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PACTO FISCAL: PATRONES AFILAN SUS CUCHILLOS

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18 Enero 2013 65 visitas

La clase dominante (dueños y gerentes de las empresas de Wall Street y las grandes corporaciones como General Motors, General Electric, Exxon Mobil y Microsoft), junto con los políticos y generales que los representan, constituyen una clase dominante en EEUU. Su enorme riqueza les permite controlar y dirigir la política gubernamental. Sin embargo, las divisiones dentro de esta clase, además de las luchas internas entre los dos partidos capitalistas, han hecho que sea muy difícil obtener cambios en los impuestos federales y los gastos vitales para mantener el dominio del capitalismo de EEUU en el mundo.
El gasto del gobierno federal es ahora de 23% del producto interno bruto (PIB), mientras que los ingresos de impuestos federales son sólo el 16% del PIB. Así, el gobierno tiene un déficit anual enorme y tiene que pedir prestado para pagar por ello. La deuda federal total es ahora de más de $ 16 billones de dólares, lo que requirió el pago de más de $ 220 mil millones en intereses el año pasado. En 2012, el déficit fue de $ 1.1 billones de dólares, el cuarto año consecutivo que el déficit superó el billón de dólares.
Los gobernantes reconocen el problema y han hecho todo lo posible para tratar de resolverlo. Hasta ahora han fracasado. En 2009, Obama nombró una comisión bipartidista de Responsabilidad Fiscal y Reforma (CFRR), encabezada por el ex senador Simpson (republicano), y el ex jefe del Estado Mayor Bowles (demócrata). La principal preocupación de CFRR era hacer retroceder el aumento de competidores estadounidenses. Su informe concluyó que: (1) las altas tasas de interés restan competitividad a las empresas estadounidenses, (2) el déficit hace que sea más difícil financiar “necesidades de emergencia como guerras y recesiones”, (3) China, “una nación que no puede compartir las aspiraciones de nuestro país e intereses estratégicos “, es poseedor de gran parte de la deuda de EEUU, y (4) los inversores podrían perder la confianza en la capacidad de EEUU para pagar su deuda, “provocando una crisis de deuda” que obligue al gobierno “a aplicar las más estrictas medidas de austeridad”. El plan CFRR exigió recortar el gasto en Seguridad Social, Medicare y otros programas sociales y la reducción de impuestos a las empresas, y no aplicar recorte a los gastos de guerra.
Como todos los capitalistas, los gobernantes estadounidenses luchan entre sí a través de los partidos políticos que controlan. Esas disputas hasta ahora han desbaratado el plan de CFRR. El acuerdo fiscal aprobado recientemente prácticamente no hará nada para reducir el déficit. Además de aumentar las tasas de impuestos a los más ricos a 39.6%, lo que sigue siendo históricamente baja (la tasa fue del 91% bajo Eisenhower y 70% bajo Nixon). Los impuestos sobre la nómina que los trabajadores pagan al Seguro Social y Medicare se elevará, mientras quitará unas pocas exenciones y deducciones a personas de altos ingresos. Pero este acuerdo fiscal en su conjunto reunirá sólo $ 620 mil millones en ingresos durante 10 años, no es suficiente para cubrir el déficit de $ 1 billón anual.
La sección de la clase dominante, cuyas ganancias dependen de que EEUU tenga una potente presencia en el mundo, desde el Oriente Medio y por toda Asia - que incluye grandes bancos de Wall Street, compañías petroleras como Exxon-Mobil, fabricantes de armas como Boeing y otras multinacionales - está claramente alarmada por estos grandes déficits. Como el informe CFRR dice, temen que el enormes déficit ponga en peligro los grandes aumentos en el gasto militar necesario para cumplir con los desafíos planteados por sus rivales. De acuerdo con el almirante Mike Mullen, la deuda de EEUU es su “mayor amenaza a su seguridad”.
Aunque EEUU incrementó el gasto militar 9% al año (sobre todo para sus guerras en Irak y Afganistán), China ha aumentado su gasto militar en un 13% al año durante los últimos 15 años, sobre todo para las nuevas armas, barcos y submarinos. Aunque EEUU todavía tiene la fuerza militar más poderosa del mundo, China se está acercando. Persigue agresivamente sus pretensiones territoriales en el sur de China y en el Mar del Este de China. China superará a EEUU como la economía más grande del mundo en menos de una década. Está vigorosamente desafiando la dominación económica de EEUU en región tras región, desde América Latina hasta Japón y de Corea a Egipto, cuyo nuevo presidente Morsi recientemente fue a Beijing en busca de más comercio e inversión.
Para contrarrestar el creciente poder de China, el gobierno de Obama anunció que aumentará la presencia militar de EEUU en el Pacífico. También se ha comprometido a contener a Irán y a no permita que obtenga armas nucleares. Cualquiera de estos conflictos podrían llevar a la guerra y requeriría miles de millones de dólares en gasto militar inmediatamente.
La clase dominante no se rendirá hasta que su poder sea aplastado por las masas de obreros revolucionarios. Los capitalistas están trabajando horas extras para ganar a los trabajadores a las ideas fascistas - sacrificarse por el “interés nacional” y apoyar sus tácticas fascistas como la tortura (planteado en la película “Dark Zero Thirty”). Grupos como “Arreglar la Deuda” (dirigido por el multimillonario administrador de fondos de cobertura Pete Peterson, con Simpson y Bowles de la CFRR como miembros clave) se alian para convencer a millones de personas, desde jubilados a veteranos, a aceptar un nivel de vida más bajo.
El próximo “borde del precipicio” será el 1 de marzo, fecha límite para las negociaciones sobre el aumento del techo de la deuda. Ven como necesario estimular la fiebre bélica para cortar los programas sociales y mantener su posición predominante en el mundo. Los gobernantes harán todo lo que crean necesario, incluso orquestar un incidente tipo 9/11, o provocar un enfrentamiento militar en el Golfo Pérsico o el Pacífico.
Un sistema que no puede sobrevivir sin guerras imperialistas y sin ataques masivos al nivel de vida de los trabajadores debe ser destruido. Es por eso que cada lector de DESAFIO debería considerar unirse al PLP y ayudar a organizar a la clase trabajadora para poder destruir este sistema capitalista.