Una de las armas ideológicas más importantes que tiene el capitalismo para atacar y dividir a la clase trabajadora es el machismo, y en particular la opresión de las trabajadoras. El capitalismo usa el racismo para dividir a la clase trabajadora en supuestas categorías “diferentes”, de negros, blancos, Latinos, asiáticos, o entre indígenas y no indígenas. De manera similar, el machismo divide a la clase trabajadora en grupos de hombres y mujeres, cada uno con diferencias intrínsecas asumidas que van más allá de las que han demostrado las ciencias biológicas. Estas supuestas “diferencias” usualmente terminan alegando la superioridad masculina de alguna manera. Al darle un énfasis particular a estas diferencias entre los hombres y las mujeres se esconde intencionalmente las similitudes sicológicas, económicas, sociales, e inclusive otras similitudes biológicas entre los trabajadores.
Otra manera en que los capitalistas tratan de dividir políticamente a las mujeres y a los hombres de clase trabajadora es a través de sus esfuerzos por comercializar el 8 de marzo, día internacional de la mujer, un día de lucha comunista contra la opresión de las mujeres bajo el sistema capitalista. Este día tiene un aspecto de concientización y organización que todas las mujeres y los hombres tienen que honrar y rescatar.
Capitalismo: División, Opresión y Conquista
El sistema de lucro capitalista usa sus armas políticas y el machismo para explotar económicamente a las mujeres más intensamente que a los hombres. Según los datos de uno de los voceros patronales más importantes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la brecha salarial entre los trabajadores y las trabajadoras en el 2014 fue del 18%, y la brecha de empleo fue del 35%, en ambos en trabajos comparables. Internacionalmente, las mujeres también soportan de manera desproporcionada la “doble carga” de desempeñar la mayor parte de las tareas domesticas, proveer cuidados y ocuparse del cuidado de los niños sin que se le pague.
La clase trabajadora de México es un caso de estudio sobre el machismo y la razón por la cual la clase trabajadora debe aplastar el sistema capitalista en su totalidad. El Instituto Nacional de Estadísticas del gobierno patronal mexicano calcula que el valor de sólo las “tareas domesticas rutinarias” representa más del 20 por ciento de toda la economía nacional o PIB, y 80 por ciento de este trabajo lo desempeñan las trabajadoras. Este reporte reconoce que el trabajo domestico es mas valioso que la manufactura (16.7 por ciento), el comercio (15.5 por ciento), o la educación (4.1 por ciento) (INEGL, 7-4-16).
La más importante consecuencia de esta explotación capitalista machista en México puede verse a diferentes niveles. El más visible es el hostigamiento sexual, que se da en las calles o en los buses, en el trabajo y en las escuelas. Otra manera en la que el capitalismo normaliza tanto la violencia que produce la intensificación de la explotación económica como la violencia física contra la mujer es a través de sus medios y con la promoción de la pornografía, una multibillonaria industria mundial avalada en más que tres ligas deportivas profesionales en los EEUU (New York Times, 20-5-01). Mas del 30 por ciento de mujeres en Méjico han sido víctimas de la violencia sexual por lo menos una vez, con las cifras reales posiblemente más altas debido a que muchas se cometen clandestinamente.
Menos visibles son otras formas de violencia contra las trabajadoras en México, y la más brutal es el “femicidio”. Hay un promedio epidémico de asesinatos de seis trabajadoras por día, de los cuales apenas se investigan 24 por ciento y sólo se sentencias 1.6 por ciento (Al Jazeera America, 4-1-15). Estos femicidios son la principal causa de muerte de las mujeres de clase trabajadora entre 15 a 30 años de edad (INEGI 2016 www.inegi.org.mx/saladeprensa/.../2016/violencia2016_0.pd).
Patrones engañan con el Liberalismo
El machismo es parte integral y esencial del sistema capitalista. Genera inmensas ganancias globalmente, y es un arma ideológica y política que debilita y desvía la lucha de la clase trabajadora enfrentando a las mujeres y a los hombres. Inclusive cuando el capitalismo usa las leyes liberales para minimizar la desigualdad entre hombres y mujeres, no la pueden eliminar, porque es parte y parcela del capitalismo. A diferencia de México, los capitalistas de Islandia, Suiza, Finlandia, Noruega y otros se vanaglorian de sus avances a favor de la mujer.
La prensa liberal capitalista en todo el mundo se ha estado vanagloriando en particular sobre las nuevas leyes de Islandia que exigen igual paga para la mujer, y se presenta como prueba que el capitalismo puede beneficiar tanto a los trabajadores como a los patrones. Esto es falso. El capitalismo no le “dio” nada a las trabajadoras – con el apoyo de muchos trabajadores, las mujeres se fueron a la huelga y lucharon por décadas por mejores salarios y el reconocimiento de la labor domestica en estos países. A pesar de eso, los hombres y las mujeres de clase trabajadora todavía no tienen paridad.
El cierre de la brecha salarias entre las mujeres y los hombres no conlleva al poder de las trabajadoras. Entre sus vociferos halagos, los patrones admiten que “cambios en el clima político” en Islandia podría “demoler fácilmente” estos logros (Guardian, 28-10-14). En otras palabras, lo que los capitalistas permiten un día, te lo quitan al otro.
Sin embargo, al mismo tiempo que Islandia y otros países nórdicos están “exigiendo” paridad salarial, estas leyes no se aplican a las mujeres inmigrantes que se escapan de los conflictos imperialistas. En Islandia, las leyes de inmigración racistas son tan extremas que exigen a los inmigrantes un examen de ADN para que prueben su descendencia “Islándica” (Iceland Review, 21-12-04).
La clase trabajadora necesita a las comunistas en su liderazgo
El machismo sólo se puede eliminar a través de la revolución comunista, que no sólo va a eliminar la explotación, sino también va a abolir la explotación especial de la mujer y el comportamiento machista.
El capitalismo promueve las ideas liberales como el feminismo para luchar por los “derechos” de la mujer y más “igualdad” entre los géneros. Estos movimientos feministas han arrastrado a muchas fuertes luchadoras a las luchas liberales y de derecha, e inclusive las ha predispuesto contra los trabajadores. Los trabajadores necesitan estar unidos y organizados en un partido revolucionario por el comunismo para que podamos luchar contra la causa misma del machismo: el capitalismo.
La humanidad tuvo sus más grandes avances en su lucha contra el machismo, cuando los trabajadores tomaron el poder y aplicaron una política anti machista en la Unión Soviética y en China. En el periodo de 1926 a 1961, en la Unión Soviética, el salario de la mujer subió 10 veces más, y el número de mujeres ingenieros fue de 600 a 379,000 de 1917 a 1961. Se dieron avances parecidos en la salud y representación política. La ley estableció la igualdad de género – y los trabajadores defendieron estos logros con la dictadura de los trabajadores. El PLP ha analizado estos triunfos en otros documentos – así como las debilidades. Inclusive con estos avances el viejo movimiento comunista no eliminó el machismo. Sin embargo nos mostró el camino para cambiar el sistema dominado por una minoría capitalista, y avanzar hacia la construcción de una sociedad bajo el control de la mayoría trabajadora: el comunismo.
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8 de marzo: Un Dia de Lucha En Contra del Sexismo y Capitalismo
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- 23 Marzo 2017 86 visitas