Destitución del Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, por el Procurador Ordoñez desnuda crisis y farsa capitalista
Este hecho sucedido el 9 de diciembre de 2013 nos debe dejar claro a los trabajadores que bajo el capitalismo no se puede aspirar a darle un tono más humano, más social o como dice el mismo Petro, convivir unos y otros sin que los grandes magnates acaparen todo y le dejen un poco de migajas a la clase obrera .
Por eso el corrupto Estado colombiano en cabeza del Procurador destituyó al Alcalde que se ha convertido en una piedra en el zapato por sus políticas de querer quitarles algunas prebendas a los dueños del país para poder aliviar en algo el desangre económico a que tiene sometido el ingreso “público», como fue el caso en el contrato de la recolección de basuras a un costo infinitamente superior a lo que vale en realidad, además  de destapar  varias ollas podridas como fue el caso del carrusel de la contratación.
Por eso esta retaliación de las mafias organizadas que aprovechando la Constitución del 91 y que le da poder supremo al Procurador que obra autocráticamente; investigando, juzgando y sentenciando, dejando ver muy en claro qué es la Democracia. Lo patético del  caso es que el mismo Alcalde Petro sacó a relucir en su discurso de defensa, la participación de él y sus «ex combatientes» en la Constituyente del 91, como algo positivo para la Paz  y la Democracia en Colombia. Bajo esta coyuntura aparecieron amplios sectores de la izquierda democrática  y pacífica, repudiando el hecho como una agresión a la Paz, la Democracia, la alegría y el bienestar de la clase obrera y abogando por garantías para la Democracia para garantizar la Paz.
El Alcalde Petro pidió paz y tranquilidad para expresar el inconformismo y sugirió que se constituyan comités de indígenas, campesinos, estudiantes, trabajadores, ambientalistas, comunidad LGBTI, anti taurinos, recicladores etc. para que defiendan la  “Bogotá  humana” y  por una revolución democrática y pacífica. También se manifestó Aida Avella, sobreviviente  del genocidio de la UP (Unión Patriótica) y al igual que Petro abogó por la lucha en paz y defensa de la Democracia, enalteciendo a Nelson Mandela como ejemplo de que sí se  puede hacer un cambio en paz.
En el PLP defendemos todas las formas de lucha y en esta coyuntura apoyamos todas las organizaciones de trabajadores, pero dejamos muy en claro que no creemos en la farsa de la Democracia capitalista y menos en su paz ya que nuestra clase es asesinada diariamente por sus balas y su miseria.
Los lideres como Mandela, Gandhi etc. pasan a ser idiotas útiles del capitalismo a cambio de ganancias y buena posición alienando por migajas la clase obrera, o si no miremos como está hoy la India y Sudáfrica, donde la clase obrera es explotada por las grandes compañías mineras a consecuencia de claudicar en la lucha a cambio del pacifismo. Además estos mismos «lideres» demuestran su pacifismo para reprimir a la clase obrera como ha sido el caso del mismo Petro, defendiendo con el  aparato policial el «Estado  de  Derecho», es  decir, toda  una  comedia  trágica para la clase obrera.
Por eso, para concluir debemos organizar la clase obrera en torno al programa comunista del PLP y aprovechar todas las luchas obreras, dando claridad sobre cuál debe ser el objetivo final de la lucha, es decir, el aniquilamiento del capitalismo para que la clase obrera rija su propio destino por media de un partido comunista y no por un puñado de explotadores de nuestro trabajo.