La reforma educativa es un ejemplo de cómo el estado y las leyes sirven a la clase capitalista en el poder en contra de la clase trabajadora.
La privatización de la educación, significa que un puñado de millonarios se apropiará del sistema educativo para convertirlo en una mercancía y enriquecerse a costa del trabajo de cientos de miles de trabajadores de la educación y millones de alumnos y padres de familia.
La educación no solo es un negocio millonario para la clase patronal, también representa el principal medio para controlar ideológicamente a los trabajadores. La reforma educativa fomentará aún más la ideología individualista, racista y fascista que los patrones necesitan.
LA REFORMA EDUCATIVA ES INDIVIDUALISTA
La aplicación de evaluaciones, fomentará el individualismo, debido a que el maestro tendrá que enfocarse individualmente, a que sus alumnos acrediten los exámenes estandarizados para “asegurar” su permanencia en el trabajo.
La imposición de cuotas se traduce en que los que más pagan reciben “mejor” educación. Lo que fomenta el individualismo y la desigualdad racista.
El alumno se formará con un criterio individualista de competitividad, que eventualmente los patrones necesitan que se reproduzca en el terreno laboral.
LA REFORMA EDUCATIVA           ES RACISTA
Al aplicar exámenes estandarizados sin considerar las particularidades culturales, sociales y económicas de ciertas regiones, las comunidades indígenas y marginadas estarán en desventaja y en consecuencia serán evaluadas racistamente como incapaces. Lo que los condenará a recibir menos recursos y  agudizar su  pobreza y opresión.
En México los capitalistas han concentrado sus inversiones en educación en las zonas más industrializadas del país. La base de esas decisiones es la creación de ganancias, no las necesidades de la clase trabajadora. Como consecuencia existe un rezago racista de la zona sur, que la reforma educativa acrecentará al asignar recurso con base a los resultados de las evaluaciones.
La reforma permitirá desacreditar a la educación pública para fomentar la educación privada. Lo que fomentará mayor desigualdad racista.
LA REFORMA EDUCATIVA           ES FASCISTA
Los patrones necesitan una clase trabajadora dócil, productiva y con una capacitación técnica mínima para la producción. A través de las evaluaciones, la reforma pretende estandarizar a los jóvenes en una ideología fascista y de competitividad.
En la jungla del capitalismo solo sobreviven los más “aptos” (léase los mejore evaluados) y los que se apegan a la ideología que promueve el sistema. Eso es fascismo.
Los jóvenes serán obligados a trabajar por salarios miserables y un ambiente de represión. La reforma crea la base ideológica para esas condiciones.
LA EDUCACIÓN                         QUE NECESITAMOS
Reformas como estás se implementan por todo el mundo para atacar las condiciones laborales de los trabajadores de la educación, romper los contratos colectivos, las prestaciones, los sindicatos. Pero especialmente son un ataque para los jóvenes y los padres de familia. ¡Ataca  a toda la clase trabajadora!
 La reforma tiene el propósito de reproducir la ideología capitalista y que un puñado de millonarios pueda hacer negocio con la educación. Debemos enfrentar esos ataques con unidad internacional de la clase trabajadora.
Los trabajadores necesitamos una educación basada en principios pro clase trabajadora, científicos, de colectividad, camaradería y solidaridad. La educación debe estar enfocada a resolver los problemas y las necesidades de nuestra clase. Eso solo se puede lograr bajo una sociedad comunista en donde los trabajadores tengamos el poder. Por eso debemos destruir al sistema capitalista  por medio de una revolución comunista.
Para lograr esa meta debemos construir un partido comunista no electoral, que luche contra los ataques patronales como esta reforma, preparé y eduque a la clase trabajadora para organizar una nueva sociedad.
El papel de los maestros es clave en lograr este objetivo, porque tienen el potencial de promover la unidad de toda la clase trabajadora para arrebatar el poder a la clase gobernante opresora.
Los maestros también tienen la oportunidad de romper la ideología individualista, racista, sexista y fascista que el capitalismo fomenta en los padres de familia y los alumnos. Esa lucha es esencial para destruir al sistema capitalista.