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Democracia es una dictadura de la clase gobernante

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09 Octubre 2020 45 visitas

Cada democracia es dictadura. Un grito de protesta para la clase gobernante liberal es que las elecciones de EE.UU. de noviembre son sobre salvar la “democracia estadounidense”. Como señalo el líder comunista Vladimir Lenin, no existe la democracia “pura” (ver La Revolución Proletaria de Lenin y El Renegado Katusky). En la sociedad de clases, la democracia así llamada es actualmente una dictadura por parte de cualquier clase que controle el poder estatal. En la Grecia antigua, a menudo citada como el lugar de nacimiento de la democracia, privaron a las mujeres y toda la gente que realmente movían la sociedad del derecho a votar – los obreros esclavizados. En el siglo 18, los “padres fundadores” de EE.UU. muchos de los cuales le debían sus fortunas a grandes plantaciones bajo la esclavitud, tenían un libro diferente de reglas: “El electorado colonial consistía de solo un 10 al 20 por ciento de la población total” (crf-usa.org).
Cada periodo revolucionario, sea de la esclavitud al feudalismo o feudalismo al capitalismo, represento un cambio en la naturaleza de “democracia”. En EE.UU. hoy, la democracia entre los patrones también es una dictadura sobre la clase obrera. Como resultado, el votar no puede abordar la contradicción fundamental del capitalismo: el conflicto entre aquellos a quienes les pertenecen los medios de producción (los patrones) y aquellos quienes crean todo lo de valor (los obreros).
Internacionalmente, la clase obrera combate por necesidades básicas mientras los capitalistas luchan a acumular más riquezas. La guerra y cambio climático han convertido a millones de obreros en refugiados. La hambruna esta propagada y sigue creciendo. Como hemos visto en meses reciente, el cuidado de salud decente es restringido solo a aquellos quienes lo pueden pagar; aquellos sin trabajo o sin seguro médico tal vez se les deje en casa a que mueran.
Solo por medio de la lucha pueden los obreros ejercitar su poder. Pero incluso mientras ganamos reformas con fuerte lucha, los patrones eventualmente se toman de vuelta esos beneficios. Para una democracia real, los obreros deben combatir por el comunismo y la dictadura de la clase obrera. Solo entonces la clase obrera tendrá la última palabra de como dirigimos nuestras fábricas, escuelas, granjas y comunidades.