Brooklyn, 31 de Marzo – La ira obrera resonaba esta semana en nuestra escuela cuando estudiantes, padres y maestros se unieron en contra de un ataque a un estudiante por la seguridad escolar y oficiales de un precinto del departamento de policía de Nueva York. El incidente comenzó el jueves pasado, cuando los estudiantes se formaban para pasar por los detectores de metales antes de ir a clases. Por varias semanas, un estudiante usaba lentes con un imperdible (seguro) pues le faltaba un tornillo a sus lentes. La seguridad de la escuela le dijo que el imperdible podría ser un arma y que tenía que quitarse los lentes para que pudieran confiscarlos.
Cuando el estudiante trato de quitarse los lentes, tres agentes lo derribaron y esposaron. Después una agente dijo que le había golpeado la cara con el codo, se le dio un citatorio al estudiante por agresión. Cuando la seguridad los soltó, el estudiante fue a la oficina del rector para escribir una declaración de lo que había ocurrido. Cuando escribía, varios policías no la seguridad escolar asignada a la escuela por el NYPD entraron a la oficina. Dijeron que lo arrestarían por agresión, empujaron al rector, y golpeando la mesa con la cabeza del chico lo esposaron de nuevo.
Aunque este ataque es muy perturbador, refleja el patrón de la brutalidad policiaca racista en contra de la que hemos estado luchando por mucho tiempo. El otoño pasado tuvimos una reunión comunitaria para demandar el fin al diario acoso policial que padecen nuestros estudiantes al salir de la escuela. También protestamos porque no presentaron cargos contra la policía por el asesinato de Mike Brown y Eric Garner.
Después de este último incidente de abuso policial, nuestro gobierno estudiantil y el PTA tomaron acción nuevamente. Miembros del gobierno estudiantil, quienes esa noche ayudaban durante la conferencia de padres y maestros, rápidamente crearon un botón que decía: somos estudiantes, no presos. Para la siguiente tarde habíamos organizado una protesta al terminar el día del viernes. Un grupo integrado de padres, maestros y estudiantes, se plantaron frente a la escuela, demandando justicia para el estudiante atacado y que se saque el equipo escaneador del edificio. Durante la semana siguiente, los padres se reunieron para organizar observaciones del escaneo durante la semana. Ese martes nos plantamos fuera de la entrada del edificio en donde se hace el escaneo.
Durante una semana, oficiales trajeados de la seguridad escolar y del departamento de policía de NY han estado entrando y saliendo de la escuela tratando de resolver las cosas pacificar manifestantes en vez de mejorar el trato que le dan a los estudiantes o de sacar los detectores de metales. El martes, a la hora del almuerzo, poco antes de nuestra segunda protesta, cuatro oficiales se reunieron con estudiantes sobre su preocupación de la seguridad.
Lo que llaman escuchar a los estudiantes es tratar de convencerlos que necesitan ser escaneados ¡por su seguridad! Pero la mayoría de los estudiantes ven mas alla de esta retorica racista. Ellos saben que solo un pequeño porcentaje de las escuelas de la ciudad de Nueva York tienen detectores, y casi todas son predominantemente negras y latinas. Ni la Secretaria de Educación ni el NYPD quieren sacar los detectores de nuestra escuela, la cual es predominantemente negra y latina, en un barrio predominantemente blanco y afluente. Su interés es mantener a los estudiantes intimidados y forzarlos fuera del área lo antes posible después de clases.
Cuando salimos para las vacaciones de primavera el jueves por la tarde, supimos de la solución de los oficiales para nuestra escuela. El jefe de los agentes de seguridad de la escuela y otros tres agentes involucrados en el ataque serian rápidamente transferidos a otras escuelas, pero no se les disciplinaria o reprendería.
Algunos verán esto como una victoria; causamos suficiente alboroto que los patrones de NYPD quieren aplacarnos. Pero los agentes de seguridad en cuestión estarán libres para atacar a estudiantes en cualquier otra escuela, y quienes los reemplacen tendrán el mismo entrenamiento y agenda. Es decir intimidar y criminalizar estudiantes. Eso solo cambiara cuando destruyamos el capitalismo con una revolución comunista.
Las verdaderas victorias son las lecciones que hemos aprendido y las relaciones que construimos. En los últimos años, nuestra comunidad escolar ha luchado contra la brutalidad policial, recortes presupuestarios, y la colocación de una escuela elite dentro de nuestra escuela. De estas luchas hemos crecido, y somos más fuertes más integradas que nunca. Esta semana nos enfrentamos al sistema con un grupo de padres, maestros y estudiantes. Todos, Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, negros, latinos, asiáticos, y blancos. Ahora tenemos que convertir este grupo en dedicados luchadores por el comunismo.
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Comunidad de Escuela se Une: Lucha Contra el Terror Policiaco
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- 09 Abril 2015 83 visitas