CIUDAD DE NUEVA YORK, 14 de abril—Siempre que hay una crisis, siempre es la clase trabajadora, especialmente los negros, los latinos y las mujeres, la que sufre. La historia en el mundo del tránsito no es diferente. Para combatir los ataques contra miembros de nuestra clase, trabajadores, viajeros y los más desposeídos, debemos unirnos bajo el lema de “mismo enemigo, misma lucha, trabajadores del mundo unidos”.
El sindicato comenzó la reunión general mensual reprendiendo a sus miembros por no “estar lo suficientemente involucrados”. Se ha hablado mucho sobre la “necesidad” de más policías en los andenes y en las estaciones en respuesta al aumento de los ataques a pasajeros y trabajadores. “Cincuenta y ocho [trabajadores] fueron agredidos físicamente entre principios de julio y fines de 2020 ... Cientos más fueron acosados o escupidos” (New York Post, 16/1).
En respuesta, esta fue una declaración de un miembro del Partido Laborista Progresista en el trabajo de tránsito, con respecto a los ataques contra los trabajadores de NYC Transit en la reunión mensual del sindicato:
La respuesta no es más policías. Más policías solo intensificarán la confusión que el público que viaja siente hacia MTA, que los empleados de MTA han estado cargando con el peso de esos ataques.
Apenas el invierno pasado hubo un alboroto del público en general por el acoso y los constantes ataques de la policía a la mayoría de jóvenes negros y latinos. Había carteles pintados con spray “f * &% MTA”.
Los trabajadores del transporte siempre tienen que llevar la carga de lo que esta empresa hace al público que viaja, ya sean aumentos de tarifas o más policías.
No podemos continuar con esta práctica. Cuando el próximo policía (que contrate la MTA), asalte o mate al próximo pasajero negro desarmado, serán nuestras caras las que el público verá.
Fui testigo de cómo asaltaban a un conductor de tren. Digo esto para que sepas que no lo digo a la ligera.
Si queremos tomarnos en serio la solución del problema de los enfermos mentales y los pobres sin vivienda, debemos luchar para conseguirles la ayuda que necesitan. Debemos luchar por reformas para conseguirles vivienda y tratamiento médico. Esta ciudad ha hecho historia como vertedero de enfermos mentales, enfermos y sin vivienda. Los policías son trabajadores de la violencia. Hay informes sobre policías que matan a personas con enfermedades mentales cada año. La única forma en que podemos proteger a los trabajadores y pasajeros es ayudar [a nuestra clase] y dejar de apoyar el ciclo de racismo y violencia.
Un compañero de trabajo respondió diciendo “¡bien dicho!” A esto le siguieron los líderes sindicales que pusieron fin abruptamente a la reunión.
Hay muchos grupos que afirman resolver los problemas de los trabajadores —desamparados, enfermedades mentales y adicción a las drogas— pero, como ocurre con muchas campañas como la Iniciativa El Hogar Primero, es inadecuado. Esperar que los trabajadores que sufren de adicción a las drogas se limpien por sí mismos es una trampa para el fracaso.
Por supuesto, las reformas no van a resolver el problema, pero primero hay que convencer a los trabajadores de que nuestro destino está entrelazado con el resto de nuestros hermanos y hermanas de la clase trabajadora internacional.