LOS ANEGLES, 23 de Junio—Esta semana en Los Ángeles, las comunidades han protestado contra la separación de las familias, el encarcelamiento de bebes y niños, y contra las redadas de Immigration Customs and Enforcement (ICE). Algunos apostaron frente al centro de detención en el centro de Los Ángeles, quedándose en vela toda la noche. Otros han organizado plantones en sus barrios. El Partido Laboral Progresista participo en un plantón que demostró la gran necesidad de la unidad multirracial contra los patrones.
Ningún niño esta libre bajo el capitalismo
En un barrio de clase trabajadora negra en Sur Los Ángeles, se organizo un plantón el viernes por la noche. PLPeistas organizaron a amigos y residentes cercanos para hacer oír sus voces. Pero, poca gente vino. El barrio esta en medio de una lucha contra la gentrificación. Un grupo de trabajadores sin hogar, quienes viven en el parque cercano al plantón, se acercaron preocupados porque pensaban que su barrio estaba siendo utilizado por los políticos liberales para su propaganda. Cuando se acercaron al micrófono, contaron algunas verdades; por cientos de años los niños negros han sido separados de sus familias, ya sea por la pobreza o por la encarcelación masiva. Y fue ahí donde todo se torno feo. Empezaron a vociferar la retorica anti-inmigrante de Trump, tratando de asustar a los liberales blancos para que se vayan de su barrio.
Ellos son nacionalistas negros, que piden que mas negocios sean de negros ya que creen que así emplearían localmente a los trabajadores desempleados. El nacionalismo alimenta estas falsas divisiones entre la clase trabajadora. El PLP hace un llamado al internacionalismo, un NO a los patrones y las fronteras. Solo una clase trabajadora unida. Como decía una pancarta; “Ningún niño será libre hasta que todos estén libres”.
Un Largo historial del terror estatal
Los poderes imperialistas tienen un largo historial separando a los niños de sus padres. Durante la esclavitud, los bebes eran arrancado de los brazos de sus madres y subastados. Los niños indígenas fueron forzados a rechazar su lenguaje y costumbres en las escuelas; donde los obligaban a asimilarse a la sociedad blanca europea. Durante la Segunda Guerra Mundial, en EE.UU. las familias de ascendencia japonesa fueron puestos en campos de concentración y sus hijos de edad de reclutamiento fueron forzados a la conscripción, o ir a prisión.
Al mismo tiempo en Alemania Nazi, las familias judías fueron a campos de concentración, donde los niños eran separados y asesinados con gas. Hoy, bajo la política “cero tolerancia” de la administración de Trump, sobre el cruce desautorizado de la frontera, el gobierno de EE.UU. arranca a los niños, incluidos los bebes, de los brazos de sus madres y los lleva a centros de detención separados, mientras acusa a sus padres de delito menor por entrar a EE.UU.
El corredor de violencia capitalista
Casi todos los migrantes que piden asilo en EE.UU. al sur de la frontera son de tres países centroamericanos; El Salvador, Honduras, y Guatemala, tres países donde EE.UU. ayudo a imponer regímenes militares y promulgar políticas de comercio como el TLC, creando condiciones de vida intolerables para la clase trabajadora. Algunos migrantes de Centro América, huyen de las pandillas asesinas o la violencia domestica. Tratan de salvar la vida de sus familias, sin embargo las cortes estadounidenses han rechazado mas del 75% de los pedidos de asilo (NYT, 2/5). Los migrantes haitianos también llegan por México, pero como su Estatus de Protección Temporal (TPS, siglas en inglés) ya termino, ellos se están quedando en Mexicali y Tijuana, por no poder cruzar la frontera.
El partido demócrata y la hipocresía
Como comunistas estamos de acuerdo que a los políticos liberales no les importa la gente negra o los migrantes, a menos que los necesiten para las elecciones o para sus guerras imperialistas. Ahora, los demócratas se muestran indignados pero cerraban los ojos cuando Obama deporto a casi tres millones de inmigrantes, y cuando Hillary Clinton apoyaba la deportación de los niños no acompañados o demandaba que se “encarcelara a los depredadores negros”.
Aunque la entrada sin autorización a EE.UU. esta a la mitad de lo que era en 1990, y el desempleo ha bajado en los últimos años, Trump trata de timar a trabajadores negros y blancos, para que crean que los migrantes les roban los empleos, en vez de los patrones que envían la producción y empleos afuera o automatizan las operaciones. Esto tiene un propósito: que los trabajadores no se den cuenta de su recurso mas grande – su numero en su unidad.
Trump y sus seguidores crean el terror fascista y tratan de mantener a la clase trabajadora estadounidense dividida. Mientras se preparan para mas guerra, nosotros debemos agudizar la lucha de clases. En el trabajo, escuela, universidad, iglesias y grupos comunitarios, debemos luchar por un conocimiento comunista del mundo. ¡Mismo enemigo, misma lucha, trabajadores del mundo unámonos!