Me uní al partido por muchas razones. Lo más importante era el odio compartido por como son gobernadas las cosas actualmente bajo nuestra catástrofe actual capitalista, en combinación con las realidades duras de ser un obrero negro bajo este sistema racista. Una líder femenina en el Partido Laboral Progresista (PLP) me introdujo a ideas comunistas. Le comencé a revelar cosas que me molestaban de la existencia que tenemos como gente negra y de como nuestras vidas se alinean con otras alrededor del mundo, y ella me ayudo a darme cuenta de como mi proceso en pensar se alineaba con la idea del partido. Mi familia ha estado luchando en contra de la policía y el sistema racista desde que era un niño. Ver a mi familia luchar con tanta frecuencia ha convertido a la policía en el enemigo en mis ojos. Me recuerdo despertar con pistolas en nuestras caras, mientras la policía tumbaba la puerta de mi abuela para buscar a sus hijos, mis tíos para encarcelarlos. Me puedo acordar fácilmente sentir la desconfianza que sentía en mí cada vez que escuchaba a políticos hablando. Me burlaba de su promesa de desigualdad y justicia. Mis experiencias como un hombre negro y mi observación de las experiencias de mis hermanos y hermanas de clase rápidamente descubrieron estas mentiras. Vi como demopublicanos y republicratas; cual sea el partido al que dicen pertenecer, no les importamos. Aun así nos aterrorizan y privan a la clase obrera especialmente los negros de derechos básicos que ellos dicen proteger.
Cuando volví de Puerto Rico en abril con una brigada de camaradas de Nueva York y Nueva Jersey a afirmar nuestra solidaridad con los residentes de la isla, pude ver como poner mis valores en práctica. Había seis de los 25 miembros originales del proyecto de verano de año pasado. Volvimos a visitar la escuela en Toa Baja y encontramos que habían vuelto a abrir la escuela por los esfuerzos de una petición por padres y maestros de organizaciones locales. El ver la escuela reabierta fue y es muy poderoso para mí. ¡Hace que me quiera involucrar! La gente de Puerto Rico tiene una resistencia y determinación que admiro. El poder hacer este tipo de trabajo ha desarrollado mi conciencia en conciencia de clase; como, igual que las cosas que me hacen a mí, se lo hacen a usted. Estamos en la misma clase y si luchamos juntos podemos ganar.
Además mi recién encontrada camaradería con los miembros del PLP me han ayudado a formar mi proceso creativo como cineasta/ creador de documentales que me han permitido a usar mi arte como un canal para comunicar valores antirracistas y comunistas. El PLP me dio una nueva perspectiva para entender el mundo, y de la manera de como el capitalismo se ha contorsionado a si mismo, cambiando forma y creando maneras de distorsionar nuestra realidad, y de crear divisiones no naturales entres los obreros. La parte mas emocionante de ser un comunista es de la manera que me hace sentir, mas vivo en vez de nada mas vivir y existir. Mirando atrás el comunismo siempre se sintió natural para mí.