¿Pensarían los mineros que estamos locos?
Cuando volamos a Alabama para apoyar a los mineros del carbón en huelga en Warrior Met Coal Company, no estaba seguro de qué esperar. Además de ignorar virtualmente la huelga, los medios de comunicación nacionales habían pasado años describiendo a “Estados Unidos rojo” como un bastión desesperado del fanatismo reaccionario. ¿Los mineros recibirían con agrado el apoyo de los comunistas neoyorquinos? ¿Pensarían que estamos locos? ¿Estarían enojados?
 La respuesta fue extraordinaria: fuimos bienvenidos, al igual que nuestro mensaje. (Hubo excepciones, pero simplemente probaron la regla). Los mineros, sintiéndose aislados por la conspiración de silencio de los medios de comunicación nacionales, se sintieron complacidos de contar con el apoyo de forasteros.
 Nos hablaron sobre los peligros que amenazan la vida que enfrentan los mineros a diario y el total desprecio de la administración por su bienestar. Un trabajador de 24 años había perdido la sensibilidad en dos de sus dedos debido a lesiones relacionadas con el trabajo. Una vez, cuando se acercó a su gerente con una mano herida, el gerente había revisado el interior de su guante en busca de sangre para asegurarse de que estaba diciendo la verdad.
Enfrentar la muerte en el trabajo les ha dado a estos mineros un vínculo tremendo. Esto es lo que los hizo receptivos a nuestro mensaje: que el mundo debe ser dirigido por y para los trabajadores. El poder de la solidaridad los ha mantenido con vida a diario y los ha empoderado para exigir más a sus jefes. (Y los mineros no habían aceptado la narrativa de Trump de que los inmigrantes les robaban buenos trabajos a los estadounidenses. Expresaron simpatía por los trabajadores inmigrantes explotados). En todos los lugares a los que fuimos, podíamos ver que la conciencia de clase revolucionaria estaba casi allí.
******
Martillo, azada y zumbido: los mineros continúan luchando
El reciente artículo de DESAFÍO que analiza el trabajo de nuestro Partido con los mineros en Alabama me recordó cuánto han tenido que soportar y continúan soportando los trabajadores de Alabama en la historia reciente. A menudo parece que en Alabama, los trabajadores han tenido que lidiar con las consecuencias del capitalismo estadounidense de formas más brutales que los trabajadores de otros estados.
Alabama ha estado en las noticias recientemente debido a un intento fallido para organizar a los trabajadores de Amazon. Y otros artículos noticiosos señalaron recientemente que murieron más personas en Alabama que las que nacieron en 2020 debido a la falta de respuesta de los patrones a la crisis de Covid-19. Estas son más malas noticias para un estado que ya se enfrenta a algunas de las tasas de pobreza más altas y las tasas de educación más bajas del país.
Los artículos sobre la visita de nuestros compañeros para mostrar su apoyo a los trabajadores en Alabama coincidieron con la lectura de nuestro club de los primeros capítulos de Hammer and Hoe por Robin D.G. Kelley.
Todas las noticias recientes de Alabama me recuerdan algunas lecciones clave:
El enfoque de los patrones en separar a los trabajadores por raza y clase tiene sus raíces en su objetivo de eliminar la idea de que los trabajadores se unan para hacer algo que los empodere. ¡Es por eso que el Partido Laboral Progresista (PLP) siempre ha priorizado y seguirá dando prioridad a la solidaridad de los trabajadores!
Tenga cuidado con los intentos de la burguesía negra de alentar a los trabajadores negros a que no se sindicalicen ni se unan contra el sistema. ¡Un capitalista negro sigue siendo capitalista! En Hammer and Hoe, Kelley describe la forma en que los negros más ricos y la NAACP intentaron frenar las luchas sindicales a principios de los años veinte y treinta y, en cambio, promovieron el apoyo a los negocios negros como la solución a los problemas de los trabajadores. ¿Suena familiar?
Estados Unidos se ha centrado tan intensamente en reducir el poder de los sindicatos en un esfuerzo por reducir el poder de los trabajadores y combatir el comunismo.
La experiencia de la clase trabajadora al lidiar con el abuso capitalista tiene el potencial de crear un nuevo liderazgo dentro de la clase trabajadora. Kelley hace referencia a trabajadores que se convirtieron en líderes del Partido Comunista de Alabama como Angelo Herndon, Estelle Milner y Al Murphy, todos los que se unieron al Partido debido a sus propias experiencias al lidiar con el sistema racista en el sur y en todo Estados Unidos.
Si bien abundan las malas noticias sobre la situación de los trabajadores en Alabama, los comunistas han estado y seguirán estando allí para apoyar a los trabajadores, como se muestra a lo largo de la historia discutida en Hammer and Hoe y en el trabajo más reciente del Partido apoyando a los mineros en Brookwood.
Hay muchas más lecciones que aprender más allá de las cuatro descritas anteriormente, pero el punto final es el más importante: depende de nosotros, El Partido Laboral Progresista, ayudar a aclarar los abusos del capitalismo y mostrar nuestra base de que hemos sido y siempre estará ahí para ayudar a los trabajadores a crear un mundo mejor para la clase trabajadora internacional.

*****