BOSTON, Feb 12—Desde la toma de posesión de la prohibición musulmana, el Partido Laboral Progresista y sus amigos han estado exponiendo al fascismo como una consecuencia de un sistema capitalista en crisis. La clase trabajadora está buscando una explicación y maneras de luchar.
Inauguración: Primer día de contraatacar por la vida
Pocas horas después de la Inauguración, 175.000 personas llegaron a Boston de toda Nueva Inglaterra, Nueva Hampshire, Vermont, Maine y del sur de Connecticut y Rhode Island, para mantenerse firmes contra el racismo y el sexismo de Trump. Para muchos fue la primera vez que lo habían demostrado. Había un espíritu de lucha en el aire. Muchos compartieron el sentimiento de que no podemos seguir haciendo negocios como de costumbre. La gente entiende que hay una crisis en el sistema y cientos de personas escucharon el mitin del camarada del Partido Laboral Progresista y se acercaron para tomar fotos de la pancarta “No es solo Trump, es el capitalismo.”
El PLP habló con la gente sobre la necesidad de abolir el capitalismo porque los demócratas tampoco son “nuestros amigos”. Múltiples veces, miembros del PLP escuchó, “Estoy de acuerdo contigo”. PLP hizo contactos y distribuyó 2.000 volantes, con la ayuda de muchos amigos. Fue electrizante ver tanta gente tomando una posición contra el fascismo en ascenso. Es una oportunidad importante para que los miembros de los círculos internos y externos del PLP crezcan y se desarrollen políticamente y para que el Partido crezca, ya que es la única manera de derrotar al fascismo y construir un mundo igualitario.
Jefes Liberales, Son Aún más peligrosos
El sábado siguiente, el PLP celebró un foro: “Fascismo-entonces y ahora”, que fue bien atendido. La gente de un grupo de estudio dio dos de cuatro de las presentaciones y una discusión animada siguió. Un punto clave fue el papel de los liberales en allanar el camino para el fascismo. Bernie Sanders y Elizabeth Warren, a quienes muchas personas equivocadamente fijaron sus esperanzas, sólo desarmarán a la clase trabajadora hasta que sea demasiado tarde para pelear.
Estos políticos, como todos los políticos, el compromiso con el capitalismo de los Estados Unidos mantendrá a la clase obrera encerrada dentro de los límites del sistema electoral en lugar de organizarse en nuestros propios intereses de clase.

Prohibir fronteras
El fin de semana siguiente algunos se fueron a otra protesta contra la prohibición racista del viaje de Trump. Muchos miles de personas salieron a las calles: musulmanes, asiáticos del sudeste, oriente medio, gente de todas las regiones del mundo y estadounidenses tomaron una postura firme contra la política del miedo y la división.
El PLP distribuyó 750 folletos y Desafíos. Hablamos con muchas personas sobre las ideas anticapitalistas. Los comunistas hicieron discursos y consignas dirigidoa en el megáfono. Un momento emocionante fue cuando una familia latina multi-generacional se unió con entusiasmo a la consigna internacionalista: “Los trabajadores no tienen fronteras, aplasta las deportaciones racistas”.
Muchos agradecieron al PLP por difundir este mensaje político, y tomaron el Desafío, al igual que tantos otros. Dos veces un hombre, que fue envalentonado por un montón de licores, nos atacó. La gente alrededor de los comunistas los defendió y los ayudó a alejar al hombre borracho.
La crisis ha despertado millones a ver la necesidad de un cambio fundamental. En tiempos como estos, muchos obreros y estudiantes están abiertos a una alternativa comunista.