Maryland, 21 de marzo—Mientras el concejo de la ciudad en el condado Principe George estaba discutiendo si la cuidad debería ser un santuario o no, unos vecinos y yo organizamos un plantón público y marchamos a la audiencia pública para apoyar el estado de la ciudad  santuario.  Unos miembros del concejo parecían estar de acuerdo con esto pero muchos vecinos del barrio tuvieron miedo.  Necesitamos  organizarnos para disipar estos miedos mediante la construcción de redes de base fuerte para apoyar a los que están amenazados con deportación.  Votando solamente por el estado de santuario simbólico es insuficiente.
Hablando en esa audiencia, el miembro del Partido Laboral Progresista (PLP) enfatizo la naturaleza racista de las deportaciones y como el racismo no se debe permitir dentro nuestra ciudad.  Nuestro siguiente paso fue un plantón público para extender su alcance.  Siete vecinos establecieron una mesa y hablaron con compradores afuera de un mercado local de clase obrera.  El grupo fue multirracial con consignas en inglés y español y oradores incluyeron  vecinos negros, blancos y latinos. En una hora conseguimos 25 contactos.  Planeamos una cena de traje para el 1ro de abril y otra actividad más tarde en abril.  Durante nuestro plantón, no recibimos ningún comentario negativo o racista, aunque algunos compradores expresaron miedo por su estado migratorio.  El evento aumento nuestra confianza en la clase obrera.
En el seguimiento de conversaciones, el PLeista ha expresado que una ordenanza de ciudad  santuario no protegerá a los residentes.  Por otra parte, organizando una base fuerte y con la unidad puede defender directamente a nuestros hermanos y hermanas de la clase obrera.   En algún punto vamos a tener que quebrar estas leyes racistas.  Es el sistema capitalista que es la causa principal de todos estos problemas, no solamente Trump – a fin de cuentas fue el ex presidente Obama quien deporto a 3.2 millones de personas en su ocho años en el poder.  La única solución a estos crecientes ataques fascistas es el comunismo, un sistema dirigido por la clase obrera, sin salarios, ganancias o fronteras.  Construyendo  la unidad multirracial de clase obrera por el comunismo,  expandiendo nuestras actividades, cenas de traiga, otras reuniones, y lucha de clase más aguda es necesario para el crecimiento de nuestro  partido a una organización luchadora que nuestra clase obrera necesita.