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Departamento de Justicia de EEUU Dice: Policías SON Racistas y...

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12 Marzo 2015 34 visitas

El reporte del Procurador General Eric Holder del Departamento de “Justicia” sobre el racismo en la policía y cortes de Ferguson es una cínica estrategia para pacificar a los trabajadores.  El reporte fue publicado el mismo día en que el departamento de Holder anunció que no habría cargos federales contra el policía asesino Darren Wilson por la muerte de Mike Brown.  Cuatro días después, Barack Obama dirigía una, igualmente cínica, conmemoración de la lucha antirracista en Selma en 1965.
Las frenéticas maniobras de los patrones en Missouri y Alabama evocaron recuerdos de la primera campaña presidencial de Obama del 2008, la cual enmudeció lo que quedaba del movimiento masivo contra la guerra e invasión y ocupación de Irak.  
Mientras tanto en la ciudad de Nueva York el alcalde Bill de Blasio juega con el racismo.  Hablando en contra de “stop and frisk” (parar y catear) mientras que los arrestos por “quality of life” (calidad de vida) se han disparado.  Le concedió a los estudiantes musulmanes dos feriados en las escuelas públicas mientras que el NYPD espía a sus padres – la clase trabajadora musulmana.  
Mientras aumentan los llamados para que las tropas terrestres estadounidenses batallen contra el Estado Islámico en Irak y ocupen Afganistán indefinidamente, los políticos liberales lideran la arremetida genocida racista del imperialismo estadounidense.   Desde la primera guerra del Golfo en 1990, el programa de los gobernantes de EEUU de proteger sus campos petroleros del Medio Oriente se ha intensificado.   Pero, los gobernantes saben que un ejército  de conscriptos masivo sería más efectivo que la actual fuerza de “voluntarios,” una estable mescla de enlistados alienados negros y latinos y oficiales cristianos fundamentalistas.   La supremacía blanca esta vivita y coleando en las fuerzas combatientes del EEUU post 9/11.  
Los limitados éxitos reformistas del movimiento de Derechos Civiles fueron posibles por un movimiento global anti-colonialista en África y Asia después de la Segunda Guerra Mundial.  Como parte de la ofensiva Guerra Fría contra la Unión Soviética, la clase dominante de EEUU necesitaba mostrar una charada antirracista.  Debido a las organizaciones militantes y demostraciones masivas, el gobierno federal abolió la segregación en el ejército estadounidense en 1946, paso la ley Brown v. Board of Education en 1954, y en 1965 la ley Voting Rights Act .
El movimiento original de derechos civiles data de antes de la Segunda Guerra Mundial.  Ataco los linchamientos y la segregación dirigido a escala nacional por el viejo movimiento comunista.  Pero el viejo movimiento cometió un grave error al suspender su aguda lucha antirracista en EEUU, al mismo tiempo que el devastador cambio que se dio en Moscú, cuando el liderato abandona la lucha armada por la dictadura del proletariado y se alinea al “frente unido contra el fascismo.”
La victoria sobre los fascistas alemanes y japoneses fue ganada sobre los cadáveres de decenas de millones en las comunistas Rusia y China.  Pero dentro de EEUU, el frente unido significo el abandono de dedicados antirracistas en las garras de  segregacionistas y multitudes linchantes.   Sumado a una tímida respuesta a las purgas anticomunistas conocidas como Macartismo, esta retirada fue una gran pérdida.  Despojados de su luchador liderato comunista, el movimiento de Derechos Civiles de los sesentas se convirtió en un movimiento de reforma sin garra.  Se agotaría buscando reformar lo no reformable.  
Avancemos a los 1980 y 90s.  Con el colapso de la revisionista Unión Soviética, la clase dominante de EEUU ya no tenía que presentarse como una alternativa “demócrata,” en el país o en el mundo.  Mientras su economía pierde piso a sus rivales imperialistas, los patrones estadounidenses intensifican s explotación y opresión brutal de los trabajadores estadounidenses.   Oficialmente aprueban cada una de las políticas racistas,  Ferguson es solo una muestra del mezquino racismo en la era de Obama.  
El reporte del Departamento de Justicia es un documento revelador para millones de trabajadores blancos antirracistas y jóvenes, quienes no podían imaginar cuanto sofoca los barrios negros la vigilancia racista.  Para la clase trabajadora negra, fue como una reivindicación.  Ni el gobierno federal, así parece, puede negar las realidades del racismo.  
El verano pasado, los ruegos de Obama en televisión no pudieron parar el movimiento antirracista desencadenado por los asesinatos de Mike Brown y Eric Gardner.  Cando el policía racista Pantaleo salió libre en diciembre pasado, a pesar de haber asesinado a Garner ahorcándolo, la indignación masiva se convirtió en manifestaciones en más de cien ciudades.  El liderato de la vieja guardia de Al Sharpton y Jesse Jackson no pudo controlar a las masas ni llevarlas hacia la política electorera del partido demócrata.   Consignas de “¡Eric Garner, Mike Brown, acabemos con todo el sistema racista!” y “¡NYPD, KKK, a cuantos niños han asesinado hoy!” resonaban entre los cientos de miles de manifestantes que bloquearon tráfico y fueron arrestados en masa.  
La clase dominante estadounidense tiene un problema.  Los trabajadores y jóvenes negros y latinos que han tomado las calles son los mismos que los patrones quieren que llenen sus cuotas de alistamiento militar.  Después de la Segunda Guerra Mundial, las tropas negras que regresaban de la guerra combinadas con una oleada de huelgas inspiradas por comunistas sacudieron profundamente el capitalismo estadounidense.    Nuevamente se dieron grandes luchas masivas antirracistas en los sesentas, las que se convirtieron en grandes rebeliones en ciudades por todo EEUU,  y llevaron a las deserciones masivas que minaron la guerra genocida de los patrones en Vietnam.  
Aunque la clase dominante ha tratado por cientos de años, aún no sabe qué hacer.  Sus debilidades son oportunidades.  Los comunistas están mejor equipados para hacer la revolución que los capitalistas para sobreponerse a sus contradicciones -  esa es la lección fundamental del siglo veinte.  En el siglo veintiuno, nosotros debemos llevar esta lucha hasta el final  - de la revolución hasta la victoria final; el comunismo.  ¡Únete al PLP.