El comienzo del juicio político por los patrones liberales, liderados por Nancy Pelosi, contra Trump muestra que la lucha entre los dos bandos de grandes y pequeños fascistas de la clase dominante estadounidense se agudiza. Esta lucha entre fascistas también demuestra la desesperación de los grandes patrones liberales por quitarle la Casa Blanca a sus pequeños fascistas rivales, aun si eso significa destripar la presidencia – una de las instituciones claves de la clase dominante. El ala principal/grandes fascistas de la clase dominante estadounidense no esta segura de poder ganar las elecciones de 2020, por eso utilizan esta oportunidad para tratar de acabar con Trump y la pequeña banda de fascistas que lo apoyan.
A los grandes fascistas jamás les ha importado que los niños estén en jaulas o cualquiera de las otras atrocidades de Trump. Es mas, ellos son los pioneros de esas atrocidades. Sin embargo, los eventos alrededor del mundo demandan la acción de estos grandes fascistas para mantener su imperio asesino.
Esta competencia entre las facciones de patrones estadounidenses ocurre en momentos en que la competencia entre capitalistas alrededor del mundo los mueve hacia mas fascismo y mayores guerras. Las tensiones entre las clases dominantes de Arabia Saudita e Irán amenazan con explotar en cualquier momento. Los patrones chinos, con su campaña fascista en Hong Kong y Xinjiang, continúan preparando el terreno para incrementar su imperialismo promoviendo como nunca el nacionalismo entre la juventud (NYT, 6/10). El ala liberal de los grandes fascistas estadounidenses quiere tener a su propio carnicero en la Casa Blanca, no un presidente como Trump, ligado al ala domestica de pequeños patrones fascistas como la familia Koch, quienes tienen su propio imperio.
Rechacemos a ambos grupos de patrones
La creciente intensidad de esta división dentro de la clase dominante, significa que cada lado patronal luchara fuerte para ganar el apoyo de los trabajadores. Nosotros confiamos en la clase trabajadora. Sin duda, Trump es un racista de alcantarilla, y un fascista explota su base para su propio beneficio. Pero, para liberar a nuestra clase no es suficiente reconocer lo horrible que es Trump. El peor peligro esta en que la mayoría de los trabajadores han cedido el liderato de nuestra clase a los grandes fascistas liberales. Sus movimientos y políticos están para servir a los intereses de esta ala, mas vieja, diversificada e imperialista, de la clase dominante, quienes han sido y seguirán siendo devastadores para la clase trabajadora, con su racismo, creciente fascismo y guerras.
Nuestro futuro esta en la construcción del PLP y luchar por la revolución comunista para construir una sociedad dirigida por la clase trabajadora. ¡Lee, distribuye y escribe para el periódico DESAFIO!
Cualquiera que sea el resultado del juicio político, la situación se hace mas volátil
Los grandes fascistas no tienen todo el control, por eso aun no esta claro lo que pasara con el juicio político. La perdida del control del partido republicano se ha estado cocinando desde el juicio político a Bill Clinton en la década de 1990, y se intensifico con el movimiento racista anti-Obama; Partido del Te. 37 organizaciones estatales del partido republicano han adoptado nuevas reglas que prohibirán discursos anti-Trump durante la convención nacional del partido republicano en 2020 (NYT, 2/10/19).
Conforme se intensifica esta división dentro de la clase dominante estadounidense, y los pequeños patrones domésticos se apoderan del partido republicano, los grandes fascistas se ven forzados a tratar de crear un pesado movimiento de masas bajo la carpa del partido demócrata. Sin embargo, este partido demócrata controlado por los grandes fascistas liberales podría estar bastante rayado por la discordia como para poder recuperar la Casa Blanca. Entonces, esta presión por un juicio político también sucede porque no existe la confianza en que los grandes patrones fascistas liberales logren una estrategia ganadora para las elecciones del 2020.
Para los grandes fascistas liberales, debilitar o quizás deshacerse de Trump de aquí a las elecciones se ha convertido en un asunto urgente. Detrás del comportamiento cobardemente egocéntrico de los hechos ocurridos con Ucrania esta, claramente delineado, el plan de Trump de continuar con su acuerdo con los pequeños patrones fascistas domésticos hasta por lo menos el 2024, si es re electo. Como lo dice Bill Haas, jefe del liberal imperialista Consejo en Relaciones Exteriores; la presidencia de Trump, en este momento, es la principal amenaza al orden mundial de los grandes fascistas liberales (CFR, 19/3). Después que Trump desacreditara al FBI y la CIA, parece ser que no muchos dentro del represivo aparato estatal estarán dispuestos a resistir su remoción de la presidencia.
Mientras luchan por recuperar control de la Casa Blanca, los grandes patrones fascistas liberales siguen siendo el mayor peligro. Ellos controlan las industrias mas grandes y tienen la mayoría de los recursos. Durante muchas décadas han golpeado ferozmente a la clase trabajadora y promocionado el racismo, el cual ha sido remodelado como arma contra los grandes fascistas. Sus posturas liberales no pueden borrar las encarcelaciones masivas de trabajadores negros, promocionadas por los Clinton y Joe Biden, las deportaciones masivas bajo Obama, salvar a los bancos a costa de la clase trabajadora, la devastación de jóvenes negros y latinos con sus leyes de paro y cateo y la masacre de trabajadores en las guerras del Medio Oriente de los últimos 20 años.
Los grandes patrones fascistas defienden su régimen racista a través del abrumador control de la prensa, universidades, sistema educativo, fundaciones, e institutos de investigación, quienes trabajan para moldear las ópticas culturales y políticas. Y aun mas importante, contando con los abiertamente racistas seguidores de Trump, los grandes patrones fascistas liberales ejercen un tremendo control sobre el liderato de nuestra clase a través de los sindicatos, políticos, organizaciones de masas, movimientos y cultura que financian. Como un animal herido, están esperando para atacar con mas saña.
En un clima político que se tambalea hacia una guerra civil, el llamado fascista por la “unidad” con los grandes patrones fascistas liberales contra Trump no solo arremeterá contra sus pequeños rivales fascistas sino para incrementar el fascismo y mas ataques contra la clase trabajadora.
La ardua tarea de la clase trabajadora es deshacerse del liderato patronal. Nosotros solo lo podremos hacer cuando nos sumerjamos en los movimientos dirigidos por los fascistas liberales y a través de la lucha de clase y mostrar no solo su incapacidad de satisfacer nuestras aspiraciones del mundo que nuestra clase merece sino sus planes de llevarnos a mas guerras y mas fascismo. Pero, mas importante aun, al quitarle el control de la lucha de clases a los grandes fascistas liberales nuestra clase tendrá mas confianza para luchar por una sociedad comunista dirigida por la clase trabajadora. Debemos construir un movimiento comunista, el Partido Laboral Progresista. Mientras sigamos atrapados en la idea desdeñosa de que nuestra clase no puede dirigir a la sociedad, seguiremos a los patrones hacia la guerra y el fascismo. Deshacernos del liderato patronal y construir un movimiento comunista dirigido por los trabajadores no llevara por el camino hacia la revolución comunista, hacia una sociedad dirigida por los trabajadores y la liberación de nuestra clase. ¡Únete al PLP!
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Los fascistas liberales intentan aplastar a Trump racista
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- 12 Octubre 2019 84 visitas