El gobierno capitalista de Xi Jinping recientemente “celebro” el 70 aniversario de fundación de la Republica Popular China. Los patrones chinos exhibieron sus nuevos misiles balísticos hipersónicos Dong Feng 41, los cuales pueden llegar a cualquier lugar dentro de Estados Unidos. Estos traidores de la Revolución Comunista China estaban enviando un claro mensaje a su principal rival inter imperialistas: Están preparados para tomar la posición del mas grande capitalista mundial. Los patrones capitalistas chinos están dispuestos a hacer la guerra para reclamar esa posición, aun si eso significa derramar la sangre de millones de trabajadores.
Los trabajadores del mundo celebraron el 1º de octubre de 1949, día en que nuestra clase, dirigida por el Partido Comunista Chino (PCC), proclamaron el triunfo del Partido sobre los nacionalistas burgueses, a quienes EE.UU. apoyaba. Aunque los comunistas chinos cometieron muchos errores, correctamente depositaron su confianza en la capacidad de los trabajadores para tomar el poder estatal y construir una sociedad comunista. Ellos avanzaron la lucha internacional por el comunismo, especialmente durante la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP), fortaleciendo la teoría y practica sobre como organizar colectivamente la sociedad y su economía.
Revolución Cultural: transformando la sociedad
Durante la GRCP, los jóvenes Guardias Rojos lanzaron una feroz lucha contra la ideología y practica capitalista dentro del Partido y entre la clase trabajadora. Defendiendo los incentivos políticos en vez de los económicos, la revolución cultural representaba “una transformación social que fue – en sus inicios – un intento para evitar que el revisionismo se apoderara de la Revolución Comunista de China…era un ataque al privilegio de clase que surgió del sistema burocrático de China socialista, y…el razonamiento de que el comportamiento de clase debería ser mas importante que los antecedentes de clase” (Origins, Ohio State University, agosto 2016). Sin embargo, el culto a la personalidad de Mao y el oportunismo de derecha del liderato del partido aplastaron la GRCP y a los guardias rojos.
Es importante recordar los extraordinarios logos de la Revolución. Se le otorgo servicio de salud a todos, muchas enfermedades fueron erradicadas por los doctores descalzos. Décadas después, sus logros fueron reconocidos por la Organización Mundial de la Salud como un “exitoso ejemplo de como resolver la falta de servicios médicos en áreas rurales” (BBC World marzo 2018). También hubo una transformación social, eliminando las practicas sexistas como el vendaje de pies de las mujeres y los matrimonios forzados. Se logro la alfabetización masiva en todo el país.
Pero la mayoría de estos avances no se pudieron sostener, porque Mao y el liderato del Partido perdieron la confianza en la clase trabajadora. Se aliaron a los capitalistas “menos malos”. Hoy, China es la antítesis del poder obrero, una total traición de la sociedad comunista por la que el PCCh lucho en sus inicios.
Mentiras y campos de concentración
El 70 aniversario de este gran evento en la historia de la clase trabajadora fue usado, cínicamente, por los patrones chinos para explotar la nostalgia de los trabajadores por Mao y la Revolución. Xi trato de legitimar sus políticas económicas como comunistas invocando la unidad nacional y el patriotismo sentimental. Sin embargo, cuando estudiantes y trabajadores intentaron organizar la Nueva Izquierda para reconstruir la verdadera esencia del maoísmo revolucionario, fueron arrestados por el brutal aparato estatal de Xi (The Guardian, 12/11/18). El llamado fascista por la unidad nacional de los patrones ha causado la destrucción de muchas Mezquitas en la provincia de Xinjiang, y el encarcelamiento en campos de concentración de millones de musulmanes y el uso de nuevas tecnologías como la de reconocimiento facial para monitorear y controlar la región entera (ABC International, 7/5/2019).
Como posible gobernante de por vida, Xi presenta su control del PCCh como esencial para la modernización y una economía fuerte. En realidad, los patrones chinos usan el fascismo en preparación para una competencia mas aguda y, eventualmente la guerra, contra sus rivales imperialistas. Mientras tanto extienden su poder económico creando instituciones financieras multilaterales como el banco Asia Infraestructure Investment, la alternativa al Banco Mundial controlado por EE.UU. y el banco Asian Development controlado por Japón (Bloomberg, 6/8/2018). También, la iniciativa Cinturón y Ruta de Seda esta diseñada para crear corredores económicos euroasiáticos que fortalezcan el sector industrial chino, su vitalidad empresarial, y su control sobre lo ultimo en tecnología (National Bureau of Asian Research, 11/4), mientras aumentan la posición geopolítica y militar de los patrones chinos.
Los gobernantes en Grecia y Hungría han desafiado a los patrones estadounidenses después de recibir grandes inversiones de parte de los patrones chinos. Pero aun mas problemático para el ala principal de la clase dominante estadounidense es que Alemania, siendo la economía mas grande de la Unión Europea, ahora tenga mas negocios con los capitalistas chinos que con EE.UU. Es solo cuestión de tiempo para que ocurra un conflicto militar global si los patrones chinos continúan creciendo a costa de los patrones estadounidenses.
Los guardias rojos tenían razón
El Partido Laboral Progresista reconoce los enormes avances históricos de los comunistas revolucionarios de China. Nos consideramos sus herederos. Luchamos directamente por una sociedad comunista como la única alternativa a los horrores del capitalismo, fascismo y la guerra imperialista. Como los guardias rojos de China, nosotros confiamos que nuestra clase tomara como suyas las ideas comunistas y luchara por una revolución comunista.
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China a los 70 La revolución comunista traicionada
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- 12 Octubre 2019 96 visitas