudiantes de la EPC. Este mandato de “nivelar” las clases, sin siquiera saber cuantos maestros o estudiantes iban estar confirmados a fin de septiembre, fue una de las causas de cambios constantes de programas para los estudiantes. A veces, clases enteras estaban en fila afuera de un aula y les decían que tenían una clase diferente, pero no había ninguna manera de saber adonde o de que era la clase.
Indignados por los cambios constantes y la incertidumbre, estudiantes comenzaron a circular peticiones; hubo una discusión sobre una huelga. Cuando hubo una discusión en una reunión de la administración, los maestros llamaron a la Unión para asistencia, cual presto dos buses para la escuela. Más de 60 estudiantes y 10 maestros fueron a la reunión de la administración, para protestar afuera. Ellos gritaban, “¡Salven a nuestros estudiantes!” “¡Salven a nuestros maestros!” “¡Salven a nuestras escuelas!” Maestros dijeron que estudiantes nunca habían estado tan excitados. Uno dijo, “Yo puedo ver la sinceridad de los estudiantes en lo que están haciendo para salvar los trabajos de sus maestros. Ellos querían ayudar...Ellos querían ser escuchados. Algunos tomaron liderato y dirigieron gritos, y otros ayudaron con los gritos. Ellos estuvieron unidos por su causa.”
Desgraciadamente, cuando comenzó la reunión de la administración, la protesta perdió su liderato político y simplemente regresaron a la escuela. Los maestros en la escuela estuvieron emocionados de oír los reportes de los estudiantes, pero la falta de un próximo paso dejó al movimiento en un fin. Un camarada joven en la protesta hizo una crítica propia sobre la falta de su liderato y su inhabilidad de dirigir a sus compañeros a más acciones. Un maestro camarada hizo una crítica propia de no involucrar a camaradas jóvenes en la escuela al planear una acción. Sin embargo, el estudiante reflejó a la protesta y hizo una lista de personas que el puede comenzar hablar sobre DESAFIO. El maestro, quien había estado desanimado de vender DESAFIO en la escuela, encontró una base de 10 maestros para comenzar a distribuir el periódico. ¡Nosotros estamos comprometidos a luchar contra estos ataques racistas, y la lucha sigue!