“La paz es una extensión de la guerra por otros medios.” Dijo el estratega estadounidense Anthony Cordesman, refiriéndose al precario trato nuclear de Barack Obama con Irán. (Página Web del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos. 30/3/15)  El acuerdo, que demanda que Irán rebaje su programa nuclear a cambio de relajar las sanciones es, en realidad, un paso hacia la guerra.  Aunque el acuerdo parece representar el deshielo temporal de las hostilidades, la  realidad es que los patrones de EEUU continúan enfrascados en una creciente lucha letal con China y Rusia – lo principales promotores del régimen iraní – por el control de la gran fortuna energética del Medio Oriente.  
Al mismo tiempo, los capitalistas estadounidenses se pelean entre ellos sobre la mejor forma de minar la influencia de Irán en el Medio Oriente.  Lo que más temen es al cerco y aislamiento de Arabia Saudita, el premio gordo del imperialismo estadounidense, por Irán y sus aliados en la región.
Conforme se intensifica el conflicto inter-imperialista y EEUU inevitablemente libra una guerra más extensa para proteger sus intereses vitales en el Medio Oriente, los trabajadores se convertirán en carne de cañón.  La clase trabajadora internacional no tiene nada que ganar en esta competencia capitalista.  Nuestra única solución es una revolución comunista dirigida por el Partido Laboral Progresista.  
Retrasando lo Inevitable
Para el ala dominante del capitalismo estadounidense, el trato de Obama con Irán es una treta para comprar un poco de tiempo hasta que los patrones estén listos para el combate.   Cuando John Bolton, antiguo embajador a las UN bajo George W. Bush, escribió un artículo en el New York Times titulado, “Para Parar la Bomba de Irán, Bombardear Irán”  (Marzo 26), Bolton  fue atacado por “estupidez criminal” por Harlan Ullman, un alto consejero en el Consejo Atlántico, un grupo de expertos del capital financiero.  Ullman no es un pacifista.  Fue coautor de la doctrina  “Choque y Temor” del Pentágono, guía para la invasión de Irak por EEUU – y la masacre de miles de civiles – en el 2003.  La doctrina estipula el uso de avasallante fuerza para debilitar la voluntad para pelear del enemigo.  
Choque y Temor finalmente fallo en Irak porque no anticipo la escala del contragolpe anti-EEUU, ahora siendo explotada por el Estado Islámico.  Pero, los patrones estadounidenses harán lo que sea necesario para aplicar la lección de Irak en Irán. Como lo señaló Ullman,   
“Tendremos que acabar con una buena porción de sus defensas aéreas y otras fuerzas convencionales, y eso traerá una serie de ataques en represalia por parte de Irán…Tenemos que saber que pasara y como poder lidiar con ello, antes de decidir ir a la guerra. (Newsmax, 27/3/15).
Capitalistas Estadounidenses se Preparan para la Arremetida
Los gobernantes de EEUU no están preparados aun – política o militarmente – para arremeter contra Irán.   Pero se están preparando.  El Consejo en Relaciones Exteriores, principal grupo de expertos para el imperialismo estadounidense, diseño una estrategia que Bolton admiraría.  Si Terán se tarda en cerrar su programa nuclear bajo los términos de Obama, el Consejo presento un escenario para la acción:
En la primera semana, el Consejo de Seguridad o la alianza de quienes quieran, demandarían que Irán se revirtiera en no menos de dos semanas, de forma confirmante.  El incumplimiento en la tercera semana, daría como resultado la suspensión de todo comercio internacional para aislar la economía de Irán…la semana cinco traería el cese de todo viaje aéreo comercial y marítimo a Irán para aislarlo más…la semana siete, los socios implementarían una crisis de misiles Cubana…Entonces, en la semana nueve, Estados Unidos dirigiría los ataques aéreos para destruir todas las posibles instalaciones nucleares…hasta que Terán habrá su territorio a inspectores internacionales autorizados a eliminar todo contrabando nuclear.  
En preparación, Obama está alimentando su poderío de guerra anti-Irán.  Como reporto el Wall Street Journal, “el Pentágono ha mejorado y probado su bomba más grande en el arsenal estadounidense…esta podría destruir o inhabilitar la más y completamente fortificada instalación nuclear si un acuerdo nuclear se quebrantase.” (3/4/15).  Pero, persisten las dudas sobre la efectividad de destrucción, en áreas enterradas bajo las montañas, de la mega bomba.  Generales de la Fuerza Aérea admiten que un golpe exitoso requeriría la improbable maniobra de “guiar dos o más mega bombas al mismo punto de impacto, en secuencia” (Wall Street Journal).  En respuesta, Obama prepara el Plan B.  Ha iniciado la modernización de un billón de dólares, del arsenal de armas nucleares estadounidense.  
La disputa sobre cuando bombardear a Irán – ahora o después – ya está moldeando la campaña presidencial del 2016.  Ted Cruz, republicano y el primer en anunciar su candidatura, ha reclutado a Bolton como consejero.  Jeb Bush, cuyo padre y hermano dirigieron guerras genocidas en el Medio Oriente, recluto a Sheldon Adelson, el magnate de los casinos y archí sionista que quiere bombardear Irán mañana.  Bush sigue el consejo de James Baker, heredero de ExxonMobil y JPMorgan Chase, quien aplaude la estrategia mesurada de Obama y está a favor de una eventual guerra terrestre en vez de ataques aéreos.  En 1991, cuando fuera secretario de estado de George H.W. Bush, Baker ayudo a dirigir las 750,000 tropas para “liberar” a Kuwait para la British Petroleum y Exxon.  En el 2007, aconsejando a George W. Bush, su instituto Baker fabrico la “arremetida” sangrienta en Irak, a la que Obama llamo el éxito “más allá de nuestros más disparatados sueños.”
En cuanto a la prometedora Hillary Clinton, ella manifestó su escepticismo sobre la última maniobra de Obama diciendo que “la responsabilidad esta en Irán” (Washington Post, 5/4/15).
¡Trabajadores del Mundo Unámonos!
No importa cual ala de la clase dominante prevalezca en la definición de la política estadounidense en Irán, la clase trabajadora pagara el precio de la lucha por ganancias guerreristas.  Tarde o temprano, los patrones estadounidenses necesitaran tropas para consolidar sus intereses petroleros en el Medio Oriente.  Harán hasta lo imposible, usando el racismo y el nacionalismo, para ganar a millones de jóvenes obreros a luchar y apoyar esa guerra.  
El revolucionario comunista Partido Laboral Progresista tiene otro plan.  Estamos organizando a trabajadores en EEUU y el mundo para convertir la guerra imperialista en una guerra para la revolución comunista -  y aplastar el sistema capitalista para siempre.  El sábado 2 de mayo, el PLP marchara por la avenida Flatbush en Brooklyn por una sociedad que abolirá el imperialismo, racismo, sexismo,  pobreza y desempleo.  ¡Únetenos!