El 22 de abril del 2020 es el 150º aniversario del nacimiento de Vladimir Ilyich Lenin, uno de los más grandes revolucionarios que jamás haya existido. Dedicó su vida a los explotados y oprimidos del mundo: trabajadores, campesinos, mujeres y aquellos especialmente explotados por el colonialismo y el racismo. Dedicó su vida a la destrucción del capitalismo y al establecimiento de un mundo igualitario sin racismo y sexismo. Mientras el capitalismo asola al mundo con guerras y ahora una pandemia despiadada, hagamos una contribución a la lucha por el comunismo.
En la Rusia zarista, Lenin ayudó a organizar un partido comunista (bolcheviques) con profundos lazos con la clase trabajadora dedicada a la revolución armada contra los capitalistas. Durante la Primera Guerra Mundial, las potencias imperialistas del mundo sacrificaron la vida de millones de trabajadores mientras luchaban por repartir y controlar el mundo. Lenin pidió a los trabajadores del mundo que dejaran de pelear entre ellos y apuntaran sus armas a sus amos capitalistas. Convertir esta guerra imperialista en una guerra por el poder de los trabajadores fue el llamado de Lenin. En 1917, liderados por Lenin y el Partido Bolchevique (más tarde el Partido Comunista Ruso), los trabajadores de Rusia tomaron el poder del estado, fundando así el primer estado obrero. La revolución rusa fue el evento más trascendental del siglo XX. Estableció el socialismo, no el comunismo, y el socialismo mantuvo demasiadas características del capitalismo. Pero demostró que millones de trabajadores podían tomar el poder y dirigir toda la sociedad, superando a unos elementos enormes del racismo y el sexismo.
Lenin lideró a la Rusia soviética durante sus primeros cinco años a través de las dificultades más brutales de la guerra civil, el hambre y una epidemia de tifus. Los capitalistas rusos organizaron tres ejércitos separados para destruir la revolución rusa. Fueron ayudados por 13 naciones capitalistas que invadieron Rusia para “estrangular el bolchevismo en su cuna” (Winston Churchill). Los capitalistas fueron derrotados y el primer estado obrero sobrevivió.
Bajo el liderazgo de Lenin, la Unión Soviética formó la Internacional Comunista (Comintern). El Comintern entrenó y organizó a revolucionarios de las colonias del mundo para luchar por la independencia nacional y luego por el socialismo. La independencia nacional tuvo éxito; no hay más “colonias” tradicionales gobernadas directamente por países imperialistas. Pero la independencia nacional no condujo al comunismo. El nacionalismo es una ideología capitalista. Solo el internacionalismo sirve a la clase trabajadora.
En su libro ¿Qué hacer? (1902), Lenin propuso la idea de un partido revolucionario, compuesto por revolucionarios profesionales y una amplia red de organizaciones y miembros locales del Partido, dedicados a la revolución, no a la reforma del capitalismo. La lucha por tal partido condujo a la formación del Partido Bolchevique. El Partido Laboral Progresista se fundó sobre los principios de Lenin. Hoy estamos ampliando esos principios para construir un partido internacional de decenas de millones luchando directamente por el comunismo.
Lenin también promovió la necesidad de establecer un periódico nacional para llevar a cabo propaganda y agitación por el socialismo. Este periódico fue Iskra, (Chispa) y luego Pravda, (Verdad). El periódico DESAFÍO del PLP se basa en el concepto de Lenin.
La mayoría de los socialistas en la Segunda Internacional estaban en sindicatos. Lenin entendió que los sindicatos luchaban por reformas bajo el capitalismo, y nunca serían organizaciones revolucionarias. Sin embargo, bajo el liderazgo de un partido comunista revolucionario, las huelgas no solo podrían mejorar las condiciones para los trabajadores, sino que serían “escuelas para el comunismo”. Estas luchas demostrarían cómo el capitalismo no puede ser reformado para servir a los intereses de los trabajadores, sino que debe ser derrocado.
Lenin argumentó que un partido comunista revolucionario debe ser principalmente clandestino, porque hacer la revolución siempre es ilegal. Sus actividades legales, importantes cuando sean permitidas por la clase dominante, nunca podrían ser el “lo primario.”
En El Imperialismo, la Fase Superior del Capitalismo (1916) Lenin avanzó nuestra comprensión del imperialismo. Es un sistema mundial en el que los principales países capitalistas, al servicio de sus bancos y corporaciones multinacionales, compiten para controlar los recursos naturales, los mercados y la mano de obra de otros países. La competencia entre los países imperialistas (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, España, Italia, Austria-Hungría, Turquía y Japón) condujo a la Primera y Segunda Guerra Mundial, que mataron a decenas de millones de trabajadores.
En El Estado y la Revolución (1917), Lenin describe el papel del estado (gobierno) en la sociedad. El gobierno de una nación sirve a su clase capitalista. Algunas naciones tienen una fachada democrática para ocultar lo que es una dictadura capitalista. El comunismo significará el poder de los trabajadores, una dictadura del proletariado sobre los capitalistas.
Los trabajadores del mundo le deben a Lenin una inmensa deuda por sus incansables esfuerzos para promover la revolución comunista. Reconozcamos que la deuda es trabajar para reconstruir el movimiento comunista internacional hoy, ya que el capitalismo está destruyendo la vida de los trabajadores y avanzando hacia la guerra mundial entre las potencias imperialistas.
Nuestro Partido, el PLP, cree en la lucha por la revolución, al tiempo que nos sumergimos en las luchas de reforma de los trabajadores. Esto es lo que Lenin escribió sobre “reforma y revolución” en 1916. ¡Estas ideas siguen siendo nuestras guías hoy!
Lenin sobre reforma y revolución
Sería un error creer que la lucha inmediata por la revolución socialista implica que podemos, o debemos, abandonar la lucha por las reformas ... Debemos apoyar ... toda mejora económica y política real en la posición de las masas.
La diferencia entre nosotros y los reformistas ... no es que nos opongamos a las reformas mientras ellos las favorecen ... Ellos se limitan a las reformas y, como resultado, se inclinan ... al papel de “camillero hospitalario para el capitalismo”.
Les decimos a los trabajadores: haga su deber principal difundir sistemáticamente la idea de la revolución socialista inmediata, prepararse para esta revolución y reconstruir radicalmente todos los aspectos de la actividad del partido.
Las condiciones de la democracia burguesa a menudo nos obligan a adoptar una cierta postura sobre una multitud de pequeñas reformas. Pero debemos ser capaces, o aprender, de tomar esta posición sobre estas reformas ... que ... cinco minutos de cada discurso de media hora se dediquen a reformas y veinticinco minutos a la revolución que se avecina.
“Principios Involucrados en el Tema de la Guerra”, diciembre de 1916: V. I. Lenin, Obras completas, 4ta edición en inglés y Volumen 23. Editores del Progreso, Moscú, 1964. - http://www.marx2mao.com/Lenin/PWI16.html
