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México: AMLO construirá fascismo e inconstancia del imperialismo estadounidense

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13 Julio 2018 42 visitas

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) representa un paso mas hacia el fascismo. Su éxito arrollador fue forjado por una coalición capitalista buscando imponer una mejor disciplina a una clase dominante famosa por su corrupción. Su falsa campaña izquierdista engaño a millones llevándolos hacia un proceso electoral que justifica la desigualdad masiva y los ataques a trabajadores y estudiantes.
Las reformas de López Obrador sacrificaran a los trabajadores con la letal unidad de clases. Desde su elección su lema campeador ha sido la “reconciliación” nacional: “Hago un llamado a todos los mexicanos…a dejar de lado sus intereses personales, no importa cuan legítimos, por el interés mas importante, el interés general. El estado…representará a todos los mexicanos, ricos y pobres…”(New York Times, 1/7). Dejando la retorica populista de lado, el nacionalismo siempre le es útil al estado patronal. Solo el comunismo puede servir las necesidades de la clase trabajadora.
Industria y Desigualdad
La crisis política de hoy en México, ha sido creada por décadas. Desde 1929 al 2000, los patrones mexicanos controlaban el país a través de un decadente sistema de un solo partido, al que cínicamente llamaban, Partido Revolucionario Institucional (PRI). El robo descarado y los pleitos internos entre políticos del PRI culminaron en el actual régimen de Enrique Peña Nieto “La violencia aumento, la economía se estanco, y la corrupción ha dominado los encabezados” (North American Congress on Latin America, 4/7). México tiene 30 multimillonarios, mientras que la mitad de la población mexicana vive en la pobreza (Forbes 17/4/17) y por lo menos 145,000 millonarios (WealthInsight, 2015).
La caída del PRI y el surgimiento de López Obrador y su partido populista MORENA, reflejan la división entre los mas grandes ladrones, los patrones exportadores de Mexico y los pequeños capitalistas que roban los recursos locales. Cuando la economía de Mexico era agraria, los grandes capitalistas se conformaban con saquear las reservas petroleras y la nueva industria de telecomunicaciones. Pero en los últimos 20 años, bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México desarrollo una gran economía manufacturera. Los patrones locales logran grandes ganancias a costa de la clase trabajadora industrial:
“Con un salario mínimo de solo $4 dólares, la mano de obra mexicana tiene una ventaja significativa sobre EE.UU. y Canadá. México se ha convertido en el tercer mas grande exportador de televisores de pantalla plana; además, su industria automotriz es la séptima mas grande, y tiene un sector de aviación de $6 mil millones” (JPMorgan Chase, 10/10/2016).
Mientras tratan de construir un sistema nacional de carreteras y demás infraestructura critica para sus fabricas, los grande gobernantes no toleran que la policía local, los políticos y los jefes de la deroga, sigan desviando miles de millones de pesos. También necesitan la lealtad patriótica de la clase trabajadora que usualmente se toma las calles “protestando la impunidad y el mal manejo económico” (NACLA, 4/7). Aun atacando a la “mafia del poder”, López Obrador logra convencer a los patrones de que esta listo para servirles. Promete contener la deuda nacional, mantener estrechas relaciones con los capitalistas financieros estadounidenses, y “una zona económica fronteriza que atraiga la inversión extranjera” (Washington Post, 29/6).
Promesas Falsas y Fascismo
López Obrador obtiene su reputación como reformista progresista durante su alcaldía de ciudad de México, del 2000 al 2005. Pero también Rudolph Guiliani, el racista ex alcalde de la ciudad de Nueva York ahora cómplice del presidente estadounidense Donald Trump. Él se asocio con Carlos Slim, el hombre mas rico de México para gentrificar los barrios del centro de la ciudad, que se recuperaban del terremoto del 85, desalojaron a los trabajadores y le abrieron las puertas a los ricos (Brookings Institute, 7/3). Ahora promete pensiones universales, un fondo de becas nacional, y un sistema de salud vibrante, sin un plan para financiarlos, claro, prometiendo que acabara con la corrupción. Pero, “varios aliados conocidos de López Obrador, han estado relacionados con la corrupción y el fraude electoral” (LAT, 10/7).
“Hoy, AMLO es un político mas moderado, centrista, quien gobernara la comunidad empresarial con la derecha y el sector social y los programas con la izquierda”, dijo Antonio Sola, quien creo la campaña que convirtió a López Obrador en un peligro para México en las elecciones, perdidas, del 2006”. Notablemente, el presidente electo se ha retractado de su posición opositora a las reformas del 2013, de abrir la compañía nacional de petróleo PEMEX a la inversión extranjera (Washington Post, 2/7). También, aprendiendo del abusador de niños Trump, planea una fuerza policial fronteriza que brutalice y utilice de chivos expiatorios a los inmigrantes indocumentados de Centroamérica (DailyMail.com, 10/7).
Es decir, el populismo de López Obrador podría ser la base de un movimiento fascista masivo. MORENA ofrece a los grandes capitalistas una fuerza poderosa para atacar a los patrones pequeños que no desean seguir las demandas del programa de los gobernantes.
AMLO Y la Rivalidad Inter-imperialista
Mientras EE.UU. cae en relación a China, su principal rival imperialista, López Obrador prepara sus apuestas. Se espera que baje sus exportaciones de petróleo crudo para refinar en EE.UU. y construir la capacidad de procesamiento de PEMEX. Según Rocío Nahle, entrante consejera de la administración, México necesita “consumir nuestros propios combustibles y no depender de la gasolina extranjera”- una clara amenaza a las ganancias estadounidenses pues México es el principal mercado estadounidense (Reuters, 22/2).
López Obrador y Trump odiarían tener que deshacerse de TLCAN, fuente de súper ganancias para los patrones de ambos lados de la frontera. Es mas, debilitar las relaciones comerciales México-EE.UU. podría abrir la puerta a avances económicos chinos en Norte América, un gran problema para el sector principal de la clase dominante estadounidense. En Octubre de 2016, China prometió “aumentar sus lazos militares y hablo de la posibilidad de operaciones conjuntas, entrenamiento y apoyo logístico” para México. Desde entonces, México le ha vendido a China acceso a campos petroleros de aguas profundas, mientras Carlos Slim se asocia con una compañía de autos china para hacer autos todo terreno en México (The Atlantic, Mayo 2017).
López Obrador y otros lideres de MORENA “han sido muy abiertos sobre la expansión de comercial con países como China” (Político, 7/1). Después de la elección, China felicito al victorioso y prometió “trabajar con México para construir confianza mutua, profundizar la cooperación y traer beneficios a ambos y contribuir energía positiva a la comunidad internacional” (Xinhua, 2/7). La posibilidad de las reservas petroleras de México en venta al mejor postor, la competencia económica patronal inevitablemente llevara a la confrontación armada y la guerra mundial. Esta lucha probablemente se centrara alrededor del control sobre el petróleo y gas, materia prima esencial a las industrias y ejércitos capitalistas.
La clase trabajadora esta en la mira siempre que los patrones luchan por ganancias y recursos. Pero podemos inspirarnos de la lucha contra este sistema letal de los trabajadores del Valle de Chalco, México. A principios de 2017, cuando aumentaron el gas y la electricidad, organizaron marchas y tomas de oficinas, y bloquearon carreteras. Hicieron caso omiso a las reglas patronales y se conectaron directamente para garantizar la energía a las masas. Estos trabajadores nos dieron un pequeño ejemplo de cómo la clase trabajadora podría dirigir el mundo para llenar sus necesidades. Cuando los trabajadores alrededor del mundo se organizan a través de las fronteras y rompen con el nacionalismo patronal, podemos lograr el mundo comunista que necesitamos. ¡Únete al Partido Laboral Progresista!